Capítulo 69

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Pov. Narradora

Los dos se separaron, su respirar era irregular, las emociones se volvieron tan abrumadoras que causaron un cansancio físico y mental.
Tn estaba con la mirada en el suelo, aun no creía lo que había hecho, pero los sentimientos se desbordaron.

—Jimin yo... —su frase se vio interrumpida luego que él tomará entre sus manos su rostro y besara sus labios otra vez.

La unión de esos, no perdía la emoción inicial. Tanto tiempo sin estar juntos hizo que sus propios cuerpos reclamaran cercanía luego de quitar esa barrera que les impedía demostrarse como tales.

Nuevamente se separaron por la falta de oxígeno, sus ojos esta vez se encontraron.

—Gracias, gracias —repitió Jimin pegando sus frentes.

—No, gracias a ti, gracias por no rendirte con nosotros como yo lo hice —lágrimas salieron de sus ojos —te amo Jimin más que a nada en este mundo, te amo y no sabes lo feliz que soy por poder estar a tu lado.

Esas palabras fueron suficientes para que el corazón del susodicho brincara de alegría, su amada Tn, le decía te amo  sin problema alguno. De cierta forma su subconsciente era consciente de aquello, pero aveces es necesario escucharlo, sentirlo, vivirlo, como tal.

—Yo, no estoy bien y lo sabes, pero créeme que eso no será un impedimento para darte todo mi amor —aseguró Tn luego de un largo minuto se silencio.

—¿Qué dices? No te aflijas por eso ni te preocupes, yo sé que las cosas no andan bien pero mírame, estoy aquí para ser tu soporte, para ayudarte Tn, no vuelvas a decir eso, somos una familia, yo soy y seré tu ancla mi amor —besó su frente.

—En verdad que soy la mujer más afortunada del mundo por tenerte —lo abrazó —perdóname por hacerte esperar tanto, pero ya estoy de vuelta.

—Y no sabes  cuánto me alegra eso.

Ellos dos eran en ese mismo instante, bajo la oscura noche, la definición de un amor perfecto en lo imperfecto, eran el ejemplo de que cuando estás destinado a alguien no hay quien deshaga esa unión tan poderosa, tan magnífica, tan importante para el subsistir de ambos.

—Vamos, debemos ir por los niños —se puso de pie Tn a lo que Jimin la siguió.

—Tienes razón, debemos ir por nuestros hijos —tomó su mano y a pasos suaves, con sus mejillas sonrojadas tal cual como adolescentes enamorados entraron a su habitación en la que yacían sus hijos.

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En Seúl

Sé encontraban en una sala para las visitas, el abogado esperaba que llegara su cliente para entregarle la notificación que se le fue dado apenas esa mañana.

Las puertas sonaron, dejando ver a un hombre alto, cuyo aspecto a juzgar, delataba lo histérico que estaba. Ya habían sido algunas visitas y ese hombre que vistió elegantes trajes en algún momento, había desaparecido.

—¿Qué sucede? —la voz raposa sonó en ese cuarto.

—Lamento mucho lo que voy a decir, pero he traído estos papeles, son de la solicitud de divorcio —acercó el sobre al hombre que tenia esposas en sus manos.

—¡¿Qué es esta mierda, no te dije claramente que solo quiero noticias de mis hijos y mi esposa?! —golpeó la mesa fuertemente.

—Te he traído una, esta solicitud es del abogado de ella y para que todo sea pacifico te la he traído —le dijo sin más.

Seré madre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora