VUELVE A MÍ

-17-

FERKON

Siento como si mi universo colapsara dejándome enterrado en sus escombros, no puedo creer que la chica a la que amo me haya traicionado, «es una pesadilla», me obligo a creer aun siendo consciente que no puedo engañarme.

Tan sólo horas atrás estaba diciéndome que me amaba y la encuentro con Fernando, me niego a creerlo aún cuando he sido yo quien la ha visto serme infiel.

—¡Ferkon! —me habla Pamela sosteniendo mi rostro, mi pecho sube y baja acelerado— ¡Ferkon!

Insiste sacudiendo un poco mi rostro pero no reacciono, mi mente sólo recrea una y otra vez a Fernando moviéndose sobre Camila, gruñendo como un maldito animal en celo y ella gimiendo al entregarse.

—¡Eh, idiota! —esta vez es Franko quien me habla, chasquea los dedos delante de mí pero sigo perdido— ¿Qué carajos tomó? —cuestiona a Lorenzo.

—Un par de siete y siete pero nada más.

—Esa cara no luce como un siete y siete —quita a Pamela de enfrente y me sacude— ¡Eh, idiota! —palmea mi mejilla— ¿Qué carajos te metiste? —pregunta y levanto la mirada.

—Voy a matarlo. Todas son iguales —articulo con dificultad y empujo inútilmente a Franko.

—No puedes ni sostenerte, menos tendrás las fuerzas de matar a nadie —pasa mi brazo sobre su hombro para cargar con mi peso y Lorenzo hace lo mismo con mi otro brazo— Ayúdenme a meterlo en esa habitación. Lo veo señalar una de las habitaciones contiguas a donde Camila se encuentra entregándose a otro.

—No quiero —me rehuso inútilmente—. Llévame a casa —le pido pero me ignora.

Soy practicante arrastrado hasta la habitación y siento que mi cuerpo es desplomado hacia la cama.

Escucho susurros y Franko discutiendo, ya no soy capaz de entender lo que dicen, me pregunto cómo pude embriagarme tan rápido, más voces se unen cuando la puerta se abre y un par de manos agitan mi rostro, mis ojos están abiertos pero la imagen es borrosa hasta que desaparece por completo.

***

Abro los ojos sin saber cuanto tiempo ha transcurrido, a mi lado se encuentra Bruno en estado inconsciente.

—¿Qué está sucediendo? —cuestiono al sentarme a la orilla de la cama.

Siento que mi cabeza estallará y los sonidos a mi alrededor parecen que estuviesen en altavoces, sacudo un poco mi cabeza tratando que mi vista sea nítida.

Pamela corre hacia mí y me abraza a la vez que estampa sus labios en los míos. Mueve sus labios y le correspondo por ese breve instante.

—Me diste un susto terrible —dice acunando mi rostro para volver a besarme.

La puerta se abre y aparecen Monse junto a Rodrigo, sé que han visto que Pamela me ha besado, lo cual me alegra, que sepa Camila que no voy a sufrir por su traición.

—¡Eres un desgraciado! —Monse quita a Pamela de un empujón y siento un fuerte golpe en mi mejilla— ¡Malditos hombres! —vuelve a golpearme y sale de la habitación  empujando a Rodrigo mientras Franko aparece.