Capítulo 58

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Prov. Tn

—No importa mamá, vayan yo llevaré a los niños a la guardería —les dije a lo que ellas me quedaron viendo algo indecisas.

Resulta que hasta mañana tenia que empezar a trabajar, pero las llamaron a último momento y ahora debo llevar a mis niños a la empresa.

—Pero hija, va a ser  pesado, los bebes no están ni acostumbrados a estar  sin su madre o abuelas.

Me dio gracia verla.

—Tranquila mamá y Rosa quite esa cara por Dios, no va a pasar nada, yo estaré bie ¡estaremos bien!¿Verdad? —miré a mis pequeños.

—Si mami —dijo Baek.

—Ya ven, ahora voy a hacer una maleta para las cosas de los dos hombrecitos para llevármelos.

Sin más me dirigí al cuarto, saqué una pañalera y metí un cambio de ropa para los dos, pañitos, dos toallas pequeñas protector solar y listo, ya no son unos bebés así que no hay que llevar muchas cosas, bueno tampoco es como si hubiera experimentado lo que era llevar una pañalera cuando eran bebés, porque pues nunca salí de casa tampoco, de ese martirio que asegura mi madre es el más horrible, me libré.

En fin, ya con el bolso listo salgo.

—Bueno niños vamonos—ellos se pusieron de pie de lo que estaban jugando en el suelo.

—Mami—me llamó Bon-hwa.

—Dime amor.

—¿Vamo a tal con mami?

Le sonrei y me puse a la altura.

—Mamá va a estar en su oficina trabajando y ustedes estarán con otros niños hasta que yo vaya a verlos para ir a comer e ir con nuestra amiga Soo Ha —es la psicología de mis niños de cuatro a cinco los ve, justo cuando salgo del trabajo.

—Lo pometes—mi Baek me habló.

—Claro amor, yo iré—les acaricié las mejillas—Ahora sí vámonos, despidanse de sus abuelitas.

—Chao Abuelita Rosa—le dio un beso—Chao abuelita Mary—hizo lo mismo.

—Tao abueita—imitó la acción de su hermano—Tao abueita.

Los dos satisfechos de recibir todos los besos y abrazos de sus abuelas, tomaron mis manos y nos fuimos directo al ascensor para ir al primer piso. Al llegar salimos y tomamos taxi para llegar a la empresa, en menos de lo que imaginamos el taxi arribó en la entrada.

—Muy bien vamos a la guardería—nos encaminamos hacia el lado derecho y unos cuantos pasos más y di con el lugar.

Me adentré, los niños estaban tímidos y me quedaron mirando.

—Buenos días—nos saludó la profesora.

—Un gusto—me sonrió.

Me puse a la altura de los niños y los miré—Mamá vendrá a la hora del almuerzo, van a hacer amigos, la profesora los cuidará ¿estamos?

—Si mami —habló Baek—Te espedademos.

—Los amo—los besé en sus frentes y me puse de pie —Entren—me hicieron caso y fueron directo donde los otros niños. Miré a la señorita que estaba, le entregué mi bolso—Cualquier cosa me marca al piso de la oficina del Vicepresidente por favor.

—Claro, eso haré, vaya tranquila.

—Muchas gracias.

Dando un suspiro me dirigí de una al ascensor para ir al último piso. Como es de esperar no demoró mucho y ya estaba ahí.

Seré madre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora