V. Conversaciones y una cita

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Paso un mes de aquello, y Halley ya había asistido a dos castigos con el profesor Snape. Uno por estornudar demasiado alto en clase y el otro por "ir de lista" al ayudar a Jake con una poción. Ese profesor la odiaba y ella no sabía porque.

Las clases transcurrieron a gran velocidad, les mandaban montañas de deberes y de prácticas de hechizos que deberían dominar para pasar los EXTASIS.

Halley no había vuelto a intentar hablar con el profesor Lupin, y este tampoco había hecho el amago de querer hablar con ella.

El equipo de quidditch de Gryffindor secretamente pensaba que su capitán quería matarles lentamente a base de entrenamientos infernales. Las agujetas que tenían al día siguiente no eran normales.

-Eso os pasa por pasaros el verano tirados en el sofá comiendo chocolate- decía Tirano Wood, como lo habían apodado los gemelos.

-Enserio Oliver, te estás pasando. Hemos entrenado todos los días desde que empezó el curso. Si no nos dejas descansar nos vamos a lesionar o los gemelos y yo te vamos a boicotear el entrenamiento. Tú veras- el equipo había puesto toda su esperanza en Halley, según ellos era la única a la que hacía caso sin parecer una escoba.

-Es nuestro último año Haly, yo quiero la copa ¿y tú?- contestaba siempre.

-Yo también, pero no quiero conseguirla a cambio de mi integridad física. El quidditch no es todo en esta vida ¿acaso no te has enterado todavía?-suspiro, no sabía para que decía nada. Si todo el mundo a 500km a la redonda sabía que en esta vida no había nada más importante para Wood que el quidditch. Dicho esto se dio la vuelta y salió del vestuario caminando hacia el castillo.

Siempre intentaban que les dejara el fin de semana libre, o que rebajara la intensidad del entrenamiento. Pero siempre salía con que quería ganar la copa y que para ser el mejor equipo tenían que entrenar los que más.

Las chicas se encontraban en el lago tumbadas bajo un árbol, las cazadoras del equipo de Gryffindor habían hecho un buen equipo, tanto fuera como dentro del campo. Estaban en la cama tumbadas comiéndose todas las golosinas que estaban a su alcance.

-¿Enserio Hal, que ves en Oliver? Admito que es muy guapo y su físico es uff... pero esa actitud obsesiva que tiene...-Le comentaba Angie.

-¿Qué que veo en él? Vosotras no le conocéis como yo. Vosotras, y el resto del sector femenino, veis el físico y su obsesión pero hay más.Es comprensivo, amable y cariñoso. Es muy parecido a mi, no deja que las personas vean como es en realidad. Solo a unas pocas.

-¿Y tú eres una?-preguntó Alicia con la boca llena de pastel de calabaza.

-Sí, de algo me tenía que servir conocerle desde el primer viaje en tren y ser su mejor amiga y hermanita pequeña- contó con voz grave imitando como le solía llamar, cada vez más a menudo, Oliver. Eso sí, por mucho que imitara a Oliver, sus compañeras no pudieron evitar el retintín con el que lo había dicho. Todos en Gryffindor sabían lo que Halley sentía por su capitán. Todos menos el mismo capitán. Y no es que Halley lo hubiera proclamado a los cuatro vientos, pero se le notaba.

-¿Por qué no te insinúas?- propuso Angie.

-¿Insinuarme? Podría presentarme en el entrenamiento desnuda y hacer una pintada en las gradas que el solo me diría que llego tarde al entrenamiento y que fuera a ponerme la equipación- dijo amargamente mientras las otras dos sentían lástima por su amiga, el amor no correspondido era de lo peor que le podía pasar a alguien.- ¿Sabéis que? Estoy cansada. Cansada de que no me vea si no estoy subida en una escoba. Cansada de que venga a contarme todas sus conquistas y de oír lo bueno que es Oliver en la cama o en el suelo del vestuario de quidditch...

-¿Y porque no le dices las cosas claras de una vez?

-¿Y arriesgarme a perder nuestra amistad? Sé lo que me dirá, lo siento Halley. Pero yo te veo como una hermana pequeña, jamás podría tener algo contigo. No eres rubia como Hannah, no tienes los pechos tan grandes como Sara Anderson, ni el culo de Stefany. No, tienes el pelo que en cuanto hace un poco de humedad pareces un león, los pechos pequeños que no llaman la atención, te gusta demasiado ensuciarte y provocar a los Slytherins, y además tienes demasiados problemas y comeduras de cabeza- esto último lo añadió para sí misma, Alicia y Angie eran sus amigas, pero no tenían por que saber su oscuro pasado.

-Oye, oye, oye. ¡Cierra tu boca pero a la de ya!-la interrumpió Angie- Ni se te ocurra volver a hablar así de mi amiga, nunca, jamás. ¿Me has oído? Si ese estúpido no te hace caso nos hacemos lesbianas las tres y nos enrollamos entre nosotras y listo.

-Tomaré en cuenta tu proposición Angie, y ahora no vale echarse para atrás. ¿Pero yo pensaba que a ti te gustaba Fred?

-Cuando quieras monada. Seguro que a Fred no le importa tener una relación de tres.- Empezaron a bromear y reírse entre las tres.

-Tal vez deberías intentar salir con otros chicos- le propuso Alicia cuando se calmaron.

-Si...Tal vez- sea lo mejor.

Al día siguiente, Halley bajaba a desayunar cuando se encontró con Angelina, Alicia y con Jake en la entrada de la sala común.

-¿Qué ocurre?

-Han puesto salida a Hogsmeade para mañana, el día de Halloween- dijo Jake.

-Si, y espero que estas dos señoritas me repongan todas las golosinas que se comieron ayer- comentó Alicia.

-Oye Halley- comenzó a decirle Jake mientras bajaban a desayunar- ¿No crees que hemos dejado a los Slytherin demasiado tranquilos últimamente?

-Puede ser...¿que te parece hacerles una visita esta noche?

-Estupendo, ¿que tienes....?

Pero fue interrumpido antes de preguntar a ver que tenía Halley.

-¡Ey, Black!- Un chico rubio de ojos azules les cortó el paso a los Gryffindors. Era Jason Samuels, golpeador del equipo de Ravenclaw.

-Hola Samuels, ¿puedo ayudarte?

-Pues la verdad, me preguntaba si querrías venir conmigo a Hogsmeade mañana.

Aquella pregunta le dejó descolocada. Nunca nadie de otros equipos pedía salir a los del equipo de quidditch de Gryffindor, tenían miedo de su capitán.

Halley miró con disimulo a sus amigos que discretamente se habían apartado, y estaban colocados detrás de Samuels, ellos le decían que si con la cabeza y le levantaban los pulgares animándola.

Y acordándose de la decisión tomada el día anterior Halley decidió aceptar su proposición.

-Genial, nos vemos mañana en la entrada a las 11- y se marchó corriendo con sus amigos que le esperaban al final del pasillo dejando a una desconcertada Halley plantada en medio del corredor.

-¿Qué acaba de pasar?- les preguntó a sus amigos que se reían de su cara.

-Pues que vas a salir con el buenorro de Samuels.

-Que vas a tener problemas con tu querido capitán.-Halley suspiró, cuando Oliver se enterara tendrían bronca, y no porque estuviera celoso, no, sino porque temía que le contara las estrategias del equipo.

Lo que Halley no sabía es que por accidente un moreno había escuchado ambas conversaciones, la del pasillo y la que tuvieron las chicas en el lago.


Otro capitulo mas. ¿os ha gustado? ¿merezco estrellitas o tomates? ¿que me decís?

OS LEO!

Os dejo otro adelanto para abrir boca:

-La verdad es que no iba pensando en el quidditch.-

-Pero es que él solo quiere salir con ella para aprovecharse de ella y robarnos las estrategias de quidditch.

-¡Mierda! ¿y supongo que seguiréis queriendo tener el día de mañana libre verdad?-había tenido discusión en equipo el otro día. Le hicieron un motín y le pidieron que tuvieran el sábado libre.

Un beso

Andrea

Mi verdadera obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora