Penny suspiró mientras veía como Jake desaparecía tras la lona de la improvisada tienda. Deseaba con todas sus fuerzas que Sam aceptara a Jake tal y como era, de lo contrario sería muy duro para su querido primo.
La rubia se quedó ausente mirando la lona pensando en lo que había pasado hoy, unas lágrimas furtivas se escaparon de sus ojos sin su permiso. Matt la observaba en silencio desde la otra esquina, la admiraba. Él tomaba decisiones difíciles a diario en su trabajo, sin embargo, sabía que no sería capaz de dejar a nadie sin sus recuerdos por pequeños que fueran. Al ver las lágrimas de la rubia decidió intervenir.
-Penny- le susurró cuando llegó a su lado- ¿te encuentras bien?
-Odio mi trabajo- confesó ella negando con la cabeza a su pregunta- no soporto desmemorizar a la gente, ver como sus ojos se llenan de confusión por no recordar cómo ha llegado hasta ahí.
-¿Cuántas...?- Matt quería saber a cuantas personas les había borrado el día de hoy de su cabeza, pero no hizo falta que acabara la pregunta.
-cincuenta y tres. Cincuenta niños y tres profesoras- Matt abrió mucho los ojos de la sorpresa, no se esperaba tantos- no los he desmemorizado yo sola a todos, pero para efectos prácticos es como si lo hubiera hecho.
Matt no sabía cómo actuar, veía a la rubia tan abatida con lo sucedido aquel día que tenía sospechas de que algo más le ocurría. Sin pensárselo dos veces cortó la poca distancia que los separaba y abrazó a Penny. Fue un abrazo cariñoso sin mayores intenciones que las de reconfortarse mutuamente, ya que ambos lo necesitaban. En una época en la que todo es dolor a tu alrededor hay que aprovechar todas las muestras de cariño que te dan, y eso hicieron.
Estuvieron abrazados un largo tiempo hasta que Matt se aventuró a decir la pregunta que desde hacía meses se moría por hacer pero no se atrevía.
-¿Te apetecería ir después a tomar un café o algo? Puedes desahogarte conmigo todo lo que quieras.
Penny lo miró con los ojos llorosos, parecía sincero y sin segundas intenciones ocultas tras aquella pregunta. Realmente parecía que se preocupaba por ella.
-De acuerdo, ¿después del trabajo en la cafetería que está en frente del hospital? – propuso.
-Ahí te esperaré.
Matt intentó actuar normal, pero apenas podía disimular la sonrisa que se escapaba de su boca. Le gustaba pasar tiempo con Penny siendo la situación que fuera, estar a su lado le valía, y además aquella vez seria a solas.
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Jake salió de la tienda en dirección a donde le habían dicho que estaba la pelirroja, y ahí se la encontró siendo atendida por Halley.
-¡Jake!- gritó ella en cuanto lo vio- ¿estás bien? ¿Qué ha pasado? ¿Quién era esa loca? ¿Qué...?
Sam iba a seguir haciendo todo tipo de preguntas sin pararse a respirar pero Jake le interrumpió.
-Contestaré a todas tus preguntas, pero antes vayámonos a casa en cuanto Halley termine de curarte.
Halley le miró y con la mirada le preguntó un "¿estás seguro?", Jake con el semblante serio asintió levemente y cuando la morena terminó de curar a Sam, los dos se montaron en el coche de la profesora y pusieron rumbo a su casa sin decir una palabra. Habría sido más rápido aparecerse pero en esos momentos no era la mejor idea.
Con el mismo ambiente tenso que tenían en el coche, entraron en el apartamento de Jake. Sam nunca había estado, y se había preguntado en numerosas ocasiones como seria. No era ni mucho menos como se lo había imaginado.
Tenía muebles de madera clara sencillos pero elegantes, las paredes pintadas de un gris claro casi blanco hacían que la estancia pareciera más grande y luminosa. Estaba escrupulosamente limpio y ordenado, y tenía fotos de distintas personas en varios muebles. Algunas de ellas hasta le dio la impresión de que se movían.
-¿Quieres tomar algo?- rompió el silencio Jake que seguía apoyado en la puerta de la entrada. Observaba a la chica de lejos y se preparaba para una difícil charla.
-No gracias. Jake... ¿Qué es lo que ha pasado hoy?- consiguió preguntar con un hilo de voz.
- Es una historia muy larga- respondió el rubio tras dar un largo suspiro- será mejor que nos sentemos.
Y así lo hicieron, se sentaron en el sofá, uno enfrente del otro y Jake habló. Le contó a Sam como había descubierto que era mago y que su madre bruja. Le contó cómo se quedó sin palabras el día en el que piso el callejón Diagon. Como él y su prima con más miedo que otra cosa corrieron directamente hacia un muro de la estación de Kings Cross para ir al colegio. Le contó como fueron los mejores años de su vida, las travesuras con Halley, los campeonatos de Quidditch y la copa de las casas. Le contó todo y Sam escuchó como quien escucha una novela de ciencia ficción pero con la diferencia de que aquello no era una novela, para algunas personas como Jake era real, y en cierto modo le tenía envidia. La pelirroja escuchaba y no decía ninguna palabra, excepto para preguntar términos que no entendía a la primera. Hicieron alguna parada para pedir comida e ir al baño pero sin darse cuenta la noche les atrapó justo cuando Jake le terminaba de contar la parte de Voldemort y los mortifagos.
-¿Entonces tu eres una especie de policía del mundo mágico?
-Si
-¿Y te encargas de capturar a magos oscuros?
-Si
- ¿Y esas personas quieren acabar con todos los que no somos magos?
-Sí.
-¿Por qué?
-Porque se creen que son superiores.
-¿Pero porque?
-Porque son gilipollas y la tienen pequeña.
Sam soltó una risita pero eso no disipó la tensión que tenía encima.
-¿Vendrán a por mí?- le susurró a Jake.
-Puede ser- admitió Jake- pero no dejaré que nada te pase ¿has entendido?
Pero la pelirroja no decía nada, estaba pálida y no sabia que decir.
-Hay una manera de no involucrarte en esto Sam- no quería decirlo pero tenia que proponerle la posibilidad.
-¿Cuál?
-Borrarte la memoria, solo me olvidarías a mi y todo lo que te he contado. Seria como si jamás hubiésemos coincidido. Y para mas seguridad te enviaría a vivir a otro país, te haría pensar que tu sueño ha sido siempre vivir en Nueva Zelanda o Japón. Estarías a salvo.
-¿y me olvidaría de ti para siempre?
-Si. Si no quieres involucrarte es la mejor solución, y estarías a salvo- repitió para convencerse a si mismo de aquello y Sam accedía al obliviate.
La pelirroja lo miró durante un rato eterno, sopesando y digiriendo todo lo que le acababan de contar, hasta que tomó una decisión. Jake vio como los labios de la chica comenzaban a despegarse y miró al suelo. No quería mirarle a los ojos cuando se enfrentara a la verdad.
Holaaaaa ¿Qué tal todxs? ¿ que decidirá Sam? ¿se quedará con Jake en el ojo del huracán o no? ¿Qué decís?¿A que sois buenas personas y me dejáis una estrellita y un comentario? Para el siguiente capitulo, la decisión de Sam, la cita de Matt y Penny y puede que alguna que otra sorpresilla. No he decidido si ira en el siguiente capitulo o dentro de 2 y por eso no os doy pistas, pero creo que os va a gustar.
Por aquí nada mas, me despido de momento y espero que os haya gustado el capitulo.
Un besazo
Andrea
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Mi verdadera obsesión.
Romance-¡Estas obsesionado Oliver! ¡Todo en tu vida es quidditch, quidditch y más quidditch! -Eso no es verdad Halley. -¡Claro que sí! ¡Pero estoy harta! ¡DIMITO! ¡Jugaré en el proximo partido, pero ya puedes ir buscando otra cazadora!- y hecha una furia...