XXVII

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Halley estaba agotada, no había dormido nada aquella noche pensando en que iban a tener mellizos. Alicia les había dicho que todavía no se veía el sexo de los niños, pues era muy pronto pero que si se apreciaba que cada bebe tenía su propio saco. Había pasado toda la noche dando vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño. No sabía cómo lo harían con uno como para saber lo que hacer con dos...

"Eso será un problema para la Halley del futuro"-pensó levantándose de la cama.

Observó a Oliver quien aparentemente llevaba todo el tema de una manera natural y positiva, sin embargo Halley le había escuchado dar tantas vueltas en la cama como a ella. Salió de la habitación de manera silenciosa, no quería despertarle ahora que por fin estaba dormido. Necesitaba hablar con Matt, en el último mes apenas habían compartido más de cinco minutos en la misma sala. La cosa se ponía cada vez peor. Hace una semana que vieron que ese día compartían los dos turno de mañana, asique decidieron quedar para desayunar en la cafetería del hospital. Para cuando la chica llegó, él ya la estaba esperando en la cafetería, había pedido un par de cafés (descafeinado para Halley) y una cantidad importante de comida: huevos revueltos, tostadas, tomate, jamón y queso.

-Vaya, tienes hambre ¿no?

-La mitad es para ti, necesitas estar bien alimentada.

Halley sonrió, si no estuviera perdidamente enamorada de Oliver seguramente lo haría de Matt. No entendía como Penny tenía dudas, y eso quería averiguar, tal vez Matt no le correspondía de la manera que quería la rubia.

Estuvieron un buen rato hablando de todas las cosas que habían ocurrido esas últimas semanas, poniéndose al día de todo. Hasta que Halley soltó la bomba.

-Bueno doctor Torres- comenzó ella con una mirada pícara.

-Dígame doctora Black- le siguió él el juego aunque sospechaba por donde irían los tiros.

-Un pajarito me ha contado que no soy la única chica con la que has compartido un café últimamente- insinuó.

-Así es- contestó el con una sonrisa boba, sonrisa que rápidamente se borró de su cara alarmando a Halley.

-¿Qué ocurre?

-Es solo que...- pero no le salían las palabras.

-¡Escúpelo ya Matthew!

-No creo que sea lo que Penny está buscando- murmuró el sin mirar a los ojos a Halley.

-¿Por qué no?

- Verás Hal, solo he tenido una relación en toda mi vida, y la cagué hasta el fondo. Yo quería si o si entrar en esta escuela y no hacía más que estudiar y estudiar. Además, siempre tuve el presentimiento de que Voldemort volvería y quería estar aquí para luchar si era necesario. El caso es que yo estudiaba con una buena amiga, Gwendoline, que es médico en un pequeño hospital en Francia, solo éramos amigos nada más. Éramos como tú y Jake- explicó para que ella entendiera- No le prestaba a Sally, mi novia de aquella época, la atención que ella quería. Y ella me recriminaba que pasaba demasiado tiempo con mi amiga estudiando, estaba celosa, era verdad pasaba muchísimo tiempo con Gweny, pero solo estudiábamos. Ella no me creyó y se vengó de mi acostándose con varias personas. Me la encontré en pleno acto, no puedo borrar la imagen de mi cabeza, ella a cuatro patas y aquel tío detrás... Me gusta Penny mucho más de lo que me gustaba Sally pero no quiero hacerle daño, me da miedo no darle lo que ella necesita. Este trabajo me encanta, es por lo que he luchado toda mi vida y temo dejar a Penny de segundo lado y que pase lo que ocurrió con Sally. Por eso he sido tan distante con ella, no quiero que se haga ilusiones, pero no pude evitar besarla- explicó.

Mi verdadera obsesión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora