Halley se encontraba de pie al lado de una ventana, observaba el jardín del orfanato que la había acogido cuando se quedo sola en el mundo, hacia ya casi 14 años. Suspirando se acercó a la mesilla, en ella había tres pergaminos y una foto. Con una sonrisa, tomo la foto y vio a toda esa gente que había compartido con ella los siete mejores años de su vida. La fotografía había sido tomada justo antes de su ultimo viaje de tren, ahí estaba ella junto a Penny y a Oliver y detrás de ellos Jake molestaba a Percy. También asomaba por las filas de atrás el pelo verde fosforito de Jason, consecuencia de haber perdido la apuesta (todo el colegio supo que no había conseguido acostarse con Halley) y se podía intuir un cartel que decía "soy tonto del culo" regalo de graduación de ciertos pelirrojos.
Sonriendo por el recuerdo, guardó la foto en una caja y tomo el resto de pergaminos.
En el primero, la profesora Mc Gonnagal le comunicaba sus notas obtenidas en los EXTASIS y le felicitaba por haber conseguido la máxima calificación en todas sus asignaturas. Lo que demostraba que el profesor Snape tenia un odio incondicional hacia ella (y al enterarse de la nota de la muchacha el odio crecería aun más).
El segundo pergamino le había llegado a través de una pomposa lechuza negra hacia dos días, y en cuanto lo leyó se puso a gritar de alegría:
<< Estimada señorita Black, tras valorar los innumerables comentarios positivos escritos por sus profesores en las cartas adjuntadas en su solicitud y tras haber superado con éxito los requisitos mínimos pedidos por nuestra academia. Nos complace comunicarle que ha sido admitida en la Academia de Sanadores de Inglaterra. Le esperamos el día 1 de Septiembre a las 8 de la mañana para el inicio de sus clases. Bienvenida >>
Por ultimo cogió el sobre que le quedaba, lo había recibido hacia una semana y todavía recordaba con asombro como un gran pájaro de colores había aterrizado en su habitación. El sobre abultaba bastante ya que tenia dos llaves dentro, una plateada y otra pequeña dorada. Asombrada y sin entender nada sacó el pergamino que venia en el interior.
<< Halley,
Mi acelerada marcha me impidió despedirme de ti como te mereces, quería darte las gracias por todo lo que me has ayudado durante este año, no deberías haberte arriesgado tanto. Estoy en un lugar seguro lejos de Inglaterra y me quedaré por aquí durante un tiempo. Me hubiera gustado darte esto en persona y en otras circunstancias, pero es lo que hay.
Dentro del sobre encontrarás dos llaves. La plateada es la llave del primer piso que compramos tu madre y yo al salir del colegio, es un piso pequeño pero acogedor. Cuando nos mudamos a una casa mas grande quisimos venderlo, pero al final se la prestamos a Dumbledore como casa franca para la Orden. Ahora te entrego a ti la llave para que hagas con el lo que quieras, úsalo o véndelo, tu decides.
La llave dorada es la llave de una cuenta de Gringotts que abrimos tu madre y yo para tus estudios y otros gastos, fuimos metiendo ahí dinero para que no te faltara de nada. Y otra vez las circunstancias se nos volvieron en contra y no pude darte nada de esto cuando lo necesitaste. Te pido perdón por eso y espero que con el tiempo llegues a perdonarme por todo lo que te he hecho pasar durante estos años.
Volveremos a vernos pronto, lo prometo.
Canuto>>
Halley suspiró, el maldito Voldemort y sus seguidores lameculos le habían arrebatado tanto... y ahora que sabia la verdad de su padre seguía sin poder estar con el.
-Hey, Halley- la voz de una niña rubia la sacó de sus pensamientos- el chico guapo de fuera me pide que te des prisa, que la furgoneta esta alquilada por horas.
-Ya voy Mandy- metió las cartas y alguna cosa que quedaba desperdigada por ahí y se marchó de aquella habitación para siempre.
-¿Lista para ir a tu nuevo hogar?- le preguntó Jake cuando Halley subió a la furgoneta. Le había sobornado con invitarle a una cerveza si le ayudaba a hacer la mudanza.
-Nuevo hogar, nueva vida- contestó ella con una sonrisa- me pregunto que nos deparará el destino a partir de ahora.
-Seguro que todo sale bien y vivimos todos juntos hasta los 100 años Haly, aunque espero que a los gemelos se les acaben las ideas para las bromas antes- bromeó Jake.
-Lo dudo mucho.
-¿Por cierto, porque estoy yo aquí ayudándote y no esta el gran Olie aqui ejerciendo de macho?- dijo Jake mientras incorporaba la furgoneta al loco trafico de Londres.
-Porque tenia las pruebas para los Puddlemere aunque también creo que ha usado esa excusa para escaquearse.
-Ya claro... las pruebas- murmuró Jake.
Entre los dos (y un poco de ayuda mágica) realizaron la mudanza y en menos de una hora tenían todo ya colocado en su sitio y estaban tomando una cerveza en el pub de abajo.
Jake la puso al día de todos los avances del grupo, el empezaría en la academia de Aurores en agosto, Penny había logrado la gran beca del Ministerio y haría una rotación por todos los departamentos. Percy como ya sabían, sería uno de los secretarios del ministro de magia y estaba demasiado orgulloso de ello.
-Bueno niña- comenzó Jake- creo que ya te has aprovechado de mi bastante por hoy, espero que cuando hagas la cena de inauguracion del piso sea yo tu invitado de honor.
-Eso dalo por hecho- acordó Halley mientras le daba un abrazo- muchas gracias por tu ayuda.
Halley subió despacio las escaleras hacia su casa, iba tan absorta en sus pensamientos que no vio a la persona que la aguardaba en el rellano de su casa.
-Ya pensaba que no era hoy el día de la mudanza- le sorprendió una voz.
-¡Oliver!- grito del susto- ¿Qué haces aquí? Pensaba que vendrías mañana- le dijo mientras el se acercaba a darle un beso.
Beso que Halley pensaba que sería corto, a modo de saludo, sin embargo el chico atrapó su cara entre sus manos y profundizó el beso. Ella aunque sorprendida le respondió con el mismo entusiasmo con el que el la estaba besando. Las manos de Oliver volaron hasta el trasero de la morena y el la empujo con su cuerpo hasta que la puerta de la casa hizo de barrera y no les dejó avanzar mas.
-No es que me queje- dijo Halley cuando se separaron para coger aire- ¿pero esto a que viene?
-Viene a que estas delante del guardián suplente de los Puddlemere United nena- dijo el con fingida arrogancia.
-¿Es en serio?- gritó ella mientras el asentía- sabia que lo lograrías.
El muchacho se inclinó de nuevo para seguir con el beso de antes pero retrocedió confuso cuando ella se apartó.
-No es que no quiera hacer lo que tienes en mente Oliver- aclaró ella- pero te recuerdo que estamos en el rellano de un edificio en el que vive mas gente. Ademas, nuestra vida empieza ahora, tenemos todo tiempo del mundo para hacerlo con calma ¿no crees?
-Juntos para siempre- respondió Oliver con una sonrisa, mientras entraban juntos en aquel pequeño piso.
Aquella casa seria testigo de muchas alegrías pero también de tristeza, miedo e incertidumbre. Todos sabemos que el futuro inmediato que les espera no sera ni feliz ni alegre, y que algunos de ellos no llegarán a vivir 100 años. Pero lo que si sabemos es que intentarán exprimir al maximo los minutos que pasen juntos.
Pase lo que pase son valientes Gryffindors ¿o no?
Hola mis amores!! cuanto tiempo!, Aquí os dejo un pequeño epilogo de lo que pasó un mes después del final de curso. Intentaré hacer una segunda parte del libro pero no prometo nada.
Un besazo enorme y como siempre decidme lo que os ha parecido.
Andrea
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Mi verdadera obsesión.
Romance-¡Estas obsesionado Oliver! ¡Todo en tu vida es quidditch, quidditch y más quidditch! -Eso no es verdad Halley. -¡Claro que sí! ¡Pero estoy harta! ¡DIMITO! ¡Jugaré en el proximo partido, pero ya puedes ir buscando otra cazadora!- y hecha una furia...