Los días comenzaron a pasar rápidamente, y en el número 12 de Grimauld Place se había instaurado una rutina. Por las mañanas tanto Sirius, los Weasley o cualquiera que estuviera en la casa aquel día se dedicaban a desparasitar y limpiar todas y cada una de las cosas siniestras acumuladas por los Black. Cada dos tardes, se realizaba reunión de la Orden precedida siempre por una bronca de los Weasley porque los jóvenes querían asistir.
El examen final de Halley estaba cada vez más cerca, y por eso se había desvinculado momentáneamente de la Orden para centrarse en los estudios. Estaba todo el día en el hospital y cuando no trabajaba se encerraba en casa estudiando, Oliver, intentaba pasar el máximo tiempo posible fuera de casa ya que ella estaba muy irascible y discutían a menudo. Acudía a entrenar y a los partidos pero luego solía ir a comer con su hermana y a cenar al cuartel general de la Orden. Ahí había descubierto que su suegro era fanático del quidditch como el asique se pasaban las comidas hablando de equipos, estrategias y partidos.
Oliver estaba confundido, Halley se comportaba de una manera extraña. Le daba la sensación de que le evitaba, se acostaba muy tarde y se levantaba temprano, cuando antes siempre que podían desayunaban juntos. La había dado una de las agendas para poder comunicarse con ella pero apenas le contestaba a los mensajes y cuando lo hacía eran mensajes cortos y normalmente monosilábicos. Y lo más raro de todo, ella estaba muy irascible y discutían por tonterías.
Un mediodía, Oliver discutía con una chica rubia en la terraza de un bar.
-Te digo yo que está muy rara Nicky- decía el- para cuando llego a casa o sigue estudiando hasta que yo este dormido o está dormida ya y además siempre se levanta muy pronto y se va sin desayunar. Yo creo que me evita, seguramente ha encontrado a alguien mejor que yo, que valga para algo más que para volar en una escoba y parar goles...
-No digas eso hermanito- decía Nicole mientras le tomaba de la mano para confortarle- seguro que esta estresada por el examen. Y ya les gustaría a muchos ser la mitad de lo que eres tú.
-Pero en Hogwarts también se estresaba por los exámenes y nunca se comportaba así...
- Oliver, llevo 6 años en el hospital ya y te puedo asegurar que es el peor mes de sus vidas para los jóvenes medimagos. Están tan estresados que ves crisis por todo el hospital. Un día traté a uno que por no dormir tenia alucinaciones con que le seguía un bisturí gigante por los pasillos y acabo cayéndose por las escaleras.
-Me acuerdo de esa historia- reconoció Oliver y añadió buscando el consuelo en los ojos de su hermana: ¿de verdad crees que esta así por el examen?
-No me queda ninguna duda- dijo ella sentándose a su lado y dándole un abrazo- tengo que volver al trabajo Oliver, ¿quedamos mañana para tomar un café?
-Mañana no puedo Nicky, tengo entrenamiento. Volvemos a quedar cuando te tiñas de morena otra vez, de rubia no me gustas nada- bromeó el.
-¿No me queda bien verdad? A mí tampoco me convence, cuando tenga tiempo me lo cambio otra vez. Por cierto, ¿podrías cuidar de Marie mañana a la mañana? Puedes llevártela al entrenamiento, le das unas pinturas y no molesta nada, lo prometo- suplicó ella.
- Claro, siempre es un placer cuidar a mi sobrina favorita- accedió el moreno.
Y dicho esto, la rubia se acercó a darle otro abrazo a su hermano pequeño y le dio un beso en la mejilla a modo de despedida y se marchó corriendo al hospital dejando a un pensativo Oliver en la terraza del bar.
El chico se quedó en la terraza unos minutos pensando en la conversación que había tenido con su hermana, totalmente ajeno a lo que ocurría a su alrededor.
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Mi verdadera obsesión.
Romance-¡Estas obsesionado Oliver! ¡Todo en tu vida es quidditch, quidditch y más quidditch! -Eso no es verdad Halley. -¡Claro que sí! ¡Pero estoy harta! ¡DIMITO! ¡Jugaré en el proximo partido, pero ya puedes ir buscando otra cazadora!- y hecha una furia...