SOY CONSCIENTE DE LO QUE HAGO

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Eran las tres de la tarde, aún me encontraba en la oficina con bastante trabajo que resolver, pero eso no impediría que tomara un descanso. Respaldado sobre mi asiento mirando hacia el techo, pensaba acerca de lo que sucedió con Mateus, recordé que fue mi primera vez dándole a un hombre, aunque no era mucha la diferencia con una mujer. De cierta forma, me gusta el sexo apasionado, aquellos gritos de dolor del mocoso lograban encenderme más, sus lamentos calmaban mi sed de venganza. Así era la mejor manera de hacerlo y una vez que me cansara de él, lo mataría "Simple" —. ¿Qué haces aquí?

—Solo vine a dejar algunos papeles que me pidió —acercándose y dejando los folios en el escritorio—. Veo que todo salió como se planeó... Eso es bueno.

—Mmm... Justo estaba pensado en ello, no lo puedo negar que me divertí al ver su rostro de susto, miedo y dolor. Sobre todo... JA, JA, JA... Cuando vino la muchacha. Dijiste que era su amiga, ¿cierto?

—Eso fue lo que me dijo ella, pero sinceramente no le creí. Conociendo a Mateus, siendo tan solitario.

—Investiga sobre ello... Quiero saber más sobre aquella chica, tal vez me pueda servir para algo más adelante.

—Noté que, desde el suceso, no se ha presentado en el orfanato, las madres están muy preocupadas debido a su ausencia.

—Como verás el trabajo me tiene atado, además tengo que cumplir algunos "asuntos" con el jefe... Es demasiado cansado creo pediré vacaciones por adelantado. Sabes... me muero por ver el rostro de Mateus lo antes posible, quiero ver su sorpresa y miedo, me divierte —miré a Nana, ella se mostraba un poco preocupada—. ¿Qué pasa? Cambiaste de expresión.

—Su jefe, ¿aún lo sigue tratando como en el pasado? —su pregunta fue tan directa, que me sentí intimidado, traté de mostrarle mi tranquilidad.

—¿Por qué lo dices? Y si en caso sea así, no hay nada que puedas hacer —esquivé la mirada, ya que aquellos ojos verdes fríos me hacían sentir aún más incómodo.

—Lo siento por la pregunta tan imprudente, pero si necesita deshacerse del problema, puede contar conmigo —haciendo una pequeña reverencia.

—Aún no me siento fuerte para deshacerme de él, pero creo que llegará un momento que todo esto me harte o suceda todo lo contrario que él se harte de mí, muchas cosas pueden suceder, Nana.

—Entiendo... Creo que ya hice todo lo que necesitaba, me paso a retirar —de pronto alguien tocó la puerta.

—¡Pasa!

—Gerente Nam, el jefe ha solicitado una reunión con todos los gerentes de cada área, se van a tratar temas sobre el crecimiento de la empresa y algunas otras negociaciones con clientes nuevos.

—¡Rayos! En qué momento se le ocurre hacer... Diablos, dile a Dean que traiga de inmediato los papeles, él ya sabe cuáles son, ¡PERO VE RÁPIDO!

—Sí, señor —haciendo una reverencia salió.

—Nana puedes irte, creo que tienes muchas cosas que hacer en el orfanato, dile que iré este sábado, espero que todo esté en orden —despedí a NANA, mientras que ella salía, se acercó corriendo un joven, sabía tener sus veinticinco años, pero era muy hábil enfocarse en sus tareas, este era Dean.

—¡Se-Señor! —en tono cansado—. Aquí están los documentos que me pidió, no pensé que el jefe fuera así... Aaah, el trabajo es demasiado cansado —con una sonrisa que hacía ver el mundo así de fácil.

—Bueno, ahora que está todo completo, ya regreso —a pesar de ser un hombre con carácter fuerte, sentía vergüenza cuando las mujeres hasta incluso algunos hombres me miraban como si fuera una presa, siempre trataba de disimular que todo estaba bien, no sé si lo haría bien "Solo disimula Nam". Al salir de mi oficina, era las mismas miradas de siempre, hasta mi secretaria de confianza, a pesar de que siempre se bromeaba conmigo, no dejaba de hacerme gestos raros de una chica enamorada de su jefe... Me detuve por un momento—. Espero que en mi ausencia logren terminar el trabajo o ya saben los que les suceden a los holgazanes —con esa orden todos se pusieron en su labor permitiéndome salir más desapercibido.

Estar en la reunión fue bastante agotador de tan solo escuchar presentación tras presentación, hizo que me quedara dormido por corto tiempo hasta que escuché una voz que dijo mi nombre.

—Al parecer, al gerente Handal le parece tan aburrida nuestra propuesta... Entonces por qué no empieza usted su presentación tan insignificante —se podía escuchar risas de los demás directores de la empresa.

—¡SILENCIO! —se oyó una voz fuerte—. Nam empieza ahora con tu propuesta espero que no me decepciones como lo han hecho estos inútiles —todos en la sala se quedaron en total silencio. Me paré e hice lo que el jefe me pidió.

La reunión duró casi tres horas, todos salieron de la sala, dejándome a solas con el jefe, aquellos que salieron murmuraban sobre mí, era de esperarse, ya que mi proyecto fue de aprobación para el jefe y eso provocó que los demás estuvieran envidiosos—. ¿Qué desea hablar conmigo?

—Nam, Nam, Nam... A pesar de ser un joven inculto que ni siquiera acabó la escuela, fuiste capaz de sorprenderme durante el tiempo que pasamos juntos, tu habilidad y astucia me sorprendieron, gracias a ti la empresa está yendo conforme a mis expectativas.

—Se lo agradezco, pero lo que he logrado es gracias a su confianza en mí y el apoyo que usted me ha dado —antes mis palabras él solo sonreía y asentía con la cabeza.

—Pero sabes muy bien que todo esto puede acabar si te atreves a ocultarme el paradero de tu hermana. Lo entendiste.

—Sí, señor. Siempre he sido sincero, no sé nada de ella. Solo la vi para el día de su boda, parece que nunca le importé por eso ni siquiera apareció cuando mi madre murió.

—Já... Tu hermana siendo estúpidamente fría y sin sentimientos... De verdad que tuviste una maldita mala suerte con respecto a tu familia, pero bueno son cosas del destino que le vamos a hacer —mirando su reloj—Eso ha sido todo mi adorable Nam, déjame decirte que cada vez te estás volviendo un hombre muy apuesto, espero que alguna vez te cases con mi hija, serían una bonita pareja y hombre... Deja ya esa tonta idea de venganza con tu pequeño hermano, perdónale la vida a ese miserable que no tiene donde caerse muerto.

—Estaría muy complacido en ser parte de su familia. Sin embargo, yo no encontraré felicidad hasta vengar la muerte de mi madre y mi desgracia sucedida por causa de ese maldito bastardo.

—JA, JA, JA... Siempre me ha gustado esa actitud tuya Nam, siempre siendo insensible con el enemigo, pero entiendo tus razones. Creo que eso ha sido todo puedes retirarte— dándome una pequeña sonrisa, haciéndole una pequeña reverencia salí de la sala.

—¡DARLA! —llamé a mi secretaria, ella dándose prisa vino hacia mí.

—Sí, señor —con una amplia sonrisa coqueta.

—Encárgate de revisar los informes y mandármelos a mi correo, saldré por un momento, pero es posible que no regrese hasta mañana, así que deja el celular porque tienes mucho que hacer —dándole una palmadita en el hombro, salí del lugar... Pude notar unas sonrisas de los demás empleados por lo que le dije a Darla, tal vez en sus pensamientos sabría maldecirme.

—¡Mark! Llévame a mi departamento.

—Sí, señor —abriéndome la puerta trasera del auto, subí y nos dirigimos hasta mi departamento.

—Mark, tengo el presentimiento que mi vida va a cambiar a partir de ahora, no sé, pero siento que moriré joven, jajaja...

—Usted es un hombre fuerte y valiente, además si usted muere todo este lugar se vendría abajo.

—Mmm... Este tipo tiene muchos enemigos que desean acabar con él y sobre todo con su mano derecha, los atentados que he sufrido son muchos, y es un milagro que haya salido vivo de ellos... Si mi destino será morir joven está bien, pero no moriré hasta acabar con aquel bastardo.

El ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora