—¡¿QUÉ PRETENDES HACER CON MATEUS?! ¡EH! ¡RESPÓNDEME MALDITO! —él estaba de espaldas, cuando me enfrenté—. Te quedaras callado como un idiota, piensas que no me he dado cuenta de lo que le haces, ¡DEJA DE IGNÓRAME! ¡MIERDA! —cogiendo su teléfono para comunicarse con su secretaria con la intención de sacarme de su vista, pero fui rápido para detenerlo—. Así que eso hacen los cobardes que no quieren aclarar, tan solo eres un hombre que solo abusa de su poder —sentándose y fijando su mirada penetrante en mí, haciendo que cualquiera titubee.
—En cierta parte, tienes razón, sin poder no eres nadie en este mundo, sin este poder no podría lograr mis objetivos. Lo que le pasa a Mateus es por su propia decisión, seguro te habrá contado acerca de un contrato.
—Está bien que hayas firmado un contrato, pero no es para que lo esclavices peor que un animal.
—Es su propio castigo por ser un hijo bastardo que destruyó mi vida, y solo te digo una cosa, más te vale que no te entrometas en mi camino o seré yo mismo quien te destruya. Sabes, no planeo ser tu enemigo, siento que contigo puedo confiar... Tal vez es eso lo que siente Mateus también —en ese momento me quedé en silencio. Sin embargo, me di cuenta de algo.
—¿A qué te refiere con hijo bastardo? ¿Por qué dices que Mateus destruyó tu vida?
—Puedo ver en tu mirada que tienes cierta atracción por mí —no sé cómo lo llegó a saber, si era verdad que me gustaba, pero no podía hacerle esto a Mateus.
—¡Qué! Estás demente, jamás me gust-tarías alguien como tú, además no evadas mis preguntas.
—Para responder a las preguntas de antes, prométeme que seremos amigos, hasta con el tiempo me puedes llegar a gustar quién sabe —nunca pensé que un tipo como él se fijaría en una chica que se ve poca femenina. Sin embargo, tenía que averiguar y ayudar a Mateus, no me importaba si tenía que involucrarme con este tipo.
—Está bien, seremos amigos, pero quiero que esto solo quede entre nosotros, Mateus no se debe enterar de nuestra amistad.
—Bueno... ¡AH! de esta conversación solo quiero que quede en tu cabeza, como te dije antes puedes ser la chica con padres adinerados, pero también puedo destruirte a ti y a quienes te rodean —me quedé callado por un momento, estaba tan asustado y luego asentí—. Antes de responder tus preguntas debemos salir de aquí e irnos a un lugar más seguro, no confió en esta gente. Darla, saldré por un momento, te confió los documentos, lo quiero para mañana temprano y lo mandas a mi correo, lo revisaré y daré los últimos detalles.
—¿De nuevo?... Digo, entendido señor, que tenga un buen día —respondió su secretaria. A pesar de lucir joven, todos lo respetaban, había tipos que lo miraban mal, tal vez sería por envidia.
Ambos subimos al auto, acompañado del chofer, era extraño porque no tenía su propio auto.
—Mark, llévame hacia mi departamento —el chofer asintiendo, emprendió el viaje, yo mirándolo con rostro sorprendido—. No te voy a hacer nada, solo planeo conversar contigo, deseo quitarme este peso de encima, aunque sea por un momento —él solo miraba hacia la ventana, todo el trayecto estuvimos en silencio, hasta llegar al departamento, él mismo donde había visto toda esa escena—. Entra y toma asiento —el lugar era un verdadero lujo, a su joven edad como es que había adquirido tanta propiedad o salvo que...
—Aquí tienes algo de refresco.
—Gra-Gracias —bajé mi mirada—. Entonces comienza a responder lo que te pregunté anteriormente.
—Está bien... Mateus es mi hermano —el vaso que sostenía de repente terminó en el suelo, en ese instante quedé confundido.
—¿Qué acabaste de decir? ¿Q-Qué Mateus es tu hermano? Pero qué diablos acabo de escuchar.
—No es precisamente que seamos hermanos, somos medios hermanos de parte de padre.
—Y cómo te atreviste hacerle esto a tu propio hermano ¡CÓMO TE ATREVISTE! traté de golpearlo, pero fue inevitable alguien me detuvo por detrás, cuando volteé era Nana quien me sostenía.
—Suéltala y tú, siéntate —miré ambos más aturdido.
—Tú eres cómplice de este tipo Nana, ahora entiendo... Ustedes planean acabar con Mateus —de repente, ella me apuntó con un arma.
—Solo te pido que escuches con atención a mi señor, o sino volaré tu cabeza en este mismo instante —me quedé callado, pero no por miedo, era porque quería escuchar sus "supuestas explicaciones".
—Retomando esto... Mi padre tuve una relación adúltera con la madre de Mateus, en la cual nació ese bastardo... Desde que mi padre se encontró con aquella mujer, la relación con mi familia fue la peor, mi madre acabó suicidándose y mi hermana terminó casada con un hombre viejo que ni siquiera quería, ahora su paradero es desconocido, y yo pues acabé en esto... podrás decir que terminé bien, pero no es así... Pasé por muchas cosas en el camino para lograr lo que soy ahora y no querrás saber lo que hice porque sentirías asco y dolor como yo lo siento. Mi padre siempre protegió a esa mujer y a su hijo, dando su vida por ellos. En cambio, conmigo qué hizo, absolutamente nada, solo me vendió como cualquier cosa.
—Tu padre fue un ser muy despreciable, pero eso no significa que tengas que tratar a Mateus así.
—Él es el hijo bastardo de mi padre, a quien protegió más... Él es el único quien queda, con quien puedo pagar todas mis desgracias... Mateus merece sufrir, así como yo sufrí en el trayecto de mi vida y una vez que me canse de él... ¡Bang! lo mataré... Pero lo peor de todo es que hay algo que me detiene —señalando su pecho—. Es un sentimiento raro... Que no puedo dejar que avance porque me veré destruido —fijando los ojos en mí.
Todo lo que me dijo fue tan impactante, no sabía que decir, en cierta forma Nam también había sufrido, y si yo me pusiera en su lugar creo que haría lo mismo, buscaría venganza hacia el ser que causó mi destrucción. Era tan complicado—. Espera, ¿dijiste que tienes un sentimiento por Mateus? —abriendo mis ojos—. ¡Eso significa que te gusta Mateus! —sus ojos ámbar tan fríos como siempre, sonriendo de una manera melancólica.
—No me puede llegar a gustar ese bastardo, este sentimiento que tengo aquí pronto se irá.
—T-Tú no puede seguir abusando de Mateus, lo que haces no es correcto... Él es tu hermano.
—Es parte del contrato, no puedo hacer nada, él lo firmó y ambos cumplimos lo que dice allí... Todo esto seguirá en pie, creo que desde ahora en adelante seremos buenos amigos, ¿no es así?, además no solo pienses en Mateus, sino también en cómo me siento yo, después de todo lo que me ha sucedido —acercándose a mí y tomándome de las manos.
A partir de esa conversación tuve que pretender que todo estaba igual porque corrían en peligro mis seres querido, sentí que en esta vez defraude a mi gran amigo Mateus "LO SIENTO, MATEUS" llorando en mi habitación, sabía que más adelante él de todos modos se enteraría y me culparía. Mateus tenía el derecho de acabar nuestra amistad si deseaba... De solo pensarlo me partía el corazón.
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El Contrato
Teen FictionEl contrato cuenta la historia de un joven alimentado por el deseo de venganza, hará todo lo posible para tratar de acabar con su medio hermano. Utilizará los medios que crea convenientes para tenerlo a sus pies, sin darse cuenta de que poco a poco...