Capítulo 47

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El avión aterrizó y un montón de paparazzis al igual que fans los esperaban. Los chicos como siempre sonrieron ante las cámaras y saludaron mientras sus guardaespaldas abrían paso para que pudieran ir a la camioneta que los esperaba para llevarlos al hotel y descansaran antes del evento que tenían con grandes empresarios en busca de inversionistas.

Una vez llegaron cada uno fue a la habitación que les correspondía. Estaban tranquilos, Jimin en especial solo se dedicó a ver las noticias donde anunciaban su llegada a América mientras tomaba un Vodka.

- Ya vez Baek, tú papá y tíos son muy exitosos - sonrió viendo la foto que tenía en manos - Te prometo que cuando nos veamos nos iremos a de viaje con tu mamá a donde quieras - besó la fotografía.

Había adquirido esa costumbre, hablarle a una fotografía. Tenía tanto valor para él que una vez en la que se pensó que estaba perdida se desesperó de tal manera que no podía ni respirar.

Sin muchas ganas se puso de pie y fue a la ducha. Ya era de noche así que dormiría lo que más pudiera para poder estar despierto en aquella fiesta . Pero sus planes fueron cancelados cuando una llamada se hizo presente - Muy bien, entiendo a la perfección, no se preocupe todo saldrá bien - y finalizó la llamada.

Por otra parte un avión privado se hacía presente, de este bajaba un hombre cuyo nombre todos saben, junto a sus subordinados. La altivez de este no tenía precio, caminaba sin temer por nada. El hecho de encontrarse con Park no lo asustaba, después de todo el nunca sabría dónde estaba Tn y tampoco es como que si lo fuera a decir. Él ganó, la tenia a ella con la cual formó una familia, no necesitaba de nada más, esa jovencita ni siquiera pensaba en Jimin así que no veía como un peligro a ese hombre.

Esperaba con ansias tener que verles la cara a ese grupo de siete, pensar que en algún momento le dieron toda su confianza le causaba gracia, pues en el mundo donde se encuentra sumergido, la confianza es un privilegio muy grande y no cualquiera se lo gana.

Un carro flamante negro lo esperaba, detrás de ese iban dos más con sus subordinados. Las calles estaban vacías, en silencio pues la madrugada había llegado. En esa soledad solamente llamó a su esposa. El celular dio dos pitidos y la llamado fue aceptada.

-Cariño ¿cómo están los niños? -sonrió- Mis pobres bebés se quedaron llorando.

Desde la otra línea se escuchó la risa de Tn - Pues muy bien, después de patalear y hacer berrinches se tranquilizaron cuando les dije que les traerías regalos.

-Ni modo tendré que hacer un paseo por tiendas de juguetes- sonreí mientras jugaba con la alianza de su anular.

- Está bien vuelve pronto ¿estamos?

- Como usted ordene.

- Descansa, come bien y nada de emborracharte.

- Está bien, tú también cuídate.

Y con eso se pudo finalizar la llamada.

Nunca imaginó que podría ganarse el amor de Tn, su gusto hacia ella comenzó en cuanto vio lo que la adolescencia puede hacer. No fue obvio, solo él sabía ese secreto que sirvió para Marco, utilizó ese sentimiento y ahora está casado y con hijos. Siempre supo a lo que se metía, a lo que se arriesgaba y a lo que abandonaría, puesto que dejó a su familia y su vida. No se arrepentía, estaba feliz de poder haber logrado su objetivo y ahora era mucho más feliz.

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Día del evento

Todo estaban listos, sus trajes a la perfección, que asentaban a sus buenas figuras. Todos estaban alegres  pues el evento les traería una buena ayuda a la empresa.

Seré madre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora