La madre de Jimin decide reiniciar su vida luego de que su expareja se casara nuevamente y formara su propia familia. Conoce a un alfa que promete ser lo que ella siempre quiso, con otro hijo incluido y un cambio de ciudad.
Ella espera que ese cambi...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de haber tenido una tarde llena de besos, conversaciones amenas, y sonrojos, Jimin y Yoongi, iba nuevamente en el auto del mayor, de camino a la casa de sus padres, tratando de no pensar en lo mucho que estos probablemente los molestarían, ya que al parecer, era algo que disfrutaban demasiado hacer. Yoongi se había percatado hace mucho de eso, pues era la principal víctima; su padre le decía que era porque simplemente no podías ver a Jimin haciendo pucheros, porque te convencería de cualquier cosa.
El castaño le dió toda la razón a su progenitor.
Él iba conduciendo, y de vez en cuando acariciaba la pierna izquierda del menor, sobre el pantalon deportivo que este llevaba. Se veía muy adorable, con la prenda holgada negra, y su camisa, pues eso había decidido ponerse. Mientras el llevaba el mismo jean, y con una camisa prácticamente nueva que el menor le había pedido a uno de los trabajadores del edificio que le comprara.
Nuevamente no le había dejado pagar, pero con la excusa que le había dado en la mañana, le bastaba y sobraba para dejarle pagar todo lo que quisiera.
— Oye, Minnie, Taeyong estaba muy entusiasmado con eso de que saldrían tus fotos teaser... ¿Es cierto?
Por supuesto que no estaba fingiendo que no estaba al tanto, sólo para no parecer igual de fanboy que su torpe amigo.
El rubio que veía por la ventana de forma soñadora, se giró hacía él, y le sonrió con timidez.
— Si, hyung. Es cierto. — asintió.
Yoongi se metió a un autoservicio de comida rápida por petición del menor, ya que quería llevar la cena para todos.
— Woa~ eso es estupendo, precioso. — suspiró con admiración, al tiempo que acariciaba el tierno rostro con delicadeza.
Jimin aguantó la respiración, mientras sentía los largos dedos del alfa, bajar por sus mejillas a su cuello, y a sus clavículas, subir nuevamente por donde su pequeña manzana de Adán estaba, mentón, y al final posarse de forma delicada sobre sus labios.
Ahora las respiraciones de ambos estaban un poco bastante aceleradas.
— Bésame, por favor. — pidió el menor, cerrando los ojos.
El alfa no se lo pensó ni dos veces, para acatar la orden del precioso omega frente a él.
Se acercó la poca distancia que los separaba y lo empezó a besar con suavidad y adoración, transmitiéndole a través de este, todo el cariño que le tenía.
Se separaron luego de un par de segundos más, por falta de aire. Por suerte, la cola no había avanzado em absoluto, y los vidrios del auto del alfa eran polarizados.
— Las fotos teaser son para revelar el concepto de mi debút como solista. — explicó — Yo lo escogí, como quería que fuera y todo... El señor Heechul estaba bastante entusiasmado, incluso me dejó participar en la coreografía, y me dijo que le narrara a los editores cómo quería que quedara el resultado final, para que ellos lo hicieran tan cual.
