CAMBIO DE PLANES

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El evento terminó muy tarde, estaba tan agotado de estar prácticamente parado todo el día y tener que fingir una sonrisa a todos los presentes. En los negocios felizmente nos fue bien, muchas empresas firmaron con nosotros para formar alianzas.

El viejo y yo nos fuimos en el mismo auto, me dijo que quería charlar conmigo, había pasado tiempo que no teníamos una conversación frente a frente.

—Todo fue un éxito mi querido Nam, realmente nunca pensé que me fueras a sorprender.

—Gracias a usted por darme la oportunidad —no me gustaba mirarlo a los ojos, es como si recordara todo lo que pasé para llegar a estar en esta posición.

—A pesar de tu estado, tu rostro no dejaba de resplandecer... ¿Algo bueno ha pasado con tu hermanastro? Supongo que tu relación ha mejorado, lo puedo sentir —no dije nada, no sabía qué decir—. O creo que tal vez estás jugando con sus sentimientos es parte de tu venganza, ¿cierto? —tuve que afirmarle, aunque no era verdad, yo realmente me había enamorado de Mateus, él mientras me tocaba mi cabeza—. Se nos ha presentado un nuevo negocio, la mercancía es de alta calidad, además ya tenemos un nuevo cliente muy interesado y nos ha pedido una cantidad exorbitante.

—Eso es realmente, bueno —nuevamente tenía que lidiar con ese negocio—. ¿Dónde se encuentra el cliente y para cuándo quiere que le enviemos?

—Australia, lo quiere para fin de mes... Quiero que te hagas cargo sobre eso, algunos de mis hombres te apoyaran. Este es mi mayor negocio, así que no quiero que cometas ningún error.

—Entiendo.

—Otra cosa, quiero que te trates sobre esos síntomas concurrentes que tienes, no me gusta para nada que pierdas tus horas de trabajo por eso. Sacaré una cita para ti con un doctor muy bueno de la ciudad.

—No creo que sea necesario.

—¿Por qué no? Siempre eres tan terco, pero por tu terquedad no voy a perder dinero, entendiste.

—Es que... un médico ya me atendió y me dio algunas pastillas para los dolores. Así que ya no es necesario que vaya nuevamente.

—¿Qué es lo que tienes? —me estaba volviendo loco, cómo podría explicarlo, jamás me creería, ni siquiera yo lo creo.

—Dijo que era gastritis y más el estrés, se estaba complicando.

—¿En serio?, ¿y esas pastillas te están haciendo efecto?

—Sí, ya estoy mucho mejor.

—Bueno, pero si vuelven esas molestias me avisas inmediatamente —yo solo asentí.

Cuando llegué, ambos nos despedimos... Cada que estaba con ese hombre me sentía más nervioso, es como si estuviera atado a él de por vida, rascándome la cabeza mientras estaba en el ascensor pensaba acerca de cómo debía mantener mi relación con Mateus sin que ese viejo se diera cuenta, aunque era casi imposible, él sabía mis movimientos. Suspiré... dirigiéndome hacia mi departamento veo a Nana parada mirando la puerta como si estuviera esperando que le abrieran "Ella tiene el código o la tarjeta, por qué no abre la puerta".

—¿Por qué no me esperaste adentro? —ella no respondió—. Pasa... ¿Qué te trae por aquí?

—Es bueno que usted se encuentre mejor, lo siento por no haber venido ayer, tuve mucho trabajo que hacer.

—No hay problema... —acercándome a ella—. Creo que tienes algo más que decirme.

—Sí... Solo quiero confirmar esta duda.

—¿Cuál duda?

—¿Usted tiene una relación con Mateus? —sus ojos verdes fríos e inexpresivos me miraron.

El ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora