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FERKON

Como cada día la encuentro sentada junto a Fernando y Monserrat en la cafetería. La veo sonreír mientras el imbécil le habla muy cercano a su oído, me dan ganas de romperle la cara para borrar la estúpida sonrisa al idiota recién llegado.

Llevo mis recuerdos hacia un algunas semanas atrás, cuando besé ligeramente sus labios sin su consentimiento y después es ligero mordisco que le di en su cocina, sin duda fue lo que marcó para interesarme en ella. Sonrío ante mis recuerdos. Vuelvo a sonreír al recordar el golpe que me dió el día lunes por no haberme soportado las ganas de volverla a besar aún cuando me advirtió que no lo hiciera, llevo mi mano a mis labios palpando el golpe casi cicatrizado.

—"Tierra llamando a Ferkon" —sonrío volteando hasta Lorenzo—. La vas a desgastar con tantas miradas —se burla.

—Es un imán —respondo dando un bocado a mi hamburguesa.

—Sin duda, y Fernando seguro es el metal porque no se le despega —se burla Rodrigo haciendo que vuelva la vista hacia ellos.

Un par de días han bastado para que se vuelva su inseparable amigo. Es una gran estupidez, por la mañanas Franko se encarga de traerla cuando su padre no puede y durante el desayuno Fernando se vuelve un jodido chicle.

Me siento como un idiota por no ser quién esté en el lugar de ambos, no pretendo engañar a nadie cuando la ojiazul me encanta.

—Terminarás con tortícolis —escucho la voz de Arturo.

—"Solo me gusta hacerla enfadar", decía —habla Rodrigo nuevamente. Mis amigos ríen ante su comentario.

—Se ha metido en mi cabeza y ahora no tengo el control para sacarla —respondo viendo brevemente por enésima vez hacia su mesa.

Quien diría que mi engreída vecina terminaría haciéndome suspirar tan solo al verla, no digo que estoy perdido por ella, pero es una niña que me gusta y me gusta mucho.

—O sea, ¿la quieres para más que un buen revolcón? —vuelve hablar Rodrigo mostrándose sorprendido.

—Jamás he sido un sujeto que vaya de conquista en conquista ilusionando a las chicas —respondo con cierto grado de molestia.

Mi "querido" idiota amigo piensa que todos somos como él, un grupo de sujetos sin escrúpulos que sólo buscan a las chicas para pasar el rato, tal vez a él le parezca muy divertido el romper el corazón de cuanta chica se le ponga enfrente pero no todos somos como él cree.

—Tampoco te hagas el santo —se burla.

No soy un santo, eso está claro pero tampoco soy un mal nacido que busque andar con una y con otra. He tenido lagunas aventuras pero jamás bajo engaños o falsas promesas, eso es algo que Rodrigo no puede decir.

—Sólo te has obsesionado con ella porque primero querías fastidiar a tu hermano y ahora te cala que Fernando te lleve la delantera. No quieres nada serio con esa chica. Seguro cuando logres tu objetivo la sacas de tu cabeza.

—He cambiado de parecer —vuelvo a observarla y escucho la risa de Rodrigo.

—Camila es muy bonita, pero no puedo creerte cuando siempre has hecho alarde que "tú, no eres de noviecitas" —Rodrigo insiste con sus burlas, típico de él.

VUELVE A MÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora