XXVI

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-¿Cómo? Perdona creo que no te he oído muy bien. ¿Puedes repetirlo?

-He dicho que vamos a ser padres, Oliver. Estoy embarazada.

Oliver no dijo nada, se quedó pensativo mirando al infinito durante un rato. Cosa que hizo que Halley se pusiera más nerviosa a cada segundo que pasaba. Después de una eternidad Halley no aguantó más y su ansiedad salió por la única vía por la que estaba saliendo aquel día. Comenzó a llorar como si se hubiera convertido en un grifo abierto, aquello hizo reaccionar a Oliver e intento hacer que Halley dejara de llorar pero la chica no podía. Asique la tomó de los hombros y la forzó a acostarse a su lado mientras ella se calmaba.

La noticia le había pillado desprevenido y no supo reaccionar de una manera apropiada y había mandado una señal equivocada a Halley. Estaba intentado calmar a Halley e ignorar su dolor de cabeza cuando vio a Matt asomarse a la habitación. Al ver el panorama el muchacho paró en seco y lanzó una mirada a Oliver preguntándole en silencio si estaba todo bien. El guardián asintió con la cabeza y el medico se fue por donde había venido.

Al cabo de un tiempo Halley comenzó a calmarse, hasta que solo se oian pequeños hipidos.

-¿te encuentras bien?- se aventuró a preguntar Oliver.

-No.

-¿Qué quieres hacer?

-No lo sé. Sé que nunca habíamos hablado de esto pero ha pasado, tal y como has reaccionado es obvio que no te lo esperabas y es el peor momento ya lo sé pero Oliver...- Halley empezó a balbucear sin mirarle a los ojos.

-Halley- interrumpió Oliver- no te voy a decir que me lo esperaba porque mentiría. Pero ha pasado por algo y estamos en guerra si pero tomaremos medidas para que estéis a salvo.

-Entonces... ¿quieres...?

-¿Tener un hijo contigo? ¡Por supuesto Haly!- En ese momento Halley se incorporó para mirar a Oliver por primera vez, los ojos del muchacho delataban la alegría que sentía, alegría que el se esforzaba por ocultar con preocupación por su novia- ¿A caso tu no?- preguntó con miedo.

-Si pero...

-¿Pero que, Haly?- quiso saber, aunque creía conocer la respuesta.

-Tengo miedo. Oliver, no quiero que a nuestro hijo o hija le pase lo que a mí.

-Eso no va a pasar, ¿sabes por qué?- ella negó con la cabeza- porque ese bebe nos tiene a nosotros como padres.

-Creo que pasas demasiado tiempo con mi padre.

Y así poco a poco se fueron haciendo a la idea de que no iban a ser ellos dos nunca más, en la Orden la noticia se celebró con champan y whiskey de fuego. Un niño siempre era una alegría fuera en la época que fuera. Sirius aceptó bien la idea al principio pero luego tuvo una pequeña crisis en la soledad de su apartamento, él era demasiado joven para ser abuelo. Sin embargo, a mitad de la noche tuvo una revelación. Se le había concedido una segunda oportunidad, la aprovecharía esta vez fuera como fuese.

El quidditch se canceló hasta nuevo aviso, y para horror de Halley, Oliver se había obsesionado con ella y con su bebe. No le dejaba hacer absolutamente nada, se pasaba el día leyendo sobre el tema y diciéndole a la chica que hacer y cómo hacer. Así siguió hasta que una cansada Halley se enfadó.

-Me parece estupendo que quieras cuidar de mi Oliver- se le encaró un día- pero todavía no estoy ni de dos meses, puedo hacer de todo y más. Además, la que se va a poner gorda y a la que las tetas le van a llegar al suelo voy a ser yo. Tengo el doble de votos en todas las discusiones y punto. Asique déjame vivir tranquila.

Al muchacho no le quedó otra que callarse y rebajar su intensidad de nivel estratosférico a nivel aceptable por la humanidad.

Un mes después, Halley estaba tumbada en una camilla mientras su antigua compañera Alicia le hacía una revisión. Alicia, que se había convertido en una excelente doctora, le examinaba la tripa y todas las variables que podían afectar al feto y además ignoraba a Oliver con una facilidad asombrosa. El chico le bombardeaba a un ritmo de unas siete preguntas al segundo, la chica aguantaba estoicamente hasta que al fin explotó:

-Oliver, o te callas o esperas fuera-Al ver que el chico cerraba la boca continuó- ahora vamos a ver si mi futuro sobrinito o sobrinita se deja ver.

Alicia tomó la varita y comenzó a pasarla por la tripa plana de Halley, una imagen se proyecto en el aire y los tres comenzaron a mirarla.

-Alicia, dime que estoy viendo mal- pidió Halley tras observar la imagen en silencio unos minutos.

-Mmm creo que no.

-¿Qué pasa?- Oliver estaba confuso, y se estaba poniendo nervioso- ¿chicas? ¿me podeis decir que esta pasando?

-Bueno papá-comenzó Alicia- al parecer tienes unos espermatozoides tan competitivos como tu, porque parece que vais a tener gemelos. Enhorabuena.

Pues bueno, aquí el capitulo de hoy. Ya retomo la rutina postvacacional y espero volver a subir capítulos mas regularmente, siempre y cuando la inspiración no me abandone claro.

Solo deciros que empezamos la recta final del libro, esta vez la definitiva. Enseguida llegaremos a la gran guerra y con ella acabará la historia.

Asique nada, decidme que os ha parecido este capitulo y nos vemos en el siguiente.

Un besazo

Andrea

Mi verdadera obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora