Capítulo 21

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Pov.Tn

-Bien al parecer todo esta bien, lo único que noto es que tu presión esta algo alta ¿tienes algún estrés?

Pues fíjese que sí, el hombre que amo y del que estoy escapando me quiere quitar a mi hijo.

Obviamente nunca podría decirle eso.

-El trabajo, pero estaré bien se lo prometo.

-De acuerdo.

La semana al fin había acabado y regresar a mi trabajo fue lo único que pensé, no podía salir sin antes ponerme una gorra y una mascarilla el tener que encontrarmelo me aterraba pero todo terminó, volvieron a Seúl a seguir con sus proyectos mientras yo caía en mentiras para que Arturo no se viniera.

Salí del consultorio con la foto del ultrasonido en mano.
Cogí un taxi para irme al hotel ya que no tengo tiempo. Cuando llegué la vi a mi amiga ahí, sentada mientras tecleaba algo con mucha concentración.

-Lo siento pero necesito una habitación la más lujosa que tenga.

-Claro, deme sus datos - sin alzar su vista siguió hablando - ¿Va a pagar con tarjeta o con efectivo?

-Tsk yo venia a pasarla gratis, no a pagar, qué le pasa.

Y solo así fue cuando alzó su mirada en busca de responder algo pero se calló - Ya me ibas a mandar quien sabe a dónde, si ves mi amor - acaricié mi vientre - Tu tía no nos quiere - fingí llorar.

-Ay no Tn, lo siento mucho en serio.

No pude más me reí de ella - Te la creíste todo, ja, ja, ja.

-Cómo no, si eres más bipolar que una morsa.

-No sé que fue esa comparación pero tienes razón, ya sabes cosas de embarazadas, igual lo siento.

-Mejor ven que toca trabajar.

-Sí, sí patrona no se preocupe haré lo que diga.

-Así me gusta, de esta manera te ganaras un premio por buena chica.

-Siento que soy tratada como una mascot - toque mi pecho fingiendo indignación.

-Ya mueve, que hoy si tocan muchas reservaciones y tenemos que ver qué todo esté en su lugar.

-Sí capitana.

Sin más nos pusimos hacer lo que debíamos no sin antes mostrarle la nueva ecografia a lo que ella sonrió de ternura y es que mi niño es como la octava maravilla del mundo, ok, exagero, ni verlo bien en esa ecografia puedo pero está aproximándose a serlo, yo lo sé.

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Horas más tarde

Ya terminando de atender varios clientes, nos fuimos a nuestro descanso para poder comer mientras otros se hacían cargo.

Estábamos en el restaurante de la esquina, mi favorito.

-Siempre pides lo mismos, no te da consitas, no lo malinterpretes, pero hasta yo me hostigaría.

Separé mi abrigo y le mostré mi pan sita - Está es mi razón - le sonreí - No puedo hacer nada si no como lo que quiere me manda al baño y se la pasa moviéndose todo el día, hasta ahora anda tranquilo y quiero que lo siga estando anoche casi ni duermo por sus constantes patadas.

Seré madre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora