El Contrato

REENCUENTRO

—Dejen de decir tonterías, ya deberían estar en sus casas. Ya acabó su turno, trío de mocosos chismosos —era don Felipe quien había interrumpido la conversación.

—Pero don Felipe, usted que lleva bastante tiempo debe de saberlo —contestó Nicolás, aún más curioso. Por su parte, don Felipe le dio un fuerte coscorrón que hasta yo pude sentir el dolor—. ¡Auch! ¡Por qué me pega!

—Deja de decir barbaridades, Nam era un muchacho que empezó como ustedes, yo lo tuve a cargo y jamás andaba de chismoso como ustedes tres —el director había comenzado como un chico de limpieza como nosotros, eso no me lo esperaba, pero cómo hizo para poder ser lo que es ahora—. ¡AHORA LARGO DE AQUÍ, MOCOSOS IRRESPETUOSOS! —los tres salieron de inmediato de los vestidores, yo iba detrás de ellos cuando mi jefe me llamó—. Mateus durante estas semanas que te he visto trabajar, me he dado cuenta de que te desempeñas muy bien y me gustaría adelantarte algo de tu paga —puse una sonrisa de oreja a oreja, dinero era lo que más me hacía falta, no sé cuántas veces le agradecí a don Felipe por el adelanto—. Ten cuidado al salir —a lo que asentí muy contento, guardé muy bien el dinero y me dirigí hacia mi cuarto.

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Dos malditas semanas encerrado en estas cuatro paredes con papeles que atender, necesitaba un descanso las pocas horas que dormía no eran suficiente "Cuándo volverás maldito viejo" aquel bastardo se fue a Alemania a supervisar su empresa y cómo estaba siendo administrada por su hijo. Para ello, me dejó todos sus deberes y agregando los míos de la empresa.

Ya era de noche, y no podía salir de este lugar hasta terminar; recostándome un rato sobre el escritorio y mirando al vacío, sentía que mis ojos en cualquier momento se cerraban. En mi estado, escuché la voz de Darla diciendo que ya se retiraba, dejando los documentos que le había pedido—. Ok, puedes retirarte —con una voz soñolienta, no sé qué otras cosas más me habrán dicho que no le preste atención ya que, estaba a punto de entrar en el sueño profundo.

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Me asignaron nuevamente la oficina del director, pero gracias a Dios que era ya de noche, no creía que él aún se mantuviera aquí trabajando, todo el espacio se veía vacío. Estaba tan cansado, no había dormido muy bien porque el sábado ya se acercaba y Nana vendría pronto por el dinero, solo me faltaba unos cuantos dólares "Bien, Mateus, manos a la obra... sé rápido y cuidadoso". Elegí primero limpiar la oficina del director, ansiaba oler su aroma nuevamente, no perdí ni un segundo más y abriendo la puerta me doy con la grata sorpresa que un cuerpo estaba recostado sobre el escritorio. Al instante pensé que me había confundido de piso o había entrado a la oficina equivocada, salí a comprobar el número y si estaba en lo correcto. "Entonces el hombre que está allí es..." mi corazón comenzó nuevamente a latir muy fuerte, tenía miedo de hacer algún ruido que provocara que él se levantara, no quería ser descubierto, tampoco quería perder mi trabajo, pero mis ganas por verlo de cerca me ganaron y mis piernas por si sola comenzaron a caminar, por suerte no hice ningún ruido.

Me encontraba muy cerca de él, y parece que fuese ayer que me hallara entre sus brazos, extrañaba esa calidez. Por su apariencia lucía muy cansado, se veía que estaba disfrutando de su reposo, hasta me atrevería a decir que se ve completamente indefenso en ese estado parece un niño con sus cabellos esparcidos por todo su rostro. Todo era felicidad hasta que hice ruido por casualidad, la cual terminé por despertarlo, cerré mis ojos por miedo a su reacción. Sin embargo, lo que sentí fue su suave mano acariciar mi rostro, lentamente abrí mis ojos y pude ver su mirada soñolienta y que poco a poco quería cerrarse nuevamente, lo único que alcancé a escuchar—. Esto debe ser un sueño... Te ves muy real, sigues siendo mi lindo niño de ojos azules, no cambies esa mirada inocente que tienes... Te Amo —su voz ronca se fue apagando "¿Él se refirió a mí?" estaba completamente confundido, si era yo, él todavía me ama, pero si me amaba ¿Por qué había terminado conmigo?... Olvidé de cumplir mi labor y fui a tomar aire fresco para poder aclarar mis ideas.