Oliver observaba el paisaje que se desplegaba a lo lejos desde su porche. Habían pasado varios meses desde que Alicia les había dicho que iban a tener gemelos. Después de unos días de shock inicial lo aceptaron con alegría y miedo pero podrían con ello. El problema había sido lidiar con una hormonada Halley, la mayoría del tiempo lo llevaba bien pero de vez en cuando Oliver se olvidaba de comprarle las patatas que no le había pedido o no era capaz de encontrar una papaya con salsa picante a las tres de la mañana y tenían el drama montado, en esos momentos ni siquiera Voldemort se atrevería a enfrentarse a Halley.
Sirius se había mudado con ellos para protegerles y para horror de Halley aliarse con Oliver en contra de ella. Jake y Sam seguían viviendo con ellos, les parecía el sitio más seguro para la pelirroja y tras superar la timidez inicial y la sensación de que al ser muggle era una completa inútil, esta había hecho muy buenas migas con todos, le encantaba todo lo mágico, lo cual era un problema porque Arthur Weasley se inventaba excusas para estar con ella todo lo posible. Una muggle a la que le encantaba la magia junto a un mago que se pirraba por todo lo muggle... imaginaos el panorama.
-¿Dónde está Halley?
Sirius se sentó en la mesa donde Oliver observaba el paisaje.
-No lo sé, creo que está arriba hablando con Matt. Está enfadada conmigo.
-¿Qué has hecho ahora muchacho?- preguntó el animago con una sonrisa
-Le sugerí un nombre para uno de los niños y no le ha gustado- murmuró el enfurruñado.
-No voy a llamar Quaffle a ninguno de nuestros hijos Wood- dijo la morena apareciendo detrás de ellos.
-¿Quaffle? Original es un rato –concedió Sirius comenzando a reírse pero cortando la carcajada al ver la cara de Halley- sabía que te gustaba el quidditch Oliver pero no pensaba que tanto.
-A mí me parece un nombre genial...-murmuró él.
-Súper genial- dijo Halley rodando los ojos- tenemos reunión con la Orden en dos minutos, se acerca la hora.
Los dos hombres se pusieron de pie con semblante serio sin decir nada, y los tres se desaparecieron rumbo a la Madriguera.
Era hora de sacar a Harry de Privet Drive, la primera batalla se acercaba. La tensión era firme, no todos llegarían a ver el amanecer. Tenían que seguir la última voluntad de Dumbledore.
(Flashback)
La noche antes de morir, Dumbledore en persona se presentó en su casa, fue un shock para los que vivían en aquella casa.
-Ay la juventud...-suspiro cuando se sentó en el sofá junto a la pareja- si en tus tiempos de escuela me hubieran dicho que viviría para ver a Sirius Black convertido en un padre responsable y futuro abuelo... hubiera hecho que a esa persona la encerraran en San Mungo porque estaba loco-
-Ya ve profesor, los tiempos cambian y yo seré el abuelo más guapo y sexy del mundo-
-Espero que no se te ocurra usar a mis hijos para ligar, papá- masculló Halley ante la sonrisa del director
-No te preocupes Halley, no creo que de mucho resultado- repuso Oliver
-¿y por qué no?
-Porque nada más que pronuncies la palabra abuelo, todas saldrán huyendo- respondió Oliver haciendo reír a todos menos Sirius.
- Ten más respeto niño-murmuró el animago- además ¿no has oído hablar de los sugar daddys? Está de moda entre las jovenzuelas al parecer.
- ¿en qué consiste eso Sirius?-quiso saber Dumbledore
-Pues vera...
-Profesor Dumbledore, no es que no quiera saber por qué mi padre conoce ese concepto pero...
-Tienes razón Halley, veréis el motivo que me trae aquí es contaros algo sobre Harry.
Al oír el nombre del moreno todos se tensaron y prestaron toda su atención dejando las bromas aparte. Dumbledore les contó que Harry tenía una tarea, tarea vital para ganar la guerra.
-Es mejor para vosotros no saber en qué consiste esa tarea, pero puede que Harry necesite de vuestro apoyo en alguna ocasión.
-¿Apoyo?- preguntó Jake.
-Puede que necesite refugio o asistencia médica en algún momento.
-Entiendo...
-Iré con el- salto Sirius que había estado callado hasta entonces.
-La tarea es solo suya Sirius, además creo que por aquí te van a necesitar más que Harry. Un niño siempre trae mucho trabajo, asique dos ni me lo imagino. Viviréis vuestra pequeña batalla aquí. Además, el joven Potter ha demostrado saber cuidarse de sí mismo- disuadió Dumbledore.
-Y además seguro que no se va a ningún lado con Hermione- añadió Halley con una sonrisa.
-Eso seguro, la señorita Granger ha demostrado ser una amiga fiel y tener la mente fría en los momentos más duros.
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-¿Crees que lo sabía?- preguntó Halley cuando volvían del funeral del director.
- Creo que algo intuía- contesto Oliver mirando al infinito.
La muerte del director, del que ellos consideraban el hechicero más grande del mundo, les había caído como un jarro de agua fría.
-Tenemos que confiar en Harry, es nuestra única esperanza- les dijo Sirius a ambos- Pero yo me encargo de vérmelas con Quejicus.
Antes de que saliera por la puerta Halley pudo ver en su padre un destello de rabia y de ira que nunca había visto en él, más que cuando hablaban de Bellatrix Lestrange.
-¿Qué va a ser de nosotros, Oliver? Sin Dumbledore...- preguntó Halley en un susurro.
El moreno se tomó un tiempo para mirarla antes de contestar, la vio con miedo en sus ojos mientras se acariciaba el ya abultado vientre.
-No lo sé Halley- contestó con sinceridad- pero no dejaré que os pase nada.
En ese instante Halley tuvo una sensación, una buena sensación. La guerra anterior había sido ganada gracias al amor que Lily Potter le tenía a su hijo, ¿podía ser que el amor que se tenían entre todos los del bando de la magia blanca les salvara esa vez?
Hola hola otra semana mas, comienza la operación rescatar a Harry ¿Qué pasará? ¿querrá Oliver llamar a sus hijos Bludger y Snitch? Hagan sus apuestas jajjaja.
Como siempre dejadme vuestro comentario y vuestra estrellita.
Un abrazo gigante.
Andrea
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Mi verdadera obsesión.
Romance-¡Estas obsesionado Oliver! ¡Todo en tu vida es quidditch, quidditch y más quidditch! -Eso no es verdad Halley. -¡Claro que sí! ¡Pero estoy harta! ¡DIMITO! ¡Jugaré en el proximo partido, pero ya puedes ir buscando otra cazadora!- y hecha una furia...