Capítulo 51

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Maratón (3/4)


Pov. De Tn

Quería seguir dándome el lujo de temblar mientras guardaba en una bolsa "cosas necesarias para salir al parque". Eran las tres y media de la tarde y la situación había sido tan tensa en la mañana que esperaba que el comportar de los niños hacía a
Arturo no arruinara mis planes, pues hubo un momento en que insistió por ir con nosotros , asegurando que quería disculparse con los infantes y pasar un tiempo de familia adecuado. Gracias a Dios aceptó que se le negara eso, al afirmarle que lo mejor era hablar con ellos sin que él estuviera presente, ahora un auto nos esperaba fuera de la casa para llevarlos a un parque cercano.

-Listo niños, mamá ha terminado así que vamos - comenzamos a bajar las escaleras topandonos con Rosa quien también nos acompañaría.

-¿Empacaste todo mi niña? - me preguntó entre susurros.

-Sí - respondí.

Salimos de la casa y subimos al carro, solo estaba el conductor y un guardaespaldas, algo que me ponía muy nerviosa.

Tratando de simular todo ese nerviosismo, el transcurso al parque fue totalmente tranquiloy en silencio.

Al llegar los niños no esperaron pro salir corriendo hacia los juegos, con Rosa nos sentamos en una de las bancas, tal y como lo habíamos acordado íbamos a dejar que se cansen y pidan algo de comer,habia un kiosko cerca así que ese sería mi punto de salvación por así decirlo.

Los niños corrían de un lado a otro, sin parar mientras reían, y esa risa es la que me sigue impulsando a querer salir de este infierno disfrazado de cielo.

Con Rosa disimuladamente comenzamos a visualizar el lugar, el guardaespaldas estaba quiero en una esquina y el chófer en otra, los dos con sus rostros neutros.

Estábamos tan concentradas que no nos tamos con Baek y Bon-hwa se nos acercaban - Mami - jalo mi pequeño - Quelo agua - dijo con una voz agitada.

- Yo también mami - dijo mi otro pequeño.

- Muy bien vamos por agua y algo de comer a ese kiosko ¿de acuerdo?

-¡Sí! - sonrieron.

La miré a Rosa, era momento de actuar.

Al entrar a ese lugar un señor de tercera edad nos recibió muy entusiasta - Buenas tardes - salude.

-Hola - alzó la mano Bon-hwa.

-No, se dice buenas tades - regañó a su hermano - y una devedencia, así - saludo e hizo la reverencia.

Mi otro pequeño lo vio con asombro y le copio todo.

-Oh, que lindos niños - dijo sin más.

- Muchas gracias - le sonreí - Por casualidad ¿tiene un baño?

-Claro, por el pasillo seis al fondo y a la izquierda - asentí y me los llevé.

Ellos no se quejaron sabían que debían lavarse las manos antes de comer o cualquier otra cosa, pero no se esperaban que antes de llegar me desviará del camino. Como era de esperarse cerca del baño había otra puerta, como una bodega, así que sin importar nada entré por allí para buscar una salida trasera. Caminos por un pasillo corto hasta llegar a un lugar más vierto y lleno de mercancía, seguí arrastrando a los niños conmigo hasta encontrar la puerta trasera del lugar y bingo, ahí estaba.

La abrí con cuidado y salí del lugar - Esperen aquí - les dije a lo que ellos me miraron extrañados - Mamá ya vuelve - agradecía inmensamente que no fuera vigilada como una fugitiva por esos dos hombres que nos acompañaban, así que se me hizo muy fácil todo esto.

Seré madre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora