Capítulo 65

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Maratón (1/5)

Pov. Narradora

Se la  pasaron  hablando de todo un poco.  Dentro de unos días debían irse de nuevo de viaje. Tn se  puso sentimental al no poder tenerlas con ella más tiempo  pero era su vida y de igual manera sabia que siempre estarían ahí para ella. Se fueron a dormir, Tn con los niños y Rosa y Mary  en sus habitaciones.

Al día siguiente Mary tenía preparado el desayuno junto a Rosa. Tn por su parte levantó a los niños y los arregló primero para luego ella hacerlo.

Comieron tranquilos, los dos pequeños estaban muy felices de tener a sus abuelas con ellos.

Cuando terminaron, Rosa, apuró a Tn para que saliera, le aseguró que no debía preocuparse por la limpieza, la joven quería ayudar pero tenía razón, debía salir rápido, estaba un poco atrasada.

Tomó a los niños su maleta y salió directo al ascensor.

—Mami — Bon-hwa jaló de su mano.

—Dime amor —le sonrió.

—Celulad billa —señaló Baek.

Tn se apresuró en sacar su teléfono y en efecto ahí estaba el registro de más de quince llamadas perdidas de Jimin.

—Ay no —se apresuró en marcar de nuevo.

Llamada que fue aceptada al tiro.

—Tn, Dios, nos sabes lo preocupado que me tenías, dijiste que me llamarías ¿todo está bien? He venido a verlos.

Las puertas del ascensor se abrieron dando directo con la puerta de salida del conjunto.

—¿Estás en el estacionamiento? —le preguntó.

—Sí.

—Ya vamos —dejó que se cierren las puertas y aplastó  planta baja.

No demoró mucho en llegar. Salieron y se puso a buscarlo con la mirada, cuando lo vi acercándose a un paso acelerado.

—Que bueno es verlos.

Parecía aliviado, la expresión de él era como por fin estar en su lugar seguro. Besó a los niños y a ella en la frente lo que ocasionó que el latir de su corazón pasara de uno suave a un martillar fuerte.

—Vamos, los llevaré a la empresa ya están tarde.

No dijeron nada, solo lo siguieron. Tn se sentó adelante con él. Los niños se pusieron a hablar entre ellos.

—No pensé que vendrías.

—Es que ayer dijiste que me llamarías y me preocupé.

Tn se dio un golpe mental.

—Lo siento, es que mamá y Rosa, llegaron.

—Que bueno la verdad —sonrió y giró a verla rápidamente para seguir concentrado en el camino.

—Lo sé, aunque se van pronto.

—Mm bueno eso era de esperarse.

—Es verdad.

—Por cierto —se detuvo justo en un rojo y ahora si se volteó a verla apropiadamente.

—Dime —se sobresaltó al tener su mirada en ella.

—Los niños van con la psicóloga hoy ¿verdad?

—En efecto.

—Bueno podría ir a retirarlos.

Seré madre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora