-38-

1.8K 305 39
                                    


FENRIR

Quisiera que el tiempo se detuviera aquí, con nosotros juntos aceptando lo que sentimos el uno por el otro sin importar los millares de conflictos que nuestro amor pueda acarrear.

Me da un temor inmenso el pensar que lo que soy puede alejarme de ella, no podría hacerme a la idea de perderla, quizá suene absurdo y apresurado, pero lo que siento por Camila es algo tan grande como jamás imaginé que existiría en mi interior.

No es un amor que surgiera repentinamente, fueron los días a su lado cuidando de ella, viéndola dormir sobre mi regazo mientras acariciaba su cabello, el sentirme elemental en su vida al no separarme de ella en los momentos más difíciles en su vida; surgió allí entre cardos y espinos, y pienso que ello hará de nuestro amor uno tan inmenso que será imposible de destruir jamás.

—¿Es verdad? —cuestiona cuando separamos nuestros labios— ¿Todo lo que me has dicho es verdad? —insiste y acuno su rostro.

—Lo lamento, pequeña —beso ligeramente mis labios.

Me duele verla así, ha pasado por tanto y quisiera ahorrarle todo el dolor que ha sufrido, quisiera colocarla en una esfera de cristal donde sólo pueda ser feliz.

—Mi padre no es mi padre, mi madre era la amante de un narcotraficante, tú eres un agente y ¿besé a mi hermano? Eso es tan repulsivo —agacha la mirada e intenta alejarse.

—Nada es tu culpa —suelto su rostro y envuelvo su cintura—. Sólo has sido víctima de todo.

—¿Qué harás? —suspiro ante su cuestionamiento.

—Cuando sucedió lo de tu madre, yo ya estaba con el cometido de llevarte a La Santa y puesto que en la ANN ya sabían donde se encontraba César, hice un trato con ellos —acaricio su rostro con una mano mientras la otra sigue rodeando su cintura—. Mapache, César será juzgado como traidor, irá a un juicio castrense y en la ANN pueden inclusive condenarlo a cadena perpetua según las repercusiones que hayan acarreado sus acciones —lleva sus manos a su boca al saber que su padre puede ir a prisión.

—No vas a permitir eso, ¿cierto? —cuestiona con la voz cortada estando completamente aterrada— No pueden recluir a mi papá de por vida en una prisión. Él sólo se enamoró; como tú y como yo. Nadie debe pagar condena alguna por haberse enamorado —llora sin consuelo.

—Mi vida, sólo soy un sargento, mi voz no tiene peso en la ANN. Los jueces castrenses son los altos mandos.

—Si cumples con el acuerdo que hiciste... ¿qué trato hiciste? —pregunta con desesperación.

—César ha rechazado cualquier trato, lo hizo para que te mantengas lejos de Andrés. Quiere mantenerte a salvo —acuno su rostro sintiéndome desesperado ante su dolor.

Yo también la quiero fuera de todo esto, en cierto modo me alegra que César haya rechazado toda probabilidad de enviar a Camila a La Santa. Independiente de que Andrés sea incapaz de dañarla, ese no es lugar para ella.

—¡¡No me importa, si ese hombre me quiere para ser su sucesora entonces no corro peligro!! —se altera y escapa de sus brazos— No voy a dejar que mi padre vaya a prisión, César es mi padre aunque no lleve su sangre y no voy a dejar que pasa su vida tras las rejas    —lleva sus manos a su rostro para llorar sin consuelo.

VUELVE A MÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora