Seré madre

Capítulo 44

Un día ha pasado desde que fueron al hospital. Tal y como fue la actitud de Arturo, su padre la tuvo, aunque esta fue aún más fría e igual recibió la misma respuesta "Solo debemos cuidarla".
Tn quería desaparecer, que todo acabara y poder estar tranquila, pero su hijo era el motor que necesitaba, si debía tener como cinco hijos, los tendría con la única condición de que nada malo le pasara a su pequeño Baek. Según lo que había escuchado anteriormente su padre, estaba dispuesto a eliminar lo que fuera necesario para que su corporación no sufriera las consecuencias, y ese eliminado sería su hijo. Aquel día lloró como una pequeña a la que le quitaba su dulce y abrazó a su hijo con fuerzas. No lo soltó en todo el día, a lugar al que se dirigía llevaba a Baek .Rosa la convenció de que eso nunca pasaría y que él estaría bien.

En el comedor, en un silencio incómodo, comían. Aún le daba a su pequeño la papilla de frutas y unos cereales pequeños, el chiquito tenía sus dientesitos al aire y cada que le sonreí a su madre, los mostraba.
No hace mucho los estaba teniendo, no sé fijó bien de ese dato por el hecho de estar sumergida en lo que le pidieron. Ahora entendía porque en las noches sabía estar inquieto y con ganas de morder todo.

Le devolvía la sonrisa, inconscientemente Baek miraba a Arturo quien también le sonreía con mucho cariño, uno paternal, una que debía ser dado por Jimin y no por él. En su desconfianza, aún disimulaba bien y dejaba que su hijo se le acercara.

-Ven pequeño - lo tomó - Yo te daré de comer, deja a papá  hacerlo - el niño no se quejó, solo se dejó y quedó sentado en las piernas de su ahora padre.

Tn miró aquello, movía sus manos debajo de la mesa con todo el nerviosismo posible y miraba a su padre, quien no levantaba la vista de su celular. Respiro y comenzó a comer, siempre con un ojo puesto en ellos.

- He pensado qu después de que nazca el bebé, le cambiemos el apellido a Baek, será un Kim, ahora si vamos a poder porque ya encontré quien lo haga - ella solo quería volver a negarse, ni el apellido de su padre biológico tenía y le iba a poner el de un narcotraficante, pero antes ya lo habían hablado, mejor dicho decidido, por lo que decir no, no estaba en planes. Solamente el apellido de ella cambió. Pensaba que eso había quedado en el olvido, sin embargo estaba equivocada, días después de la boda , si no fuera por ese señor del registro civil que también ayudó en la boda, fuera culpado por cosas corruptas, Baek ya llevaría el apellido Kim.

- Me parece buena idea - sonrió de la manera más falsa posible.

- Si, Baek es mi hijo y merece llevar mi apellido - Marco estaba contentísimo con las palabras de Arturo.

- Bueno, iré un rato a la oficina en diez partimos - se dirigió a su querido yerno, quien asintió muy emocionado.

- Bueno mi niño, te dejo papá debe ir a trabajar - Tn tomó al niño - Me voy a preparar - le dejó un casto beso en los labios.

- Ok - sonrió y dejó que se fuera para después suspirar - Moriré - dijo a lo que Rosa negó.

- No mi niña, vas a vivir y a tener un hermoso bebé - escuchar eso aún no era una costumbre, se le hacía muy extraño el que lo dijera.

- Si - habló bajito.

Los dos hombres salieron de casa, dejándolas solas. Tn sin ánimos fue a su habitación, sintiéndose mal por no tener ánimos para ayudar en casa, sin embargo en verdad no estaba en las mejores condiciones. Después de lavar a Baek, lo durmió y lo puso en la cuna. Solamente lo observaba, si quedaba embarazada sería un buen hermano mayor, una diferencia de dos años, no mucho para algunos, para otros si, no obstante algo le decía que saldría protector como su padre.

De la gran ventana de ese cuatro entraban los rayos del sol - ¿Qué estarán haciendo? - se preguntó e intentó imaginar a todos.
Ha-neul tendría una vida hermosa junto a Eun Ho, Hee Sun seguiría insultando a los hombres, los chicos con su trabajo, molestándose entre ellos y su madre  viviendo su vida, todo eso se imagina, sin estar ella en el mapa.

Una opresión en su corazón se hizo presente de tan solo pensar que todos la olvidaron. Sacudió su cabeza para sacar esa loca idea en mente, suspiró fuerte y se abrazó así misma. No podían olvidarse de ella, menos Jimin, así la recuerde con odio y coraje por haberlo privado de su hijo, no importaba, con que siguiera en sus pensamientos era suficiente.

La tarde fue tranquila, como se comenzó a acostumbrar sacaron a Baek a jugar un rato al patio. Los señores llegaron, no de muy buen humor, pero nadie habló. Cenaron, estuvieron cada uno en sus asuntos. A la hora de dormir, Tn no podía hacerlo, de hecho se quedó despierta hasta la madrugada, pensar que en unas horas tendría que ir al médico la atormentaba, sin embargo como se ha venido diciendo, no hay nada que pueda evitarlo.

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Día de la cita

Pov. Tn

Teníamos que ir temprano, así que después de dormir solo una hora, me puse de pie y lo primero que hice fue preparar a Baek. Le dije a Arturo que él se alistara primero, para que después me ayude a darle de comer a Baek mientras yo me arreglaba. Mi padre no irá con nosotros por el hecho de que tiene asuntos importantes, algo que me alivia porque no aguantaría tener que tenerlo cerca.

Todos bien vestidos y desayunados, nos fuimos al hospital. En recepción dijimos nuestro nombre y el doctor que nos atendía. Estaba con otro paciente por lo que nos tocó esperar. Rosa mantenía a Baek en sus brazos y yo no paraba de mover mi pierna - Hey , tranquila, todo saldrá bien - puso su mano en mi muslo.

- Gracias - le brinde la curva hacia arriba, la más perfecta, de mi boca.

Después de unos diez minutos la enfermera nos dio pase al consultorio. Miré a Rosa y ella asintió con una sonrisa, moviendo sus labios y diciendo un "ve", tomé coraje y entré. Nos sentamos al igual que el doctor.

- Bien, déjenme decirle que los exámenes salieron muy bien, Tn gozas de una buena salud - me hizo acordar a cuando quedé embarazada de Baek - Y Arturo tú igual, todo está excelente, podríamos iniciar la inseminación mañana a más tardar, pues debo revisar tu muestra Arturo para que no haya ningún inconveniente.

- Me parece bien -me tomó de la mano.

- Entonces acompáñame - se pusieron de pie al igual que yo, y se llevaron a Arturo a otra habitación.

Yo me dirigí a la sala de espera, encontrándome con Rosa - Y bien ¿qué tal?

- Pues los exámenes son muy buenos y mañana inicia la inseminación.

- Ya veo mi niña, sabes que estoy contigo y no te voy a dejar - acarició su cabeza.

- Gracias.

Después de esperar, al fin salió y nos fuimos a casa. Arturo por supuesto fue a trabajar como ellos le dicen, y nosotras en la mansión.

Así pasamos el día, charlamos con Rosa, jugamos con Baek hasta cansar al pobre y dejarlo dormir. Nos pusimos a ver algo en la tele hasta que dio la noche y ellos llegaron. Mi padre me felicitó diciendo que todo saldría bien, una cara de simpatía me tocó poner y decir "gracias". Cenamos y como siempre, al terminar nos arreglamos para ir a dormir.

Al día siguiente, pues ya se lo deben imaginar, en tratamiento inició. Estuve acostada en una cama, y la inseminación inició, luego de ese fui a casa, me mandaron reposo por tres días, nada de esfuerzos, y tomar cosas calientes. Arturo estaba más que feliz mi padre igual. Rosa me miraba con unos ojos de tristeza, pues sabía lo difícil que esto era para mi, además fue la que me cuidó y me ayudó con Baek. Sin embargo fue la que de corazón, me daba apoyo y decía que todo saldría bien. En las noches tocaba mi vientre.
No voy a odiar este bebé, lo amaré como es debido y lo protegeré de todo y todos los que le quieran hacerle  daño, porque es mi hijo y yo su madre, quizás no es la mejor manera de tener un hijo, peor en una vida como está, pero me tiene a mí y eso es suficiente.