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FERKON

No he logrado controlar mis celos al ver que el idiota de Fernando estaba tan cerca de ella y aún cuando ha correspondido a mi beso tengo miedo que me rechace y todo se vaya al carajo. No quiero estar sin ella, Camila me gusta demasiado y mis malditos impulsos pueden alejarla de mí, no quiero que eso suceda.

¿Pero qué se suponía de debía hacer, sólo observar desde mi lugar como ese idiota acariciaba su rostro? No puedo, Camila se ha adueñado de mis pensamientos y no quiero que alguien más la conquiste, quiero ser yo el dueño de sus labios y sus dulces miradas, quiero ser quien se encuentre en sus pensamientos como ella invade los míos.

—Dime que aceptas —hablo aún con la respiración irregular y sosteniendo su rostro entre mis manos, suplicando internamente que no me rechace.

Veo a Fernando colocarse de pie y tomo a Camila por la cintura para apartarla de en medio, sé que Fernando me enfrentará y ansío desfigurarlo a golpes. Camila se rehusa y se coloca frente a mí, interponiéndose entre nosotros, enrollo con mayor fuerza su cintura para apártala pero opone resistencia, se gira para ver a Fernando.

—¡Por favor, Fernando! —se dirige con dulzura al imbécil de Fernando quien se limpia los labios con su brazo. Intento volver apartarla— ¡¡¡Basta!!! —se gira furiosa para verme— Sigue con eso y lo nuestro sólo habrá sido por un par de minutos —no puedo evitar sonreír sintiéndome feliz, ha aceptado que estamos juntos.

—No vuelves acercarte a ella —lo señalo triunfante.

—¡¡¡He dicho que basta!!! —quita mi mano de su cintura y entrelaza nuestros dedos para sacarme de la cafetería.

Mientras ella tira de mi mano volteo hacia Fernando sonriéndole burlón, debe saber que Camila ahora ya no será más su amiga, me tiene a mí y no necesita más de su falsa amistad.

—¿Qué te sucede? —cuestiona soltando mi mano y cruzándose de brazos ya encontrándonos en uno de los jardines del colegio. Se ve tan hermosa cuando se enfada, sus ojitos parecen más azules de lo habitual.

—Que ya eres mi novia —respondo sonriente y me acerco intentando tomarla por la cintura pero como es de esperarse, se aleja.

—Y te durará poco el gusto como vuelvas a comportarte como un animal, te dije que Fernando es mi amigo y el que sea tu novia no te da ningún derecho a...

Me acerco a ella y la tomo por el cuello para besarla, no quiero escuchar sus argumentos, no quiero que Fernando sea su amigo y prefiero no discutirlo, no ahora. Me corresponde y sonrío sintiendo los torpes movimientos de sus labios sobre los míos, no sabe besar, siento ensanchar mi orgullo al saber que soy el primero en disfrutar de sus deliciosos y adictivos labios.

—Gracias por no rechazarme —le hablo pegando mi frente a la suya.

—No vuelvas a golpearlo —me habla tranquila y le doy un ligero beso sin prometer nada—. Idiota —golpea mi torso y sonríe acercándose a mis labios— ¿Sabes que eres el primer chico al que beso? —sonrío y vuelvo a besarla.

—Lo he notado —respondo al abandonar sus labios.

—¡¡¡¿En verdad?!!! —dice sonrojándose— Es vergonzoso —tapa su rostro.

—Es perfecto —quito sus manos de su rostro para besarla una vez más—. Soy un afortunado —le doy ligeros besos—. Me encanta que aprendas conmigo. Gracias por elegirme —susurro sobre sus labios.

VUELVE A MÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora