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FENRIR

Ella no deja de llorar a pesar que ya sabe a salvo a nuestra hija y sabiendo también que Álvaro ha sido detenido y está siendo trasladado a Quesbo, me he quedado en el deseo de darle una paliza por haber provocado tanto dolor en mi pequeña, pero lo que me genera cierto consuelo y hasta felicidad, es que Marcus me ha dicho que él se encargará de interrogarlo junto con Thiago, sé bien el tipo de interrogatorio que emplearán y eso es gratificante.

—Me duele saber que mi hermano está detrás de todo esto —habla sin poder controlar sus lágrimas.

La atraigo hacia mí para darle consuelo aún sabiendo que es inútil mi intento. La estrujo y dejando repetidos besos sobre su cabello.

—Creo que debemos ser nosotros quienes le digamos a Fernando —le hago saber.

Ella se aleja un poco de mí para verme al rostro, seca sus lagrimas e intenta controlarse. Su intento es fallido, aunque ya no llora de forma ruidosa sus lágrimas siguen empapando su rostro.

—Necesitamos decírselo ahora.

—¿Estás segura? —cuestiono sabiendo que también ansía ver a nuestra hija tanto como yo conocerla.

—Él merece enterarse cuanto antes, después de todo lo que ha hecho por nosotros, es lo menos que se merece.

—Será como digas, amor —le doy un ligero beso mientras acaricio su hermoso rostro.

Sujeto la mano de mi pequeña para dirigirnos al departamento de Fernando, no sé cómo podré decirle lo que sabemos de su hermano y sé que será un golpe tan duro como lo fue para Camila o quizá aún más fuere siendo que él ha estado con Félix desde que lo encontraron en Nevadas.

Recorremos media ciudad para llegar hasta la zona exclusiva donde Fernando vive.

Uno de los porteros del edificio pregunta mi nombre y el nombre de a quién he venido en busca. Nos permite pasar al estacionamiento cuando Fernando autoriza nuestro acceso para enseguida tomemos el elevador privado que nos llevará a su departamento.

Cuando las puertas metálicas se abren, Fernando nos recibe con una sonrisa para enseguida caminar hacia nosotros saludándonos con un abrazo fraterno.

—El que estén aquí me hace saber que todo se solucionó satisfactoriamente —sonríe guiándonos hacia en living de su lujoso departamento.

La torre departamental en la que vive se encuentra en una de las zonas exclusivas de la ciudad y no podría ser para menos la opulencia en la que vive siendo Fernando un Prats.

—¿Vienen a agradecerme? —bromea señalándonos los sofás para que tomemos asiento—. ¿Qué les ofrezco?

—Fernando, siéntate —le pido. Él arruga el ceño sin dejar de sonreír notando el tono preocupado de mi voz.

—¿Debo preocuparme? Porque si es así déjenme por una copa de vino —vuelve con sus bromas.

—Fernando, lo que queremos decirte es algo realmente doloroso —habla mi bonita provocando que la sonrisa de Fernando se esfume en el instante.

—¿Qué sucede? —se nota desconcertado y hay cierto grado de preocupación en su voz.

—Es nuestro hermano quien está detrás de todo lo que está ocurriendo —habla Camila, provocando que Fernando arrugue el ceño sin poder entender—. Félix es quien me orilló por medio de Álvaro a decir todas las mentiras que dije, es nuestro hermano la maléfica mente detrás de todo esto.

Fernando se pone de pie mostrándonos su incredulidad mezclada con dolor.

—Es imposible —casi susurra—. Félix no puede ser capaz de hacerle daño a nadie —lo defiende.

VUELVE A MÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora