El Contrato

ESTO SE TERMINÓ

"Este día es muy especial, este día cumplimos un mes con el director".

Realmente estaba muy feliz, aunque no lo había visto por varias semanas porque según Nana me dijo que se había ido a un viaje de negocios, lo extrañaba mucho. Hace algunos días había recibido una llamada suya, me hizo preocupar un poco por el tono de su voz se escuchaba como si estuviese triste, quise preguntarle por qué estaba así. Sin embargo, preferí quedarme callado, supuse que tenía sus razones no me gustaba incomodarlo más.

—¿Me llamaste? —haciéndome un guiño Eli.

—Jajaja, no pensé que llegarías tan rápido.

—Es que como me dijiste que necesitabas mi ayuda, vine inmediatamente, pero si es sobre temas de sexo y que nuevas posturas quieres utilizar es mejor que veas p...

—Cállate, no te llamé para ese tipo de cosas, además por qué tendría que ver eso— estaba muy sorprendido y avergonzado a la vez.

—Ya, ya, ya. ¿Entonces?

—Bueno... —mordiéndome el labio inferior—. Hoy...

—¿Qué hay hoy? —pensando un rato—. Hoy no es mi cumpleaños.

—Claro que no, pero hoy es —sonreí tontamente, no pasó segundos para que él lo captara.

—¡AH! Hoy cumplen un mes los tortolos.

—Sí...

—¿Y no sabes qué darle?

—N-No, no se me ocurre que pueda agradarle.

—¿Además de tu cuerpo?

Sonrojándome—. Me vas a ayudar sí o no.

—Mmmm, pienso que deberías sorprenderlo con algo, ya sé, ¿qué es lo mejor que sabes hacer?

—Cocinar, creo que lo hago bien.

—Entonces prepararle algo rico, algo que él lo disfrute.

—Sí, tienes razón...

Me dediqué toda la tarde hacer algunos postres que sabía que le iba a encantar al director "Espero que todo salga bien", pero había un sentimiento de incomodidad que no entendía muy bien su significado.

Nana me dio la gran noticia que el director quería reunirse conmigo a las ocho de la noche en el mismo parque donde nos quedamos viendo las estrellas, estaba poniendo todo en orden tenía que salir lo más perfecto posible "Hoy es el momento de sorprenderlo".

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"Un mes, hoy cumplimos un mes".

Al recordar los pocos momentos bonitos que pasamos juntos, lástima que por mi culpa lo tenía que arruinar, las lágrimas no demoraron en aparecer, con el dolor de mi corazón tenía que decirle adiós a todo eso. Ni siquiera tendría el valor para mirarlo a la cara.

Después del incidente que tuve con el viejo mi vida dio un giro drástico, no salía del departamento, me la pasaba encerrado sin tener nada de dinero, además que todos los días tomaba alcohol y mi apariencia lucía muy mal. Cuando me miraba al espejo, desconocía al Nam que era antes, con el mayor esfuerzo tuve que alimentarme para lucir un poco mejor para reunirme con Mateus.

—¿Qué te trae por aquí?

—No lo he visto hace dos semanas, quería saber cómo estaba, ya que hoy me llamó, hice saber a Mateus sobre la reunión de hoy con usted. Él se veía muy entusiasmado.