SERÁS MÍO

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"Es bueno volver a este lugar".

Mi nombre es Jana, la mayor parte de mi vida la he pasado en Alemania a lado de mi hermano, y bien he querido visitar a mi padre, hace mucho que no lo vía, así que mejor oportunidad de aprovechar estas vacaciones.

Soy una chica extrovertida, me encanta salir sobre todo en las noches, socializarme con muchas personas. Mi sueño, mi sueño siempre ha sido conocer a la persona que me haga sentir amada, he tenido varias relaciones amorosas, pero ninguna me hizo sentir de tal forma, no sé si algún día la pagaré por haberlos tratado mal. "Solo sé que la vida continua y debo disfrutarlo".

—Bienvenida, señorita Jana.

—Hola... ¿Y mi padre?

—El señor siempre termina su jornada de trabajo en la noche.

—Mmm... Qué aburrido —esta gran mansión seguía siendo tan aburrida y nada había cambiado, tal vez por ello se largó esa estúpida, soltando una sonrisa haciendo que las empleadas me quedaran mirando—. ¿Qué? ¿Tengo algo en la cara? —al poco tiempo bajaron su rostro—. Bueno, iré a darme una ducha y descansar, por favor me subes algo para comer.

—Sí, señorita Jana.

"Qué será ir al edificio donde trabaja mi padre, podría darle una sorpresa con mi llegada". El agua tan placentera... mi querido hermano qué estaría haciendo, seguro encerrado en esa oficina, siempre le dije que saliera a divertirse y que no todo en la vida es trabajo, pero nunca le hace caso a su hermana "Es triste", desperdiciar tanta belleza en un simple trabajo, mi hermano no era feo, muchas chicas se mostraban interesadas en él; su última relación parecía llevarlo al altar solo duró cinco meses, a veces me preguntaba qué pasaba por su cabeza o acaso era gay, pero tampoco lo había visto salir con algún hombre "Esto es raro". Saliendo después de darme una buena ducha, encontré la comida que había pedido, sí que las sirvientas de mi padre eran muy buenas en el servicio—. Muy bien, salgamos de esta mansión —poniéndome un vestido blanco que me hacía lucir una chica dulce, pero con intenciones malas, tal vez de allí pasaría a ver a mis amigas y salgamos por un par de copas en la noche—. En busca del amor o diversión.

Cuando entré al gran edificio que manejaba mi padre, muchos se fijaron en mí, claro era mi belleza lo que les había llamado la atención. Sonriendo muy coquetamente me dirigí hacia los ascensores, pude apreciar que había muchos chicos guapos "Que divertido", algunos alcanzaron a darme una sonrisa, a la que no pude aguantarme las ganas de devolverles.

Llegando al piso donde supuestamente se encontraba la oficina de mi padre, solo vi a gente muy alborotada, al parecer como si alguien importante estuviera por llegar. Quise preguntar dónde podría localizar a mi padre, pero era imposible ya que, todos estaban enfocados en sus propias cosas, era molesto porque nadie me tomaba en cuenta.

—Dame esos papeles... Sí, estos son los correctos.

—Oye, podrías decirme dónde —vi a la chica sonrojarse de la nada diciendo algunas palabras sobre que él ya estaba aquí y murmullos que provenían de otros que seguía siendo igual de hermoso—. Hermoso, ¿quién? —hasta que decidí voltear para ver la persona "hermosa".

Mis ojos se fueron abriendo de la impresión, nunca antes había sentido mi corazón palpitar a mil por segundo. Sí que era hermoso, alto con apariencia de modelo de pasarela, su cabello castaño, sus pestañas rizadas y sobre todo su extraño color de ojos, no pensé que pudiera ver esa misma tonalidad después de haber conocido a la jefa de Naim, mi ex novio. Su elegancia también era lo que hacía relucir y sobre toda un aura de dominancia, cuando pasó por mi lado sentí un nerviosismo, si fuera otro hombre tal vez le hubiese recalcado que soy la hija del dueño de este edificio y que debería saludarme. Sin embargo, con él, no pude emitir ninguna palabra... "Lo deseo".

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