Aunque no tenía idea sobre de qué se trataba el trabajo, decidí probar suerte y entrar. Nunca pensé que con un simple traje podría atraer las miradas de las personas que se encontraban allí, sobre todo de las mujeres que apenas mostraba una sonrisa cordial se sonrojaban. A pesar de ello, tenía muchos nervios, creo que llegué a pensar en retirarme, pero escuché el nombre de aquel joven que usurpé su lugar, no sabía qué hacer.
—¡El joven Alexander Klett, se encuentra! —se escuchó una voz femenina en la sala al enunciar el nombre de aquel chico. Al no oír ninguna respuesta, dio un llamado nuevamente—. Alexander Klett, se encuentra. Este es su último llamado para acercarse y tomar la entrevista —en ese momento estaba temblando, solo tenía que tomar una respuesta.
—Bueno, al ver que no se ha presentado pasaré a llamar...
—¡LO SIENTO, SOY ALEXANDER KLETT! —la señorita que estaba llamando aquel joven, me miró seriamente, pensé que había descubierto que no era el verdadero a quien estaba llamando "Es mi fin".
—Alexander Klett, le informo que no estoy aquí para jugar a decir su nombre a cada instante. Por favor, acompáñeme por aquí –se notaba muy estricta, asentí al llamado y ambos nos dirigimos a una sala más amplia donde se daban las entrevistas.
—Bueno, señores del jurado, tenemos aquí al joven Alexander Klett listo para dar su entrevista —todo estaba bien hasta darme cuenta de que él estaba allí mirándome frente a frente.
—¡OH! Es un gusto tener a un joven tan competente en este día —su entonación hizo que quisiera darle un golpe.
—El gusto también es mío en poder estar aquí, en una empresa tan reconocida —manteniendo mi mirada fija hacia él, pero por dentro quería huir de sus garras.
La entrevista se inició, las respuestas que daba no parecían convencer al jurado a excepción del gerente, que mantenía su mirada de lujuria en mí. Así transcurrió el tiempo, las preguntas terminaron, era evidente que no contratarían a un joven inexperto como yo. Entre ellos se susurraban hablando sobre mí, lo único que pude escuchar de aquellos susurros fue que yo era una persona incompetente para asumir el cargo, él solo los escuchaba.
—Damos por terminada la entrevista, joven Alexander lo llamaremos si obtiene el empleo —fueron las palabras de una de las personas que realizaban la entrevista—. Ana, la señorita que lo acompañó hacia aquí, lo conducirá nuevamente para tomar la salida.
—No es necesario, no soy tan tonto como ustedes creen, puedo salir por mi propia cuenta —sonreí cuando verdaderamente estaba destrozado, al salir me dirigí hacia el baño, solo quería secarme las lágrimas de mi frustración y de encontrarme con él, que ni siquiera pudo hacer nada.
—Mmm... Y yo que pensaba que después de lo que te hice te ibas a convertir en un hombre de verdad, pero veo que no —nunca pensé que él me perseguiría, traté de huir, pero fue imposible, me tomó del brazo—. ¿A dónde piensas ir? Todavía no he terminado mi conversación contigo.
—Yo-Yo no tengo nada que hablar contigo así que suéltame —hice forcejeo para que me soltara. Sin embargo, me empujó hacia la pared, estaba acorralado.
—No tengas miedo, no te haré daño como lo hice anteriormente... Veo que fuiste capaz de sobrevivir, aunque Kassia nunca volvió a mí y veo que a ti tampoco.
—¿Có-Cómo sabes que yo no he visto a Kassia? —enseguida reaccioné—. ¿ME ESTUVISTE ESPIANDO?
—Mmm... Veo que eres un muchacho hábil, bueno un poco. Esa mujer de negro, quien te acompaña, es muy buena con las armas, logró acabar con mis hombres espías —de pronto tomando mi cintura y atrayéndome hacia él.
—¿Q-Qué quieres conmigo?, ya sabes que no sé nada de Kassia —tenía temor, creía que él iba a hacer lo mismo que me hizo antes.
—Nadie te ha dicho que eres muy bello... Sabes que me gusta demasiado el color de tus ojos, son muy raros de ver en este lugar —susurraba a mi oído con tal deseo—. No podría convertirte en una celebridad, pero si en mi mano derecha, ¿qué te parece? —besando mi cuello.
—No te estás burlando de mí, ¿cierto? —estaba tan sorprendido por sus palabras.
—Lo que digo lo cumplo o no recuerdas lo que le hice a esa mujer que tanto odiabas — era cierto lo que decía, él había matado a la amante de mi padre.
—Sí lo hiciste, pero no salió bien —poco a poco me fui calmando y recuperando la compostura.
—Sí, entiendo que no fue lo que esperabas, pero apenas acabe con el angelito que tanto quería tu padre.
—¿Quieres ser asesinado por mis manos? —lo hice con un tono serio y a la vez seductor.
—Me encantaría —besándome a la fuerza, no tenía miedo que alguien viniera y nos encontrara en ese estado. Lo empujé con fuerza para que se detuviera.
—¡ALTO! Dijiste... que podría convertirme en tu mano derecha, pero no creo que sea así de fácil. Supongo que debo darte algo a cambio, ¿verdad? —quería confirmar si estaba en lo correcto.
—Eres inteligente mi querido Nam, a pesar de ser muy joven —sonriendo—. Tienes razón, no puedo darte algo fácil —tocando mi cuerpo—. Sé que quieres el futuro que tanto has ansiado.
—Claro que lo quiero, soy capaz de hacer cualquier cosa.
—Lo sé, por eso quiero tener tu cuerpo hasta que me canse y te conviertas en un sucio como yo, un hombre que pueda defenderse solo y te hagas cargo de mis verdaderos negocios —asintiendo con mi cabeza, no sabía qué hacer en ese momento y pensar que hace un momento me encontraba frustrado.
—Está bien, tendrás mi cuerpo hasta que te canses, a cambio de mi futuro.
—Bien, comencemos ahora mismo.
—¡Voy a trabajar ahora mismo! —abriendo mis ojos.
—No seas tonto, no creo que entiendas nada ahora del trabajo que vas a realizar, por ahora quiero divertirme un poco con tu cuerpo —mirando a su alrededor—el baño no es el lugar indicado para tener sexo.
—Por lo que veo y entiendo, acaso no tienes una entrevista que atender.
—Ya no, les dije a mis empleados que tú tomaras el puesto y punto —con un tono desinteresado me respondió. El asombro era grande, hasta no tenía palabras para dirigirme a él—. No tengo mucho tiempo sabes, vamos a mi oficina es más amplio, necesito deleitarme con tu cuerpo cuanto antes.
Ambos nos dirigimos hacia su oficina, el lugar era amplio y grandioso. Luis no esperó más y me tomó del brazo, empujándome hacia un mueble, él empezó con besos apasionados, yo solo correspondía.
Estaba completamente desnudo ante él, muy agitado—. Llegó el momento que tanto esperaba —abriendo mis piernas— Al parecer, yo fui el último —me molestó bastante al oír eso.
—Piensas que soy una puta, que estoy revolcándome con cualquiera por diversión —me sentía muy ofuscando, Luis solo sonrió y metiendo uno de sus dedos para dilatarme.
—Nam, solo disfruta el momento, no vas a echar todo lo que dije a la basura, por cosas insignificantes —metiendo otro dedo.
—Aaaah... E-Eres un i-idio aahah idiotaa.
No podía negar que en un principio disfrutaba el sexo con él, aunque a veces era duro conmigo, pero tenía que soportarlo por mi bien. No solo era sexo en nuestras vidas, él también me enseñaba a crecer como persona.
Tuve que pasar por muchas cosas para obtener un cargo importante en esta empresa, ahora soy gerente de la sede principal. Me gané aliados y enemigos, mis detractores solo servían para iniciar chismes sobre mi vida. Si bien, parte de ello era cierto y no debo arrepentirme. Es así como lo decidí, no hay forma de cambiarlo.
ESTÁS LEYENDO
El Contrato
Teen FictionEl contrato cuenta la historia de un joven alimentado por el deseo de venganza, hará todo lo posible para tratar de acabar con su medio hermano. Utilizará los medios que crea convenientes para tenerlo a sus pies, sin darse cuenta de que poco a poco...