Capítulo 66

87 7 0
                                    

Maratón (2/5)

Pov. Tn

Ya era viernes, tenía a los niños duchados y las maletas listas para cuando viniera Jimin.

—Mamá, Rosa, seguro no quieren venir, Jimin dijo que no había problema.

—No hija, además ya en dos días debemos irnos otra vez de viaje, así que no te preocupes, anda y disfruta tu viaje.

Iba a decir algo pero el celular comenzó a sonar, abro la llamada.

—Ya estoy llegando.

—Entiendo ya bajamos.

Colgué y me puse de pie.

—Niños, ya vamos —sus pasos apresurados se escucharon, yo extendí mis manos y las agarraron.

—Vamos mi niña, nosotras les ayudamos con las maletas.

—Gracias Rosa.

Tomamos el ascensor hasta el estacionamiento, Baek estaba muy entusiasmado y Bon-hwa le seguía a su hermano. Vimos al coche detenerse justo frete a nosotros.

—Papi —se lanzó a él en cuanto se bajó.

—Hola mi amor, hola Bon-hwa —le hizo un movimiento con la mano.

—Hola amigo Jimin.

—Hola señoras —hizo una reverencia —Es un gusto poder verlas de nuevo, se siente que ha pasado una eternidad.

—Lo mismo digo, pero bueno, los dejamos para que puedan irse, no puedes quedarte aquí.

—Es verdad, subo las maletas y me voy —dijo tomándolas y poniéndolas en el maletero.

—Bueno mamá y Rosa ya me voy, por fa me llaman si se llegan a ir —les di un beso.

—Claro, no te preocupes —me dijo mi mamá acariciando mi pelo —disfruta tu  viaje.

—Chao abuelas —se acercó a darles un beso.

—Adiós Baek.

—Tao, ya me voy —dijo Bon-hwa haciéndolas reír.

Nos subismo al auto y nos fuimos sin más. Todavía seguía habitando claridad pero hasta llegar allá, lo más seguro es que iba a oscurecer.

—¿Seguro que estarás bien con manejar de noche? —le dije algo preocupada.

—Tranquila Tn, mejor pensemos en que ir comprando para estos chiquitines qué ya después van a tener hambre.

—Es verdad, creo que unos sanduches estará bien, con eso ya se han de llenar, y como se han de dormir hasta llegar allá, ni han de molestar.

—De acuerdo.

Tal y como dijimos  los niños reclamaron por hambre. Les compramos lo que dijimos y les dimos a cada uno. Fue cuestión de una hora para que se quedarán dormidos en sus asientos y el silencio reinara.

—Se acabaron las conversaciones extrañas.

—Es verdad, a veces no entiendo que es lo que quieren decir.

Jimin no puedo evitar soltar un risa.

—Me llena de dicha poder estar en esto la verdad, aunque lamento mucho no haber podido estar en sus otros momentos.

—Si.. Lo siento—bajé la cabeza ante lo que dijo, y tiene toda la en cierta parte fue mi culpa.

—No te disculpes, si lo dije no fue para que te sintieras culpable, las cosas se dieron de esa manera tan desafortunada pero ya estamos juntos y eso es lo que cuenta — me dio un apretón en mi mano y yo solo asentí.

Seré madre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora