XXIV. El final de curso se acerca

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Se encontraban en la biblioteca, después de las charlas con sus jefes de las casas habían visto las orejas al lobo. Estaban a finales de febrero y a mediados de mayo serían sus EXTASIS, quedaba muy poco tiempo. Penny, Jake y Halley habían optado por hacer un grupo de estudio. Se ayudarían los unos a los otros ya que si uno flaqueaba en algo los otros podían ayudarle y era un método que les había servido durante siete años. Percy después de discutir con ellos se había marchado al rincón más alejado de la biblioteca. Necesitaba silencio absoluto y por supuesto nadie se atrevía a molestar al prefecto pelirrojo.

-Chicos, os dejo. Tengo que ir al entrenamiento- Halley había mirado el reloj y había visto que debería haberse ido hace 5 minutos.

-Pero, no puedes entrenar aun ¿no?-le preguntó Jake.

-No, me quedaré en las gradas, pero les observaré entrenar y de alguna manera les podré ayudar. No estudiéis mucho, nos vemos en la cena- se despidió de ellos dándoles un beso en la mejilla a cada uno.

A toda prisa se dirigió hacia el campo de quidditch, había nevado el jardín estaba cubierto por una capa de al menos veinte centímetros y hacia un frio de mil demonios. Cuando llegó al vestuario sus compañeros todavía no había llegado, solo estaba Oliver, que cuando la vio aparecer la miró con sorpresa.

-¿Qué haces aquí?- le preguntó Oliver- no pensarás que te vas a subir a la escoba ¿verdad?

-Hola Halley, ¿qué tal tu día? bien gracias ¿y el tuyo?- le dijo ella sarcástica- No he venido a entrenar. He venido a veros y por si os puedo ayudar en algo.

-Bueno, pero solo te dejo mirar- le contestó el mientras le abrazaba y se acercaba a darle un beso.

-¡Hey Haliver idos a un hotel!

El equipo había llegado y ese grito había sido cortesía de los gemelos mientras que las chicas se partían de risa y Oliver refunfuñaba.

El entrenamiento comenzó como era ya tradición, Oliver les puso al día de las estrategias que había planeado para la final contra Slytherin.

-La final será en abril, después de las vacaciones de pascua. Tenemos tiempo, pero entrenaremos duro. De eso podéis estar seguros.- les amenazó.

-Bueno, confiemos en que nuestra Halley lo mantenga bien entretenido y desestresado ¡Ay, capitán defiéndeme!- ante ese comentario Fred, Halley había cogido lo primero que encontró y se lo tiro a la cabeza. Es decir le había tirado una zapatilla de Harry a la cabeza. Ante los reclamos de su golpeador Oliver hizo oídos sordos pero todos vieron la sonrisa que se le escapó de los labios.

Después de la charla se dirigieron al campo de quidditch para poner en práctica las estrategias. Halley se dirigió a las gradas y se dispuso a observar a sus compañeros.
Sin embargo le costaba mantener la concentración, continuamente se sorprendía mirando a Oliver. Nunca le había podido ver jugar, solía estar demasiado ocupada esquivando bludgers como para quedarse embobada.
Ahora, por el contrario podía recrearse mirándolo. Serio e imponente sobre la escoba daba órdenes a sus compañeros, el uniforme se le ceñía sobre los músculos como si de una segunda piel se tratara.
"A ver Halley céntrate un poco, anda" se dijo a si misma mientras volvía a centrarse en la jugada que estaban intentando hacer sus compañeros.
-¡Oliver!- le llamo mientras le hacía señales para llamar su atención.
El muchacho la vio por el rabillo de ojo y paró el entreno para ir donde ella.
- ¿Qué pasa?
-Se me ha ocurrido una idea. ¿Qué te parece si jugamos al despiste?
-¿Despiste?
- Si, sabemos cómo es el juego que hacen las serpientes. Todo el equipo va en bloque hacia el que tenga la quaffle para así hacer imposible que meta el gol. Vale, pues la cosa es recoger la quaffle cerca de los aros del equipo contrario y en vez de ir a marcar venimos hacia nuestros postes. Una vez aquí le lanzamos la quaffle a alguno de los gemelos y el con el bate se la envía a una de nosotras que se habrá quedado rezagada. Si todo sale bien, la mayoría de jugadores habrán ido detrás de la quaffle quedando los aros protegidos sólo por el guardián. Si conseguimos llegar hasta ese punto anotar será pan comido.
Tanto Oliver como sus compañeros se miraron mientras asimilaban lo que había propuesto.
-Es una jugada complicada... Y pueden salir muchas cosas mal. Pero si lo conseguimos será una jugada perfecta.-pensaba Oliver en voz alta- cuando te reincorpores podemos practicarla a ver cómo nos sale. Necesitamos estar todos para intentarlo.

Mi verdadera obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora