Un chico de pelo azabache se despertó por culpa de un insistente repiqueteo en la ventana. La habitación la iluminaban las débiles luces del alba, apenas amanecía.
Mientras su cerebro se terminaba de despertar, el ruido que le había despertado volvió a sonar. Harry se puso las gafas redondas que descansaban en la mesilla y miro a su alrededor buscando el ruido que le había despertado, cuando sus ojos se posaron en la ventana, vieron una gran lechuza negra con grandes ojos amarillos. El muchacho la abrió y dejo entrar a la lechuza. El animal le tendió la carta,bebió un poco de agua del comedero de Hedwig y salió por la ventana perdiéndose entre las nubes de regreso a Londres.
Con mucha curiosidad, Harry abrió la carta y vio que era bastante escueta:
Cornamenta Jr.:
Quedamos en el parque de tu calle el lunes a las 16:30 de la tarde. No faltes.
H.
La carta le resultaba extraña, sin embargo ningún mortífago le llamaría jamás Cornamenta junior.
El lunes a las 16: 29 se encontraba sentado en los columpios del parque tal y como decía la nota. Mientras esperaba, observaba el lago que tenía delante, había un anciano que observaba la fauna como él. Estaba absorto en sus pensamientos, la intriga le podía. Llevaba la varita preparada por si era una trampa pero en el fondo tenía la intuición de que la carta se la había mandado un amigo.
-Sigue mirando hacia delante Harry, no te gires- Dijo una voz muy conocida.
-¿Halley?- pregunto el confundido, pero fue obediente y no se giró- ¿Qué haces aquí?
- Quería darte una cosa, pero no me dejan hablar contigo- estaba sentada en el columpio de al lado mirando en dirección opuesta.
-¿Quién no te deja Halley?- pregunto confuso.
-Eso no importa Harry, ya te contaré. No tenemos mucho tiempo, ¿ves a ese abuelo que está mirando los patos del estanque? Es Jake- confirmo cuando el chico asintió.-Y Oliver está escondido entre los matorrales. En cuanto yo me vaya Jake va a dejar una caja debajo del banco. Tómala y vete a casa, dentro hay instrucciones. Obedece lo que pone ¿vale?
- vale, pero oye Halley....- pero cuando el muchacho se giró la morena ya no estaba
En ese momento el anciano que estaba mirando a los patos, dejó algo bajo el banco y se marchó bordeando el lago.
Harry camino deprisa y vio una caja de cartón, tal y como le había ordenado Halley la tomó en sus manos y venciendo el impulso de abrirla ahí mismo se dio la vuelta y se fue a casa a paso rápido.
En casa, aún no había nadie pero se atrinchero en su habitación y la abrió. En ella encontró un pergamino y una libreta muggle aparentemente normal y sin ninguna señal de ser importante. Dejo el cuadernillo a un lado y leyó la carta:
Harry:
En la caja hay una libreta intercomunicadora, con ella podrás contactar conmigo. Para ello tienes dos formas: escribir mi nombre y después el mensaje (la libreta me mandará a mí el mensaje) y para la otra forma solo tienes que decir alto y claro mi nombre y mi apellido. Hay un hechizo para que podamos hablar cara a cara. Es muy importante que uses esto SOLO PARA URGENCIAS. Llévala encima en todo momento hasta que estés en el colegio.
Espero que estés bien.
Halley.
El chico sonrió y agradeció en silencio a Halley que se preocupara tanto por él. Iba a escribirle para darle las gracias pero ella había recalcado que la usara solo en emergencias asique se repimió las ganas y se guardó el cuadernillo en el bolsillo del pantalón. Apenas tenía noticias del mundo mágico pero si se la había mandado era porque pensaba que algo malo le podía pasar mientras estuviera en Surrey.
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Mi verdadera obsesión.
Romance-¡Estas obsesionado Oliver! ¡Todo en tu vida es quidditch, quidditch y más quidditch! -Eso no es verdad Halley. -¡Claro que sí! ¡Pero estoy harta! ¡DIMITO! ¡Jugaré en el proximo partido, pero ya puedes ir buscando otra cazadora!- y hecha una furia...