UN CAMBIO

13 1 0
                                    

Salí del salón de belleza, todavía tenía tiempo para comprarme algo de ropa, no lo había hecho antes porque me entretuve eligiendo cuál vestido se vería mejor en Mateus. Quería arreglarlo, pero no de una manera varonil sino algo diferente, y que mejor vestirlo como una chica tiene todos los atributos para hacerse pasar por una "Nam, que estupidez piensas cometer".

—Joven Nam... ¿A dónde desea que lo lleve?

—Llévame a este lugar me dijeron que venden ropa para hombre de última ocasión, quiero comprar un traje para esta noche.

—Entendido.

Cuando llegué, fui a una tienda donde me parecía que encontraría un traje de acuerdo a mis gustos. Felizmente, no había muchas personas ni trabajadoras de la misma tienda que me estuvieran persiguiendo, pasé desapercibido hasta...

—Esto estaría bien, el color negro encaja con mi color de piel —mientras me miraba en el espejo pude notar a una persona que parecía un fantasma, lo cual me llevé el gran susto de mi vida—. ¡DIOS, MI CORAZÓN! ¿POR QUÉ DIABLOS SIEMPRE ME TIENES QUE ASUSTAR ASÍ?

—Lo siento mucho mi señor, no era mi intención.

—¿Qué haces aquí? Espera, ¿me estuviste persiguiendo?

—Temí que le pueda suceder algo como el atentado anterior, así que opté por resguardarlo.

—Mira, qué bueno de tu parte... —concentrándome nuevamente en el traje—. Nana qué opinas ¿Crees que esto me quede bien? —Nana recorrió su vista por todo mi cuerpo, lo cual estaba acostumbrado, y luego miró otros trajes.

—¿Usted irá acompañado con una dama? —la pregunta fue muy repentina, que quedé en silencio por unos segundos.

—Mmm...

—Creo que este iría bien con usted, hace relucir más el color de sus ojos —colocándolo sobre mi cuerpo, el color era bastante bonito, me probé y noté que si me queda bien.

—Compraré este, por favor.

—¿Hay alguna reunión especial?

—Creo que eso no es de tu incumbencia.

—Disculpe mi atrevimiento.

—Gracias, vámonos... Es raro que el viejo no se haya comunicado conmigo, siempre sabe llamarme una vez a la semana para darme las pautas y realizar el siguiente trabajo, pero esta vez nada.

—Puede ser que lo esté dejando descansar por algunos días o planeando su regreso, me enteré de que lo necesitaba urgente en su área, las cosas no están muy mal, pero hace falta su presencia —suspirando, observé que había una joyería, recordé que el obsequio anterior que compré para Mateus por su cumpleaños había desaparecido después de lo sucedido con Loren "Sería bueno regalarle algo".

—Puedes llevar esto al carro y esperarme allí, te alcanzaré en media hora, olvidé comprar algo más —ella hizo como siempre una pequeña reverencia y se retiró, en cambio yo me dirigí a esa joyería. Primero, hice un recorrido por la tienda, para ver qué le podría caer bien.

—Disculpe, ¿Le puedo ayudar en algo?

—¿Ah?... Bueno, estoy buscando algún obsequio para alguien, pero no sé qué le pueda gustar.

—Entiendo, ¿es para su novia?

—¿Ah? Ah, sí, sí es para mi novia.

—Qué le parece esos anillos que están en la vitrina, estos son los últimos modelos que han llegado.

—No, no deseo regalarle un anillo, a ella no le gustan los anillos.

—Mmm... Entonces, qué le parece un brazalete, es un regalo muy bonito que usted le puede dar.

El ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora