SOY MATEUS

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"Estoy totalmente cansado de esta vida, no sé qué decisión tomar es muy difícil, él me engañó"

Me considero un muchacho desafortunado, desde pequeño he sufrido lo suficiente, hasta pienso que nunca lograré encontrar la felicidad. Bueno... Soy Mateus, mi nombre es muy extraño hasta pienso que no existe, pero a mi madre siempre le encantó ese nombre, debió haber tenido sus razones.

Quisiera contar un poco acerca de mi niñez y como terminé en lo que soy ahora.

Aún lo recuerdo, a pesar de mi corta edad, sabría tener seis años cuando todo eso sucedió. Mi madre una mujer tan buena y noble, creo que esa parte la heredé de ella, era muy hermosa siempre tenía a su alrededor muchos pretendientes que la cortejaban, pero por amor y respeto a mi padre ella los rechazaba de inmediato. Cuando ella quedó embarazada, su familia le dio la espalda, ya que ellos eran una familia muy respetable en ese entonces, además nunca aceptaron la relación con mi padre, según ellos decían que eran una persona peligrosa y que jamás estaría a su nivel. Por otro lado, mi padre ciertamente amó mucho a mi madre, hasta pienso que hizo todo lo posible para que la relación no se deteriorara, pero no lo consiguió. Antes que yo naciese, imagino que todo fue hermoso.

Una vez que nací y conforme fui creciendo comenzaron los problemas, siempre mi padre le reprochaba que yo no era su hijo y que jamás me daría amor, tal vez porque me veía como un ser débil, se excusaba que no me parecía absolutamente a él, era verdad que no tenía ningún rasgo de él, y que solo me aguantaría porque amaba mucho a mi madre. En cada discusión que tenía casi nunca se fueron a los golpes, digo "casi" porque una vez sí lo hizo cuando mi madre harta de sus sospechas sobre porque mi padre venía con moretones o rasguños, decidió enfrentarse a él, pero lo único que consiguió fue una fuerte bofetada.

Las cosas se fueron agravando cuando mi madre se enteró de que él era un hombre casado con dos hijos a cargo, fue un golpe muy duro para ella, era el hombre que más amaba y engañarla de esa forma. No lo sé cómo se llegó a enterar, pero fue la gran razón para terminar su relación. Ella decidió abandonar al gran amor de su vida, fue triste su separación, yo estaba presente cuando mi padre le suplicaba con lágrimas que no se alejara de él, a lo que ella hizo caso omiso a sus palabras. Poco tiempo después de la separación logramos instalarnos en una pequeña casa que nos dieron para cuidarla. La mala suerte continuaba estando de nuestro lado, ya que hombres corpulentos que parecían unos gánsteres venían a buscarla. Ella siempre tratándome de proteger me escondía hacia una recámara, aquellos tipos solían amenazarla que nos iban a matar, aunque nunca entendí por qué razón se metían con mi madre, si ella era incapaz de hacerle daño alguien. Las continuas amenazas fueron más persistentes, mi padre venía a conversar con mi madre, tal vez él sabía de todo esto por lo que estábamos pasando, pero nunca se le permitió que hablara, siendo rápidamente desalojado por ella.

El 25 de enero, ese día lo llevo marcado en mi mente nunca lo podré olvidar. Era una noche de invierno, junto a mi madre estábamos a punto de cenar, cuando empezó a percibir algo de humo. Al principio, mi madre pensó que se olvidó de apagar alguna olla. Así que ella fue a comprobar si era verdad, no pasó mucho tiempo cuando el olor se hizo más intenso. Mi madre nuevamente fue a revisar si algo pasaba o si algo se estaba encendiendo muy cerca de aquí.

No pasó ni un minuto que mi madre vino corriendo, estaba manchada de ceniza y tenía dificultad para respirar.

—¡VAMOS, MATEUS! ¡TENGO QUE SACARTE DE AQUÍ LO MÁS PRONTO POSIBLE!

—¡Mamá! ¡Qué está pasando! —ya se sentía el olor a humo y empecé a toser. Ella me cargó hacia un lugar para poder salir, pero ya las entradas estaban cubiertas por llamas.

—No puedo dejar que estés aquí —mi madre se notaba ya cansada, y a la vez preocupada—. AAAH... ¡Dios, no puede ser! —la desesperación por encontrar una salida era grande, las llamas fueron avanzando.

—¡OH DIOS MÍO! —bajándome de sus brazos, sonriendo—. Mateus, hijo sabes que siempre estaré en tu corazón y te acompañaré siempre. Mira, toma esto —quitándose el collar—. Esto estará contigo siempre, no lo pierdas... —no pudo contener las lágrimas—. TE AMO MUCHO HIJO MÍO, NO ME OLVIDES, POR FAVOR —me abrazó con todas sus fuerzas, no entendía al principio lo que estaba sucediendo.

Ella me condujo a una pequeña salida, donde apenas podía salir yo, entonces entendí lo que trataba de decirme.

—¡VE, MATEUS! El fuego pronto nos alcanzará y moriremos los dos —su sonrisa forzada se convirtió en lágrimas que descendía por su manchado rostro.

—¡NO LO HARÉ TÚ VENDRÁS CONMIGO! —traté de jalarla, pero fue imposible.

—¡NO, MATEUS TIENES QUE IRTE DE AQUÍ! ¡VETE, POR FAVOR, NO LO HAGAS MÁS DIFÍCIL! —mis lágrimas también comenzaron a recorrer todo mi rostro, negándome, sacudí la cabeza.

—SI TÚ NO VIENES CONMIGO, YO NO SALDRÉ DE AQUÍ, NO LO HARÉ, ¡NOOO! — ella al ver mi terquedad me cogió del brazo y me condujo hacia la entrada, al llegar mi madre trató de forzarme para salir, a lo que yo respondí con negatividad—. ¡NOOO!

—MATEUS SALDRÁS A LAS BUENAS O LAS MALAS, SABES QUE SOY TU MADRE —las llamas ya estaban cerca de nosotros—. OBEDÉCEME, NO SEAS UN MAL HIJO, AHORA SAL DE AQUÍ, UNA VEZ QUE ESTÉS FUERA PODRÁS PEDIR AYUDA Y ASÍ VENDRÁN A RESCATARME —al escuchar eso, creí en sus palabras, pensé que había una solución para ello. Sin perder el tiempo, salí.

Al encontrarme afuera, había muchas personas así que corrí para pedir ayuda, pero fui detenido por alguien. Traté de explicarle que mi madre estaba adentro y que necesitaba su ayuda, entonces cierta persona me miró con una expresión de tristeza y negándome la posibilidad de salvarla. Traté de soltarme de sus brazos, no logré hacerlo.

—¡SUÉLTEME, MI MAMÁ ESTA ADENTRO NECESITO SALVARLA... SUÉLTEME! —hice cualquier movimiento para soltarme, hasta que escuché una explosión, inmediatamente fijé mis ojos en aquella casa, la cual estaba completamente consumida en llamas—. ¡NO, NO! ¡NOOO... MAMÁÁÁÁ!  

El ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora