DESAFORTUNADO DÍA

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Era el día para realizar cosas grandiosas, sin embargo, amanecí con dolor de cabeza terrible, creo que debe ser por las noches de bebida que he estado pasando desde que entregué a Mateus a manos de ese idiota de Frank, ya habían pasado más de tres semanas, los únicos pensamientos que se me venía a la mente eran "Espero que ese idiota no comenta el error..."

De pronto, recibí una llamada de un sujeto totalmente diferente al Frank que conocía, me causó gracia escuchar su molestia en contra mía, ya que no había cumplido el trato de encontrarla y llevarla a su esclava favorita. Estaba a punto de cortarle, hasta que escuché—. Si es que no cumples con lo que pactamos, me haré cargo de tu mocoso como se debe. Tienes plazo hasta mañana en la tarde para traérmela, de lo contrario... Ya veremos quien ríe último —de inmediato me colgó, solo atiné a reír, pero por dentro la furia me consumía.

Cogí el celular y marqué el número de Nana—. Nana, quiero que de inmediato me localices el paradero de aquella mujer.

—Sí, mi señor —colgué, me levanté y fui a tomar una ducha, luego me vestí y esperé la respuesta de Nana.

Ella no me llamó nuevamente, sino que vino personalmente a verme.

—Encontraste lo que te pedí, no pensé que ese idiota lo iba a hacer.

—Solo esto pude encontrar mi señor, no sé si será suficiente para usted —entregándome algunos documentos, eché alguna ojeada en ello.

—De acuerdo, ¿el auto está listo?

— Sí, señor. Lo están esperando.

—De prisa, tengo que encontrar a esa mujer, si no mi venganza será arruinada por un idiota —solo atiné a sonreír de mala gana.

Nana y yo subimos al carro que era conducido por mi chofer de confianza, le indiqué al lugar que teníamos que ir.

—¿Pasó algo con Mateus? para que usted tomara esa decisión de buscar a esa mujer —no respondí, no quería hacerlo... De todos modos ella ya sabía la respuesta—. Ya veo, su silencio lo dice todo.

Fueron varios minutos hasta ir al lugar donde supuestamente estaba esa mujer, solo era cuestión de traerla al auto y devolverla—. Espero que tu información valga la pena —bajando del auto, el lugar donde me encontraba era una cafetería muy alejada de la ciudad, ningún hombre como la altura de Frank tocaría este lugar. Entré y me topé con una mujer, parecía que trabajaba aquí, ya que vestía el mismo uniforme, solo sonreí de una manera caballerosa y ella hizo lo mismo "La encontré".

—Buenos días, ¿en qué puedo atenderlo? —aquella mujer era de estatura baja y contextura delgada, piel clara, se podría decir una mujer normal. "Solo por esta mujer insignificante tengo que gastar mis preciadas energías".

—Bueno... Creo que solo un café estaría bien dándole una sonrisa amable, ella se sonrojó "Esto será más fácil de lo que pensé". Nana estaba vigilando cualquier movimiento desde fuera, estar en este lugar me hacía sentir incómodo, ya que todas las miradas iban reflejadas a mí como si fuera alguien famoso. Aquella chica no tardó mucho en traerme el café. En el momento que ella iba a retirarse, usé "mis encantos de conquistador", aunque rara vez lo utilizaba, ya que siempre las mujeres se me acercaban a mí—. Mmm... Espera, desde la hora que entré, me quedé anonadado por tu belleza, aunque sea me podrías decir cuál es tu nombre.

—E-Es vergonzoso... Mi nombre es Grace —me respondió tímidamente.

—Es un bonito nombre y va bien contigo —de pronto la llamaron, supongo que fue su jefa, me pareció que fue regañada por ella.

Cuando terminé mi bebida y pagué por el servicio, le di un papelito diciéndole que la iba a esperar hasta que ella terminara con su trabajo, quería llevarla a un lugar muy especial. Tuve que esperar mucho hasta que acabara su turno... Ella salió y sonrió al verme bajar del auto, me acerqué a ella "tímidamente".

—Ah... Bueno... ¿Te gustaría ir a pasear conmigo? —ella me miró sorprendida y dudosa—. Este... No vayas a pensar que soy uno de esos chicos mujeriegos... No, no, no —ella comenzó a reír al ver mis expresiones tontas—. Como te habrás podido dar cuenta, no soy muy bueno cuando se trata con las chicas, lo siento —tocándome la cabeza.

—No te preocupes... Veo que eres un buen muchacho... No sé eso es lo que presiento, así que sí me gustaría ir contigo.

—En serio... Bueno, entonces sube —hice una señal para que ella subiera, pero de pronto ella puso un rostro pálido cuando vio a Nana en la parte delantera, pensé que la había visto anteriormente y sospechaba de ella—. Ah... Ella es mi guardaespaldas, mis padres tienen miedo de que sea asaltado por el camino, sé que ella es una chica y debería darme vergüenza, pero ella es realmente fuerte y da mucho miedo —ella me miró sorprendida y fue cuando sonrió que me calmé.

—Entiendo, las mujeres estamos avanzando cada vez más.

—Ah... Por favor, sube.

Fue así como nos dirigimos al lugar especial, solo tardaríamos una hora—. ¿Por qué estabas en ese lugar?, un chico tan apuesto como tú y adinerado podría ser víctima de un ataque.

—Ah, es que mi padre me mandó a recoger un encargo, así que hice lo que me pidió y acabé temprano, y pensé por qué no recorrer ese lugar... Aunque se vio un poco tenebroso, pero a lado de ella, me sentí más seguro.

—Ja, ja, ja... De verdad pareces un niño albergado en un cuerpo de un adulto.

—En serio... no me esperaba eso —así conversamos todo el camino de cosas insignificantes y aburridas, de pronto las cosas se comenzaron a ponerse serias, cuando su expresión de Grace cambió rotundamente.

—¿A dónde estamos yendo? —fijó su mirada en mí, estaba nerviosa y pálida. Al parecer, se dio cuenta de su error demasiado tarde.

—Al lugar especial que te dije... Es por aquí me dijeron que es realmente herm...

—¡NO ME QUIERAS VER LA CARA DE IDIOTA! ¡DIME ÉL TE CONTRATÓ! ¡DÍMELO! —no espero mi respuesta, hasta la muy idiota se quiso tirar del auto, la sujeté y la atraje a mí.

—¿A dónde crees que vas? —susurrándole—. Tu amado te está esperando ansiosamente —ella forcejeó, hasta que la golpeé para que se calmara, pero se me pasó la mano porque terminó desmayada "Qué desperdicio" —. ¿Cuánto tiempo falta para llegar?

—Solo diez minutos, mi señor —respondió Nana. 

El ContratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora