—Estos son todos los documentos que me pediste —estaba tan exhausto, lo único que quería es ir a mi cama y tirarme en ella, pero tenía una cita con Jana a esta hora. Solo debía entregar esto que me pidió César y salir a su espera, aunque ella me dijo que ya estaba en el edificio.
— Mmm... Déjame revisarlo, quiero que todo esto esté perfecto para mañana —no debía preocuparme, así hubiera miles de errores en esos documentos, Jana me salvaría de ello o eso es lo que espero. El silencio en la gran oficina era incómodo, además recordar todas las cosas que me hizo ese viejo aquí me daba escalofríos—. Parece que necesitas unos lentes, mira aquí el nombre es incorrecto, esta palabra está mal escrita —con una sonrisa burlesca, me miró—. Alguien tendrá que quedarse a trabajar horas extras —"MALDITO".
—Pe-Pero —no entendía por qué tartamudeaba frente, frente a este hombre, yo no soy así.
—Pero ¿qué? No me digas que estabas listo para largarte —tirándome los papeles, algunos cayeron en mi cara—. Eres tan inútil... Mi padre es un ciego en confiarte todo, mira ni siquiera puedes escribir bien. ¡Ah! Lo olvidaba jamás fuiste a una escuela, ¿Cierto? —"MIL VECES MALDITO"—. Qué pasó, no tienes nada que decir, inútil.
Apretando mis puños, sentía que mis mejillas estaban ardiendo de cólera—. Yo... —de pronto se abrió la puerta bruscamente.
—¡Oh! Mi amor, te encontré —era Jana, quien corrió abrazarme y darme un beso en la mejilla—. ¿Por qué estás con esa cara? — mirando alrededor de la oficina y asombrándose de los papeles tirados en el suelo—. Ustedes estuvieron discutiendo — mirando a su hermano molesta—. ¡CÉSAR!
—Acaso no piensas saludar a tu hermano, no me digas que el salvajismo de este tipo te contagio.
—¡CÉSAR! ¡BASTA! Piensas que no me he dado cuenta de que tratas mal a Nam, es el único de todos los que trabajan en este maldito edificio a quien lo tienes trabajando hasta estas horas.
—Por algo es el encargado principal, después de mi padre.
—Pero eso no quieres decir que lo trates como basura.
—Ya, Jana contrólate, es tu hermano.
—Y eso qué, él no tiene derecho a tratarte así y tú, César, escúchame bien.
—Hey niña, ya debes madurar. Además, no me voy a quedar toda la vida en este lugar, así que tu futuro esposo no verá mi bella cara —haciendo un rostro dizque adorable.
—Idiota... —parece que las peleas de estos dos son como si estuvieran jugando, ya que Jana corrió hacia sus brazos de César para abrazarlo, y amistarse—. Querido hermano, Nam y yo, saldremos a comer.
—Nam tiene que quedarse a realizar su trabajo, tiene muchos errores y lo necesito urgente, mañana tenemos una reunión a primera hora —mis esperanzas de salir de esta prisión iban disminuyendo.
—¡CÉSAR!
—Dime.
—Por culpa tuya no hemos salido muy a menudo, así que por favor hazlo por mí —de pronto, él me miró con sus intensos ojos verdes, yo tan solo bajé mi cabeza—. ¿A qué lugar irán?
—"Delicia"
—"Delicia", hmmm... Parece que oído de ese lugar.
—Dicen que preparan los mejores postres, y qué mejor idea que ir a probar.
—Lo tengo, sí he ido —la tonalidad de su voz cambió de repente, no sé me dio una mala sensación—. Es realmente delicioso.
—¿En serio, César? —afirmando.
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El Contrato
Teen FictionEl contrato cuenta la historia de un joven alimentado por el deseo de venganza, hará todo lo posible para tratar de acabar con su medio hermano. Utilizará los medios que crea convenientes para tenerlo a sus pies, sin darse cuenta de que poco a poco...