Capítulo 40

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Un año después

Pov. Tn

Es asombroso como el tiempo pasa. Parece como si solo ayer hubiera sido obligada a venir a este lugar. Jugar a la buena esposa e hija es agotador lo único que me salva de no sumergirme en la locura es mi pequeño que hace tan solo unos días cumplió su primer añito de vida.
Aunque fue una celebración sencilla la pasamos bien, preferible a que tener a esas personas viendo a mi hijo.

Obviamente Arturo aceptó, unas palabras dulces y una entonación en estas muy suave lo convencieron. Mi padre está cegado con ese hombre y por eso se deja llevar y convencer.

Estábamos sentados con Baek en su mesita desayunando. Le daba una papilla de frutas que Rosa me había enseñado a hacer mientras yo comía mi plato de frutas y un café al lado. Los pasos provenientes de las escaleras se hicieron escuchar y para qué nombrar.

- Uy ¿qué les estás dando a mi pequeño? - dijo Arturo dándome un beso en mi cabeza e igual a Baek.

- Una papilla de frutas - respondí mientras le daba más de comer a Baek.

- A ti solo te gustaba la de manzana - comentó mi papá- Luchamos mucho para poder darte otras, pero nunca funcionó.

Mi madre, tenía que que nombrar a mi madre. Agaché mi cabeza para no hacer mis lágrimas salieran - No sabía eso - levante mi mirada y les sonreí - Gracias a Dios este pequeño no salió a su madre.

- En la noche , cuando volvamos - él gran señor Smith interrumpió la burbuja que tuve con mi hijo imaginando que salió a su padre - Tendremos que hablar.

Arturo y yo nos miramos algo confundidos. Lo que nos dijo era algo serio lo sabíamos muy bien - Está bien - rompió el silencio mi esposo - ¿Nos vamos?

- Vamos - antes de irse una nuevo beso se instaló solo que en mis labios.

Los vi irse, atravesar esa puerta y sentir mi alma en paz. Rosa se acercó retiró el plato de Baek y lo levantó.

- Se ha ensuciado todo - habló con gracia.

- Sí, un desastre total - reí - Lo bañaré.

- Entonces prepararé la tina- me lo devolvió.

Fue a la habitación y luego yo la seguí. Le quite la ropa y lo metí en el agua. El agua salpicaba por todo el lugar. No le encantaba el baño en sí pero igual disfrutaba cuando así lo deseaba.

Pasamos una hora así hasta que terminamos y le puse su ropa. Era un conjunto muy bonito. Como terminaba cansado de tanto jugar se dormía al instante. Lo dejé en su cuna y bajé. Fue a la cocina donde sabía que Rosa se encontraba.

- Rosa - la llamé a lo que ella volteó a verme.

-¿Qué pasa mi niña? - sus palabras era delicadas algo que me encantaba, era como mi otra madre.

- Tengo un mal presentimiento, papá dijo que tenemos que hablar cuando ellos regresaran - la mire con notable nerviosismo en mi expresión  y es que sí, siento que algo no va a salir bien.

- No debes apresurarte a los hechos ¿de acuerdo? - me brindó una sonrisa para tranquilizarme y lo logró un poco.

- ¿Necesitas algo de mi? - estar en casa todo el tiempo no era mi pasatiempo favorito, se tornaba todo aburrido cuando Baek dormía y Rosa no necesitaba nada de mi.

Seré madre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora