MIEDO

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Aquel hombre me dejó en una habitación oscura resguardada por sus hombres, allí se encontraban tres mujeres vestidas como mujerzuelas, lucían tan lamentables con moretones en casi todo el cuerpo, ellas me vieron con desprecio y comenzaron a comentar sobre los gustos de su jefe, al parecer del mismo hombre que me trajo. No llegaba a comprender por qué el director hizo eso conmigo, tal vez fue porque traté de pasarme de su confianza o porque se aburrió de mí... Entonces, qué pasaría con el contrato, los niños... entré en pánico, miles de pensamientos venían a mi cabeza, hasta que una de las mujeres se acercó con mala gana y se arrodilló.

—¿Qué hace un chico como tú en esta porquería de lugar? O acaso eres el nuevo objeto de diversión para sus hombres —yo la miré con pánico sin poder contestar su pregunta, de tan solo pensar que sería usado así—. Mmm... ¡Oh, ya sé! Eres el reemplazo de la tipa preferida que se escapó hace algunas semanas —cogiéndome el rostro con brusquedad—. Aunque sea dime algo, no quiero dañar tu precioso rostro de niño inocente.

—Yo-Yo no sé de lo que hablas, tam-poco sé por qué es-toy aquí.

—¿En serio?, aunque por tu aspecto veo que eres un muchacho pobre, y lo más seguro es que seas usado como objeto sexual para sus hombres, esos animales no desperdician nada, además el jefe no cambiaría sus gustos por las mujeres por una poca cosa como tú.

—Esto no puede estar pasando —lo dije en voz baja, poco tiempo después se abrieron las puertas y arrojaron a una mujer. Se podría decir que era la más bonita que las otras, pero su aparecían la hacía ver como ellas.

—¿Qué tal tu rutina? ¿Lograste complacerlos con ese cuerpo barato que tienes? No sé por qué todas esas bestias te desean, si eres igual que todas nosotras.

Ella solo atinó a quedarse en silencio, de pronto fijó su mirada en mí y se fue acercando hasta llegar a sentarse a mi lado. Hubo unos minutos de silencio hasta que ella inició la conversación.

—Mmm... ¿Eres nuevo? —mientras me observaba de pies a cabeza, asentí con la cabeza —. Y ¿Cómo te llamas?

—Ma-Mateus

—Tú nombre es raro... Me llamó Violet, mucho gusto. Sabes —susurrándome al oído— esas tipas son antipáticas así que siempre te dirán lo peor de ti, no les hagas caso —haciéndome un guiño.

—Parece que encontraste a alguien que soporte tus estupideces, niña idiota —Violet no les hizo caso en absoluto y le dio igual que la siguieran insultando, al parecer ella estaba acostumbrada a sus insultos.

Pocas horas después, unos hombres vestidos de negro vinieron por las demás chicas, solo quedamos Violet y yo. Con la retirada de aquellas, se sintió un ambiente más libre, tranquilo y de confianza, aunque yo por dentro aún tenía mucho miedo que vendría por mí en cualquier momento.

—Ahora que estamos solos, ¿por qué estás aquí?, acaso le debes dinero al jefe, aunque siendo hombre, ya estuvieras muerto o salvo —ella pasó su mano sobre mi rostro como si hubiera adivinado algo—. Tú eres el chico que estaba bajo el cuidado de Nam —cuando dije el nombre del director, aún más la tristeza me embargaba.

—¿Tú conoces al director Nam? —lo dije en voz baja.

—Según lo que he escuchado por parte del jefe, ese hombre sí que parece un dios y que por él se volvería gay, ¿acaso eso es verdad? —solo asentí con mi cabeza avergonzado—. En serio, woow me gustaría ver ese hermoso rostro.

—Sabes, ¿por qué razón estoy aquí?

—Por lo que llegué a oír de esos hombres, es por razón a un trato que habían realizado esos dos... Espera tú no sabes ni por qué estás en este asqueroso lugar —hice un movimiento de negación—. Creo que tú tienes que ver algo con la fuga de Grace.

—¿Grace?

—Grace es la mujer favorita del jefe, al parecer el jefe se enamoró de ella, en cambio Grace solo sentía desprecio, así que planeamos nuestra huida —mirándome a los ojos—. Ya sabes el resultado, ella tuvo éxito en el intento. Solo espero que no la atrapen, tal vez tu anterior jefe hizo un trato con mi jefe para que la encontrara, pero lamento decirte que eso no será posible, aunque me caigas bien... TÚ TE QUEDARÁS PARA SIEMPRE AQUÍ.

Después de lo que dijo Violet, no pude dormir aquellas noches, a veces pensaba que el director vendría a rescatarme, eso era algo ilógico, él jamás desperdiciaría su tiempo en alguien insignificante como yo. Así pasaron más de tres semanas, la mayoría de las veces estaba solo, aquellas mujeres llegaban tarde, Violet no apareció esa noche.

Al día siguiente, me enteré por los comentarios de que ella había huido, que el jefe andaba furioso y la estaba buscando desesperadamente para acabar con ella de una buena vez, cuando escuchaba esos comentarios me entró un mal presentimiento. No pasaron unas dos horas que abrieron la puerta del cuarto, entrando dos hombres corpulentos me tomaron del brazo. Me arrastraron por un pasillo oscuro, al llegar me arrojaron hacia una sala, me sentaron en una silla y me esposaron, luego trajeron unos recipientes de agua y los arrojaban hacia mí, mientras escuchaba risas de aquellos hombres. Una vez que acabaron con eso, fui arrastrado hasta un vestidor donde se encontraban dos mujeres... ellas me miraron de pies a cabeza.

—¿Es un chico?... Bueno, haremos todo lo posible, regresen dentro de tres horas —no entendía lo que estaba pasando, pero esto no era nada bueno, claro que no—. Tiene un rostro delicado, ¿no te parece? —hablándole a su otra compañera, ella solo asintió con la cabeza.

—¿Q-Qué me-me van a hacer?

—¡SILENCIO! Solo cállate y coopera.

Después de pasar un largo rato con ella me di cuenta que...

—Quedó perfecto, sí que parece una chica, tus ojos resaltan con el vestido azul que llevas —acercándose a mí—. Al jefe le gustarás —cuando me dijo eso puse una cara de terror, solo negaba con mi cabeza, en pocos minutos se abrieron nuevamente las puertas y eran los mismos hombres que me habían traído.

—Eres una experta... Quedó muy bien, espero que el jefe se satisfaga contigo o si no lo haremos nosotros —tocándome el rostro, a lo que yo me alejé bruscamente de él, el hombre al notar eso, me tomó del brazo bruscamente y me llevó.

—Woow, sí que eres hermoso, hasta puedes lucir igual que una chica, lástima que Nam no cumplió su parte, entonces haré uso de mi poder y le demostraré con quien se ha metido —se iba acercando hacia mí, mientras que yo retrocedía paso a paso, mi primer intento de huir fue un fracaso en las cuatro paredes que estaba, él me lanzó hacia una cama y... 

El ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora