XXX.Libertad

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Sentía un dolor agudo en la sien derecha y le costaba respirar, sin abrir los ojos, se llevo una mano hacia la cabeza. Parecía que tenia un cuchillo clavado ahí.

-No te toques la herida-dijo una voz masculina.

Halley poco a poco abrió los ojos y se encontró con una preocupada mirada marrón fija en ella.

-¿Qué tal estas Haly?-le preguntó Oliver- te diste un buen golpe en la cabeza.

-¿Y tú quién eres?- dijo mirándole a los ojos-¿te conozco de algo?

El color de la cara de Oliver desapareció por completo, dejándolo blanco como la cera.

-Haly, s...soy y...yo... Oliver- tartamudeo.

Sin embargo la morena no pudo aguantar mucho la farsa, se le escapó una carcajada y el chico cuando comprendió que le estaba tomando el pelo casi la estrangula con sus propias manos.

-No vuelvas a hacer eso Haly, que susto me has dado- le reprendió.

-Lo siento no he podido evitarlo. ¿Qué paso?.

-Bueno, te llevaste un zarpazo de parte del profesor en el pecho y saliste volando unos metros. Te diste con una piedra en la cabeza y perdiste el conocimiento. Luego...

-Luego ¿Qué, Oliver?

-Luego nos atacaron los dementores. Tu padre estaba desmayado en el suelo, entre Harry, Hermione y yo los intentamos auyentar pero no fuimos capaces. No conseguía pensar en ningún recuerdo feliz sin saber si tu... Un patronus apareció al otro lado del lago y los ahuyento a todos. Luego vino Snape y os trajimos a todos al castillo.

-¿Dónde esta mi padre Oliver?- preguntó Halley mientras se intentaba incorporar, pero todo le daba vueltas.

-¿Qué haces, Potter?- ambos miraron hacia el otro lado de la enfermería, Harry se había despertado, se estaba poniendo las gafas y quería salir de la cama.

—Tengo que ver al director —explicó.

—Potter —dijo con dulzura la señora Pomfrey—, todo se ha solucionado. Han cogido a Black. Lo han encerrado arriba. Los dementores le darán el Beso en cualquier momento.

—¿QUÉ?- Harry y Halley gritaron. El moreno salió de la cama y Hermione que también había despertado le seguía. Pero Halley no podía levantarse aunque quisiera. Le daba todo vueltas.

Su grito se había oído en el pasillo de fuera. Un segundo después, entraron en la enfermería Cornelius Fudge y Snape.

—¿Qué es esto, Harry? —preguntó Fudge, con aspecto agitado—.Tendrías que estar en la cama... ¿Ha tomado chocolate? —le preguntó nervioso a la señora Pomfrey

—Escuche, señor ministro —dijo Harry—. ¡Sirius Black es inocente! ¡Peter Pettigrew fingió su propia muerte! ¡Lo hemos visto esta noche! No puede permitir que los dementores le hagan eso a Sirius, es...

Pero Fudge movía la cabeza en sentido negativo, sonriendo ligeramente.

—Harry, Harry; estás confuso. Has vivido una terrible experiencia. Vuelve a acostarte. Está todo bajo control.

—¡NADA DE ESO! —gritó Halley—. ¡HAN ATRAPADO AL QUE NO ES!

—Señor ministro, por favor; escuche —rogó Oliver—. Yo también lo vi. Era la rata de Ron. Es un animago. Pettigrew, quiero decir. Y..

—¿Lo ve, señor ministro? —preguntó Snape—. Todos tienen confundidas las ideas. Black ha hecho un buen trabajo con ellos...

—¡NO ESTAMOS CONFUNDIDOS! —gritó Harry.

Mi verdadera obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora