Nadie en Hogwarts conocía la verdad de lo ocurrido la noche en que desaparecieron Buckbeak, Sirius y Pettigrew, salvo Halley, Oliver, Harry, Ron, Hermione y el profesor Dumbledore. Al final del curso, Halley oyó muchas teorías acerca de lo que había sucedido, pero ninguna se acercaba a la verdad.
Malfoy estaba furioso por lo de Buckbeak. Estaba convencido de que Hagrid había hallado la manera de esconder el hipogrifo, y parecía ofendido porque el guardabosques hubiera sido más listo que su padre y él. Percy, mientras tanto, tenía mucho que decir sobre la huida de Sirius.
—¡Si logro entrar en el Ministerio, tendré muchas propuestas para hacer cumplir la ley mágica! —tenia a todo su grupo de amigos aburridos de escuchar una y otra vez su discurso. Ya ni siquiera Penny le escuchaba.
Aunque el tiempo era perfecto, aunque el ambiente era tan alegre, los chicos de séptimo nunca habían tenido un final de curso tan triste. Sabían que jamás volverían a ese lugar que tanto les había dado, un hogar, una familia...
Era la última noche que pasaba en aquel mágico lugar y Halley no hacía más que dar vueltas y más vueltas en la cama. No quería dormirse, eso significaría que en unas pocas horas todo se acabaría.
Silenciosamente se levantó y salió de la habitación como muchas veces antes había hecho. Caminaba por los silenciosos pasillos sin rumbo alguno mientras dejaba que los recuerdos le vinieran a la mente. Las mil y una vez que se había escapado con Jake hacia la sala común de Slytherin, todas las aventuras con Fred y George, las noches de chicas en la sala de los menesteres...
Una ráfaga de viento frio la hizo ver donde estaba, sonrió al ver que estaba delante del campo de quidditch. Ese sitio siempre le había gustado, habían pasado muchas cosas en ese campo, pero lo ocurrido aquel año superaba con creces todas las anteriores. Se adentró hacia el césped que tantas alegrías le había brindado y su sonrisa se hizo más grande al ver que el campo no estaba vacío, solo una persona estaría ahí en su última noche.
-¿Tampoco puedes dormir?- le preguntó Oliver mientras ella se sentaba a su lado en las gradas.
-No quiero que esto acabe, aquí he encontrado a mi familia y todos los años sabía que pasara lo que pasara en septiembre iba a volver aquí contigo, con Jake, con Penny... con todos.
-No se lo que pasará mañana pero lo que si que se es que estaremos juntos pase lo que pase-le contestó el mientras le pasaba un brazo por los hombros y le daba un suave beso en los labios.
Y asi abrazados, pasaron la noche, entre nostalgia, recuerdos, anécdotas y risas. Hasta que el amanecer los alertó de la realidad. El final era inminente.
-Vaya... se ha hecho de dia- murmuró Halley frotándose los ojos.
-Si... será mejor que vayamos a recoger las cosas que nos quedan- propuso Oliver
Sin embargo ninguno de los dos se movió del sitio, se quedaron mirándose a los ojos hasta que poco a poco, como si un iman los acercara, juntaron suavemente sus labios. Fue un simple beso en los labios, pero como les ocurria casi siempre, a un beso le siguió otro y cada vez eran mas largos y mas apasionados. La lengua de Oliver salió furtivamente de su boca y acaricio lentamente los labios de la muchacha, Halley soltó un suspiro el cual el muchacho aprovechó para introducir su lengua en la boca de ella y dar rienda suelta a la pasión y toda la emoción que sentía en ese momento.
Las manos de Oliver volaron hacia el cuerpo de Halley, una de ellas se introdujo entre su pelo y se lo agarró con fuerza, y la otra se la pasó por la cintura pegándola a él completamente. Halley gimió fuertemente en los labios de Oliver, el chico podía ser muy tierno pero cuando la pasión se le desbordaba de aquella manera era puro fuego.
-Ven- dijo el chico levantándose y tirando de ella para que hiciera lo mismo.
Halley obedeció y nada más ponerse en pie, Oliver se agachó para tomarla de las piernas y colocar a Halley en su hombro. Atravesó el campo de quidditch corriendo y no paró hasta llegar al vestuario. Cerró de un portazo y atrapo a Halley entre la puerta y su cuerpo, haciendo que resbalara con un sensual roce.
Con prisas Halley se libró de la túnica de Oliver y la tiró al suelo, mientras el muchacho no dejaba de besarle el cuello. A la túnica le siguieron las camisetas de ambos, los pantalones y el resto de la molesta ropa. Para entonces la temperatura de la sala había subido unos cuantos grados, al igual que la de los dos muchachos. El moreno se apartó unos segundos para poder protegerse y luego la alzó de los glúteos para hacerle el amor fogosamente.
Ninguno de los dos quería que ese momento acabase, sin embargo, todo lo que tiene un principio tiene un final.
Las horas habían pasado con una cruel rapidez para todos los de séptimo, todos los chicos entraban en el tren de regreso a Londres, cabizbajos y pensativos. Encontraron un compartimento vacío, sin embargo en vez de sentarse a planear el verano todos se asomaron por la ventana. Querían ver el castillo por última vez, hasta que se perdiera en el horizonte. No se sorprendieron a ver las cabezas de sus compañeros de séptimo asomando por las ventanas del tren, muchos de ellos con lágrimas en los ojos.
Cuando el expreso pitó tres veces y arrancó, un nudo se formó en el estómago de Halley. Veia a su único hogar alejándose rápidamente, el único sitio donde había sido realmente feliz, donde había conocido a su verdadera familia y había recuperado a su padre y a su padrino. Las cosas no volverían a ser como antes.
Cuando se dio cuenta de que el colegio hacía rato que había desaparecido, cerró la ventana y volvió al vagón con el resto de sus compañeros.
-¿Qué va a pasar ahora?- Halley se aventuró a decir lo que todos pensaban.
-No lo sé- contestó Jake.
-Puede que algún día volvamos- aventuró Penny
-Solo sé que pase lo que pase, estaremos todos juntos- Dijo Oliver dándole la mano a Halley.
-Para siempre- contestó ella mirándole a los ojos.
Los chicos no sabían que el tiempo pronto pondría a prueba esas palabras, los tiempos duros se acercaban a pasos agigantados y pronto volverían al colegio, pero no de la forma que a ellos les gustaría.
Pero mientras tanto... toca vivir y disfrutar de la vida.
Bueno mis amores... he intentado retrasar este momento todo lo posible pero al final ha llegado. La historia ha llegado a su fin... (llorando fuerte...😭😭😭😭)
Espero de todo corazón que os haya gustado, no se aun si hare algún epilogo o si continuare la historia. No prometo nada...
Muchas gracias por vuestro apoyo y por haber estado ahí detrás de cada capitulo, sobre todo a los que estáis ahí desde el comienzo, sin vosotrxs no hubiera sido capaz de terminar la historia. Gracias por cada estrella y comentario sois lxs mejores.
Gracias de todo corazón ♥♥♥♥♥♥♥♥
Un abrazo gigante
Andrea
ESTÁS LEYENDO
Mi verdadera obsesión.
Romance-¡Estas obsesionado Oliver! ¡Todo en tu vida es quidditch, quidditch y más quidditch! -Eso no es verdad Halley. -¡Claro que sí! ¡Pero estoy harta! ¡DIMITO! ¡Jugaré en el proximo partido, pero ya puedes ir buscando otra cazadora!- y hecha una furia...