STEPSIBLINGS; Hermanastros

𝒆𝒇𝒆𝒄𝒕𝒐 𝑷𝒂𝒓𝒌 𝑴𝒊𝑴𝒊

Jimin cantaba una canción hit del momento que salía por la radio, mientras doblaba la ropa que su alfa se llevaría a su departamento, mientras la metía en una maleta. Como ya era viernes, se irían en cuanto el alfa regresara de la universidad, y regresarían hasta el domingo en la tarde. Aunque aún no le habían dicho a sus padres, y mientras el castaño estaba bastante nervioso por ello, el omega de ojos color miel no estaba en absoluto preocupado. Sabía que sus padres aceptarían sin problemas, sobre todo si sonreía hasta que sus ojitos se cerraran.

Como Sulli le decía: nadie podía negarle nada si sonreía. Su jefe y sus fans lo llamaban el "Efecto Park MiMi".

Terminó con su tarea auto-encomendada, pues en realidad su novio le había dicho que él lo haría cuando llegara, pero estaba muy aburrido, y además sabía que el mayor llegaba muy exahusto al final del día. Él solamente quería complacer a su alfa, aunque fuera en cosas pequeñitas. La hermosa sonrisa de encías rosaditas sería su recompensa... Y también muchos besitos y mimos.

Si, eso sonaba perfecto.

Se arrojó sobre la cama del mayor, y se hizo bolita entre las sábanas que estaban completamente impregnadas con el aroma de ambos; era simplemente el paraíso. Su lobo movió su colita de acuerdo, y la necesidad de tener una marca en su cuello, y poder llevar el aroma de su alfa a todos lados, fue simplemente abrumante. Casi dolorosa.

Rió por sus pensamientos, y sonrió, recordando el día anterior, que había salido en las noticias nuevamente, sólo que esta vez, siendo besado por su novio. Literalmente la nota decía, "El ángel-crush favorito de Corea, es captado con su alfa".

Su madre, su papá y él, se habían reído mucho, mientras que el ojigris, había tenido una sonrisa avergonzada y mejillas sonrosadas todo el rato. Jimin había terminado mordiendo uno de los mofletes. Es que era simplemente adorable.

Luego su jefe le había llamado, contándole con emoción la buena aceptación que había tenido, y como todos querían conocer al alfa misterioso y con piel de porcelana, que se había robado el corazoncito de Park Jimin. Y él mismo lo había comprobado al revisar sus redes sociales; por supuesto que había comentarios reclamándole, como si él fuera un objeto de su propiedad, pero la mayoría estaban felices de que él fuera feliz, y en realidad poco le importaba lo que opinaran los demás de su vida privada.

Después de todo, era eso: privada. Y él no le debía cuentas a nadie más que a sus padres.

Cerró sus ojos sintiéndose de pronto muy cansado, y somnoliento. Se dejó vencer por el sueño, y cayó profundamente dormido. No se despertó, sino, hasta que su novio llegó y lo despertó de forma cariñosa, basándole todo el rostro, y dejando al final sus labios. Jimin devolvió el beso con entusiasmo, y suspiro satisfecho se le escapó, cuando el alfa introdujo su lengua en su boca, y empezó a juguetear con la de él.

Se separaron por falta de aire. Ambos con una enorme sonrisa en sus rostros.

— Hola, precioso. — saludó el alfa, acostándose a su lado, y abrazándolo con fuerza.

— Hola, hyung~ — respondió el contrario, bastante feliz con la atención y con la calidez del momento.

Se aferró al más alto, y escondió su naricita en el pálido cuello, olfateando el aroma del alfa, y marcándolo también un poco con su propio aroma.

— ¿Cómo te fue en la uni? — preguntó luego de un rato dándose mimos, el menor.

— Uhm... Yo diría que bien, aunque varios compañeros me acosaron con preguntas de que si de verdad era tu novio. — rió — Al final Taeyong se desesperó más que yo, y les gritó que si, y que a ellos no les tenía que importar, que no fueran chismosos.

Jimin también rió de forma suave por las acciones del peligris, pero no muy convencido de la situación en la que había metido a su hyung.

— Lo que sea que estés pensando, detente. — susurró Yoongi, quitando al menor de sobre él.

Lo acomodó sobre la cama, boca arriba, y se posicionó sobre él, entre sus piernas. Empezó nuevamente a llenarle el rostro de besos, esta vez, bajando también sus labios a su cuello. Sonrió al oír los suspiros satisfechos de su omega, y succionó y mordió un poco, queriendo ver un par de marcas en la nivea piel

— ¿Ya no estás pensando cosas bobas? — preguntó el castaño con voz ronca y suave.

El menor negó con una sonrisita y mejillas sonrojadas.

— Es sólo que creí, que te puede ser molesto el acoso con preguntas personales a cerca de nosotros. — puchereó.

Yoongi besó el puchero antes de responder.

— Realmente soy muy bueno ignorando las cosas que me molestan; literalmente ignoraba a todos, hasta que Tae, explotó. — explicó divertido.

Jimin también río, hasta que se percató del diminutivo que había usado el mayor.

— Extraño a Tae. — murmuró con un puchero.

El alfa se quedó un momento en silencio, sin entender a lo que el menor se refería, hasta que recordó, que su mejor amigo se llamaba similar a su torpe y escandaloso compañero.

— Oh... ¿Por qué no lo has ido a ver? — preguntó suave — Literalmente no tienes ninguna obligación acá por el momento. — sonrió.

El omega pareció pensarlo un poco, y luego negó con su cabeza.

— No, TaeTae tiene mucho que hacer con la uni y eso, y realmente no quiero viajar. Se supone que tengo que descansar... Además me gusta mucho estar aquí... Contigo. — sonrió con cariño.

El alfa negó con una sonrisa.

— Pero es tu mejor amigo.

— Y hablamos casi todo el tiempo... Él entiende, hyung. Créemelo.

Yoongi mordió su labio antes de volver a hablar.

— ¿Él sigue enamorado de tí? — preguntó con curiosidad.

El rubio se ruborizó y soltó una risita nerviosa.

— Uhm... No, realmente. — carraspeó — Él ya tiene una pa-pareja estable. Y creo que sólo se sintió confundido, por... Ya sabes... Eso. — murmuró avergonzado.

— Oh... — respondió también un poco ruborizado — Bueno, me alegro que ya tenga a alguien que lo haga feliz... Y que ya no sufra de mal de amores por un omega tan hermoso. — susurró escondiéndose en el cuello del menor, y marcándolo con su aroma.

— Yo también me alegro muchísimo... Tae merece ser feliz.

— Tú también.

— Y tú también. — rió divertido el omega.

— Mientras tú estés a mi lado, seré el alfa más felíz de todo el planeta tierra. — susurró con cariño.

Se inclinó y besó nuevamente los rechonchos labios de su novio; se besaban con suavidad, mientras daban pequeñas risitas y sonrisas enamoradas. Estaban en su propio mundo, hasta que unos golpes en la puerta de la habitación, seguidos de unos gritos los sobresaltaron.

— ¡Salgan ya! ¡Trajimos la cena!

Ese era su señor papá, pensó Jimin divertido y con cariño.

Corto porque estoy muy cansada y me volvieron a cambiar el puerco día libre. Voy a trabajar literalmente diez días seguidos sin descanso. 😀👍🏻 Llevo cinco :)