Seré madre

Capítulo 61

Pov. Tn

La luz se filtraba por la ventana, sentía que algo me inmovilizaba, así que me removi un poco y abrí los ojos. Fruncí mis ceño al darme cuenta que estaba en la sala.

—Me quedé dormida—dije para mi.

Quise pararme pero unos brazos en la cintura me lo prohibieron. Espantada miré a su propietario. Ay no me quedé dormida con Jimin. Tapé mi boca en cuanto un quejido de queja quiso salir.

—Debo levantarme.

Quise quitar despacio esas estremidades pero de nuevo no pude.

—Un rato más Tn—más roja me puse y las ganas de largarme eran más fuertes ¿cómo se suponía que debía enfrentar esto?

—L-Lo siento, pero de verdad debo irme.

Él comenzó a removerse y abrir por último los ojos. Me quedó viendo por unos segundos y luego parecer cobrar cordura. Esos ojos parecía dejar de ser asiáticos.

—Ay lo siento no fue mi intención incomodarte — retiró sus brazos de mi cintura.

—No te preocupes, todo está bien.

Nos quedamos en silencio por unos instantes. No sabía  qué decir, Jimin parecía querer correr al igual que yo.

—Yo... — fue interrumpido por un llanto.

—¡Mami! — se escuchó el llamado de mi Bon-hwa.

—Ya vuelvo—me puse de pie y caminé hasta el cuarto.

Ahí estaba mi hijo llorando y Baek seguía dormido. Me acerqué rápido para que no levantara a su hermano, lo tomé en brazos y salí de la habitación.

—Ya amor, ya pasó, aquí está mamá—daba caricias en su espalda.

—Mami — hipeaba.

—Tranquilo, trata de dormir —seguí meciendolo mientras lo arrullaba.

—Mami.

—Aquí estoy — seguí calmandolo hasta que realmente se quedó dormido de nuevo.

Vi el reloj de la cocina y no marcaba más de las seis y media, estaba muy temprano y ya hacía sol. Como mi hijo estaba dormido, me disponga a ir al cuarto.

—Tn—me detengo en cuanto me llama.

—Dime —hablo bajito.

—Puedo —con su mano señaló la habitación y yo asentí.

Fuimos juntos y yo dejé a Bon-hwa en la cama mientras Jimin se acercaba a Baek para darle un beso en la mejilla. Sonreí al verlo, pero quedé perpleja al ver que hizo los mismo con Bon-hwa.

—Debo irme —se acercó a mí—los buscaré más tarde para la comida que tenemos en la casa a de Nam.

Dejé de estar en mi trance cuando  dijo aquello, se me había olvidado.

—Claro, claro, este... ¿A qué hora debemos estar allá?

—A las cinco, aunque no hay necesidad de llegar tan puntuales, se van a quedar hablando un buen rato conociéndolos antes de comer—me sonrió.

—Ya veo, bueno entonces tengo tiempo para arreglarlos —mire a mis pequeños —Ya te llamo para que nos vengas a ver.

El asintió y salio del departamento, el aire volvió a mis pulmones y un rubor se hizo presente.

—Tonta—me golpeé —Acabas de dormir con Park Jimin, ¡Ash! Qué se supone que haga, esto no es nada cómodo.

Acaricié mi frente al dolor que se me vino, ya no servía de nada ponerme a estar lamentando.