VII.

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Cuando cruzó el umbral de la puerta le recibió la imagen de la ternura personificada, Oilver arrullaba a su sobrina en brazo mientras esta hacia esfuerzos por mantenerse despierta aunque en vano. Cuando el moreno vio a su cansada novia cruzar la puerta le hizo un gesto para que no hiciera ruido y se dirigió a la habitación de invitados para acostar a la niña.

-Por fin se ha dormido- suspiró sentándose en el sofá y arrastrando a Halley con el-¿Qué tal ha ido todo? Nicky me ha contado a grandes rasgos la conversación que habéis tenido esta mañana pero me ha dicho que no sabía que eras tú.

Halley se dispuso a contarle todo lo vivido desde esa noche, la operación, la conversación con Nicole, lo que le paso a Matt...

-Esto... Halley- comenzó Oliver cuando ella terminó- ayer salió un artículo en la revista Corazón de Bruja que espero que sepas que es todo mentira, yo jamás te engañaría, estabas muy rara estos días, pensaba que ya no querías estar conmigo y necesitaba hablar con Nicky y...- Oliver comenzó a tener diarrea verbal, soltando todo lo que le rondaba en la cabeza desde hacía horas y horas, sin mirarle a los ojos a Halley, no se atrevía. No había hecho nada malo pero no quería enfrentarse a ella.

-Oliver- le cortó ella- oí a unas enfermeras hablar de eso y no me creí ni una palabra.

-¿Ah, no?- él estaba desconcertado.

-Después de las mentiras que ha dicho la prensa de mi padre y el acoso y derribo contra Harry y Dumbledore este año ¿crees que me creo algo de lo que dice la prensa? Además, cuando entraste en el equipo ya hablamos de que estas cosas podían pasar. Ahora eres un personaje público y la prensa rosa aprovecha cualquier mínima ocasión para publicar mierda. Pero, si tu hermana es rubia ¿Quién era la morena con la que estas en la otra foto?

-También es Nicky, su cuñada está estudiando peluquería y le tiñó el pelo el otro día, pero le queda fatal y se lo va a volver a cambiar a su color natural. ¿No estas enfadada?

-¿Enfadada? Para nada Oliver, es más siento que hayas pensado que estaba rara o que ya no quería estar contigo, Oliver. Nada me apetecía más, pero tenía que estudiar para un examen que mira como ha salido...

-Seguro que apruebas, si tratas la mitad de bien a tus pacientes de lo que has tratado a la pequeña lo tienes hecho. Vas a ser la mejor medimaga del mundo, y a la que más sexy le queda el pijama- dijo el acercándose a darle un beso a su novia mientras ella se reía.

-Por cierto- intervino Oliver con una sonrisa- me has hablado mucho de Matt, ¿debo preocuparme?-preguntó bromeando.

-Bueno, es un chico muy guapo y es muy inteligente pero no le gustan las alturas- comentó sonriendo, pero al ver la cara de desconcierto de Oliver añadió: no le gusta volar Oliver, y ya sabes que para mí eso es primordial en un hombre- el muchacho por fin entendió lo que quería decir Halley y soltó una carcajada, en parte aliviado por saber que no le gustaba su compañero de hospital.

Estuvieron un rato largo hablando de esto y de aquello, poniéndose al día de todo lo ocurrido en aquellas 2 semanas, hasta que Halley se quedó dormida en el sofá presa del gran cansancio acumulado.

Se despertó bruscamente y parpadeó un par de veces antes de darse cuenta que estaba en la cama con Oliver mirándola.

-Tenemos reunión en el Cuartel Haly, ¿quieres venir?

-Sí, ya voy- dijo desperezándose- ¿Marie?- preguntó

-Nicky ha venido hará una hora más o menos. No hemos querido despertarte pero me ha pedido que te diga que te da las gracias por todo y que estas invitada a comer algún día a su casa. No acepta un no por respuesta, que si no te acosará por el hospital hasta que vayas. Palabras textuales de mi hermana- contó el sonriendo.

-Mmm... está bien, iremos algún día- concedió ella estirándose en la cama- ya veo que el gen acosador os viene de familia- comentó ella recordando todo lo vivido en su último año de escuela.

Tardó poco tiempo en alistarse, una ducha rápida, unos vaqueros muggles y una blusa y estaba lista para ir a casa de su padre, cualquiera pensaría que la manera más rápida para llegar ahí era apareciéndose directamente en Grimmauld Place. Pero como tenían tiempo decidieron ir en metro, a Oliver le fascinaba ir en esos trenes subterráneos y alucinaba con las cosas raras que hacían los muggles. Y en muchas ocasiones Halley tenía que hacerle callar porque los que llamaban la atención solían ser ellos y no los muggles. Unas paradas y una bronca de Halley después llegaron a su destino.

-pero Haly, ese tío iba hablando solo, eso no es normal ni para los muggles.

-Iba hablando por un teléfono móvil Oliver- explicaba pacientemente la morena mientras tomaban rumbo hacia el cuartel general- estaba hablando con otra persona, al otro lado de la línea de teléfono.

El muchacho iba a avasallarla a preguntas pero por suerte para ella habían llegado ya a la casa. Oliver tomo la delantera y cuando la puerta apareció llamó sin pensárselo 2 veces. Un malhumorado Sirius abrió la puerta al cabo de unos minutos, pero cuando su hija se abalanzó a abrazarle se le pasaron todos los males.

-Vaya Halley, no sabía que ibas a venir hoy- susurró con sorpresa- ¿te ha contado el muchacho lo de la revista o me lo tengo que cargar?- preguntó mientras Oliver se escabullía nervioso al interior de la casa al oír la pregunta.

-Me lo ha contado, y está todo en orden papa- contestó ella con una sonrisa.

- de todas formas lo tendré vigilado.

Juntos entraron en la casa donde todos recibieron a Halley con gran alegría, querían saber con pelos y señales que tal le había ido en el examen pero la reunión tenía que empezar asique ella prometió contarles todo lo ocurrido en la cena, prometiendo a los gemelos y a Jake que no omitiría ningún detalle por muy sangriento y asqueroso que fuera.

En ello estaba cuando el profesor Dumbledore y Snape llegaron a la casa y dio comienzo a la reunión, comenzaron como siempre, distribuyendo las guardias de Harry y las guardias en el ministerio. Gracias a Oliver, Halley se había enterado de que existía un departamento dentro del ministerio donde guardaban las profecías hechas a la gente. Según una sospecha de Dumbledore, pensaban que los mortífagos intentarían ir ahí a hacerse con una profecía que hablaba sobre el futuro de Harry y Voldemort.

A Halley, para variar, no le pusieron ninguna guardia de Harry, pero como ya había acabado con el examen, se le dejo la tarea de enseñar primeros auxilios básicos a cada miembro de la Orden. Ella se haría un cuadrante según sus turnos en el hospital (siempre que aprobara claro está) e iría enseñando por turnos uno por uno.

Dumbledore estaba comentando los últimos detalles de la reunión cuando del bolsillo del pantalón de Halley salió una voz bien conocida por todos los presentes.

-¡Halley Black!- la voz de Harry sonó por toda la sala- ¡Halley necesito tu ayuda!

Todos los presentes miraron a Halley que pálida como la cera sacaba una libreta de sus vaqueros.

-¿Harry?- preguntó ella abriendo la libreta y viendo un agitado Harry, intentaba hacer caso omiso a todos los pares de ojos que sabía que le miraban- ¿Qué ocurre?

-¡Los dementores nos han atacado a mi primo y a mí, creo que Dudley se ha quedado tonto. Necesito tu ayuda!

Buenas, ¿Qué tal estáis? ¿Qué os ha parecido el capitulo? ¿merezco algún voto, algún comentario o algún tomate? Vosotrxs decidís. Hoy no os traigo fotos pero muy pronto os presentaré a Jake a ver que os parece 😉😉

Por el momento nada mas que contaros, nos leemos y siguiente capitulo el domingo que viene🥰

Un besitooo

Andrea

Mi verdadera obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora