-82-

572 179 44
                                    


¿A quién trato de engañar? El verlo con esa mujer en su oficina me ha calado hasta los huesos, después de nueve años separados y cinco sin vernos pensé que el encontrarme con él nuevamente no me afectaría tanto, me siento como una tonta al tratar de engañarme, lo amo y sé perfectamente bien que jamás dejaré de amarlo, nuestro amor nació para ser eterno.

Camino volviendo hacia donde Álvaro se encuentra junto a la barra, respiro profundo para mantener mi elocuencia y no volver corriendo hacia Fenrir, sentir su cercanía y sus labios rozando los míos me ha dejado descontrolada y con unas ganas inmensas volver para besarlo, que sepa que aún habita en mi corazón y en todo mi sistema.

Pido un 'caballito de tequila' para ver si con ello mi respiración vuelve a la normalidad y mis ganas de estar con él desaparecen, me lo tomo de un sólo trago provocando que mi garganta se queje.

—Ve más despacio —me pide Álvaro, le escucho reír.

Giro un poco mi rostro para verlo, pero termino embelesada con Fenrir cuando aparece en mi campo de visión, aún con la escasa luz se ve tan apuesto.

Nuestras miradas se encuentran desvío la mía para no terminar enloqueciendo, él jamás dejará de parecerme el hombre más hermoso del planeta, pero ya no es más mío.

Me alejo un poco de Álvaro, no quiero provocar que cumpla con su amenaza, y tampoco deseo que se cree ideas erróneas. No puedo negar que sueño con volver a su lado.

—Nos vemos mañana —me despido de Álvaro.

—Pero estábamos pasándola bien —se queja.

—Quiero descansar —miento.

Lo único que deseo es salir de este lugar para no terminar mayormente demente. Le he tenido dos veces demasiado cerca y no creo que una tercera pueda seguirme manteniendo firme.

Salgo del bar caminado hacia el pequeño estacionamiento. Escucho una alarma ser desactivada y es él, también se marcha. Me subo a mi coche intentando no me vea, lo logro. Suspiro viendo como su coche sale a la avenida.

Enciendo el mío y termino yendo detrás suyo, no sé lo que pretendo, conduzco a unos metros de distancia de él tratando de que no note le sigo, continuo sin entender por qué lo hago. Torturarme me va demasiado bien.

Se adentra al estacionamiento de un edificio después de conducir por un par de calles, donde vive le queda bastante cercano a las oficinas y me sorprende que no esté viviendo en los departamentos que la ANN tiene para los agentes. Me detengo por un instante frente al edifico, no sé qué pretendo, no logro entenderme.

Aparco mi coche y termino adentrándome, en la recepción hay un vigilante, camino hacia él con la esperanza que me deje pasar.

—¿Me puede decir en qué departamento vive Fenrir Duarte?

—Es el departamento treinta y cinco, es el último piso.

Le agradezco y respiro aliviada al saber que aquí no es como en mi edificio donde casi te piden la cartilla de vacunación para que puedan anunciarte, eso no debería de notarse como una queja, es obvio que la agencia lo único que pretende es mantener a sus agentes seguros. En el edificio donde vive Fenrir parece que no tienen desconfianza alguna, lo cual agradezco.

Tomo uno de los elevadores presionando el botón que marca el número cinco. Hago el conteo en tanto subo, estoy más nerviosa que nunca.

Me arrepiento de haberlo seguido cuando ya me encuentro frente a su puerta. Me maldigo por impulsiva. Tomó valor y doy un par de golpes a la puerta, toco una segunda ocasión al no tener respuesta. Giro sobre mis pies cuando sigue sin abrir, quizá lo mejor ha sido que no pueda atender.

VUELVE A MÍ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora