Abriendo mis ojos, me di cuenta de que estaba al lado de Mateus mis brazos rodeando su cintura delgada. Inmediatamente me alejé de él, Mateus hizo un leve movimiento, pero no hubo indicios de despertarse. Retirándome de la cama, comencé a vestirme lo más pronto posible, necesitaba una ducha inmediata y poner en claro mis pensamientos. Saliendo de la habitación de Mateus, me di con la grata sorpresa que Loren me estaba esperando con los brazos cruzados y con cara de pocos amigos, no le di importancia a sus berrinches, la miré con indiferencia y continué caminado hacia mi cuarto, ella no se quedó atrás y me tomó del brazo.
—¿Qué estuviste haciendo tanto tiempo con ese bastardo? Eh.
—No tengo que darte explicaciones de lo que haga con él —soltándome de su agarre.
Corriendo hacia adelante e impidiendo mi entrada a mi habitación—. ¡Nam!, yo solo quiero decirte que no juegues conmigo o —señalándome con su dedo, suspirando cogí su mano.
—¿O qué? Vas a matarme con tus delicadas manos. Sabes muy bien que tú y yo no tenemos una relación formal.
—¿Y a esto que lo llamas entonces? —alzando el tono de su voz, miré de reojo la habitación de Mateus, tratándome de calmar.
—No lo sé, ahora déjame pasar, estoy cansado he tenido suficientes cosas que pensar y ahora tú, haciéndome un escándalo ¿Qué piensa tu cabeza? ¿Qué me estuve revolcando con él?
—Serías capaz de hacerme esto, Nam —no soporté más, escucharla era bastante irritante y molesto, que hice un fuerte golpe en la pared haciendo que ella se asuste.
—No lo volveré a repetir —susurrándole al oído—. No tenemos una relación formal, así que hago lo que se me plazca —apartándola de la puerta, le di una última advertencia—. No quiero que vayas al cuarto de Mateus, estará encerrado todo el día allí y tampoco te quiero a mi lado, puedes usar el cuarto de visita o largarte si quieres —ella trató de decirme algo, pero en ese instante cerré la puerta.
El dolor de cabeza que no se quitaba, suspirando me fui desvistiendo y entré a darme una ducha. Mientras el agua rozaba mi piel, empecé a pensar sobre las palabras que dijo Mateus acerca de ese día, no sabía si creerle o... "Espera un momento Nam, por qué te debes preocupar por ello, si a ti no te interesa, solo quieres vengarte y punto". Miles de pensamientos se vinieron a mí... "Aaah, me estoy volviendo demente", saliendo de la ducha y envolviéndome con una de las toallas. Me dirigí al closet, tomé unos pantalones y una camiseta. De repente, mi celular comenzó a sonar... "El Viejo".
—¿Bueno? —suspirando.
—Hola, mi querido Nam... Espera, ¿qué te pasa?, tu tono de voz no es la misma, si es así deberías regresar de inmediato.
—No-No... Solo estoy un poco cansado, la conversación en la mañana fue muy larga con los empresarios.
—Oh, de eso quería hablarte, Nam... Déjame felicitarte, eres el mejor negociante que he tenido en la empresa, todo esto resultó un éxito.
—Es mi deber como su servidor, ofrecer lo mejor de mí para complacerlo.
—Eso está bien... ¿Nam?
—Sí, dígame.
—Uno de nuestros enemigos está detrás de nosotros, ya descubrieron que hemos robado un cliente muy importante para ellos... Es mejor que tengas cuidado, al parecer ya saben que tú eres mi subordinado favorito y no dudarán en eliminarte.
—Sí, señor, tendré cuidado... Sí tenía en cuenta que el señor Jack estaba detrás de nosotros desde hace tiempo.
—Nam, sabes que te apreció mucho y no me gustaría que resultaras herido en estos momentos. Eres mi pieza fundamental en este sucio negocio y en el otro también — haciendo algunos sonidos de risa—. Por eso, estate al tanto de tu seguridad, te quiero vivo para que cumplas mis órdenes. ¿Entendido?
—Sí, señor. Tenga de eso cuidado.
—Bien, Nam, ha sido un gusto saludarte, ahora que sé que estás al tanto de esto, me despido.
—Adiós, señor, que tenga un buen día — finalizando la llamada, me recosté en mi cama "Más problemas se acercan... Es hora de contactar a alguien", cerrando mis ojos para descansar unas horas.
Estirando mi cuerpo en la cama, después de haber conciliado mi sueño, me sentía bien el dolor de cabeza había disminuido, pensé que era de madrugada, tomando mi celular de la pequeña mesa y fijándome de la hora—. ¡Seis de la mañana! —"He dormido prácticamente todo el día". Ahora entendía porque me sentía como un niño, me levanté y fui hacia al baño, dándome una limpieza rápida y cambiándome de ropa. Salí del cuarto, aún continuaba estirándome perezosamente.
—Al parecer descansaste bien, Nam —Loren se encontraba parada a lado de la mesa con el desayuno servido.
—Mmm, no me percaté del tiempo —dirigiéndome a la mesa—. ¿Tú hiciste todo esto? —mostrando un cierto interés en ello.
Ella asintiendo—. Sé que me comporté muy mal ayer, parecía una niña... Así que pensé en esto como disculpa —acercándose a mí y colocando sus brazos alrededor mío, con una voz seductora—. Espero que sea de tu agrado —hizo el intento de besarme.
—Por qué hay solo dos desayunos, supongo que el de Mateus debe estar aparte —mirándola directamente a los ojos.
—No dijiste que Mateus estaba castigado, así que no guarde comida para él —dirigiéndose de una manera despectiva—. Además, Mateus nunca come cuando estamos los dos juntos.
—Pero esta vez sí, hoy he amanecido de buen humor y no quiero que nadie cambie esto. Entendido, ahora bien, veo que no hay desayuno para él, entonces saldré con él a comer a la calle—. Loren con la boca semiabierta, a punto de emitir una protesta.
—¡NAM! ¿Qué te está pasando? Desde ayer estás raro conmigo, sé que me comporte mal contigo y te estoy pidiendo disculpas con esto, y tú me vienes a decir que ese esclavo tuyo desayunara con nosotros.
—Bueno, ya que no quieres respetar mi pedido —sacando la llave de la habitación de Mateus y abriendo su puerta. Encontrándolo sentado al filo de la cama leyendo un libro, dejándolo en segundos al momento que vio que me acercaba, parándose y con la cabeza baja, lo tomé del brazo, salí con él hacia la sala—. Ni se te ocurra abrir esta puerta y salir a perseguirme.
—Nam, Nam, Nam —solo escuché gritos mezclados con sollozos, giré a ver a Mateus, él aún mantenía la cabeza baja y temblando.
—Ahora tú, dónde está la vecina que vino a ofrecerte su amistad —los ojos abiertos de Mateus aterrorizados, era una sensación exquisita verlo así.
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El Contrato
Teen FictionEl contrato cuenta la historia de un joven alimentado por el deseo de venganza, hará todo lo posible para tratar de acabar con su medio hermano. Utilizará los medios que crea convenientes para tenerlo a sus pies, sin darse cuenta de que poco a poco...