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Los androides volvieron a atacar y los Vengadores se juntaron alrededor del núcleo para no permitirles el paso. El Mjolnir destruía todos los androides que tenía a su paso, Visión los destruía con la gema y Barton le disparaba con sus flechas. Las nebulosas púrpura y escarlata los rodeaban al igual que el aura celeste.
Visión, Thor y Iron Man se alejan para dispararle a Ultron. Cassie intentó ir, pero su cuerpo no respondía a sus órdenes.
Cayó al suelo con un robot encima, el cual levantó su mano para dispararle. Cassie cerró sus ojos, sintiendo su cuerpo demasiado débil para defenderse. Sin embargo, alguien sacó al robot de encima y lo destruyó. Abrió los ojos, para ver a Pietro mirándola con preocupación.
—Te sacaré de aquí.
—No...
—No es una pregunta, Cassiopeia —ordenó Steve alzando su voz—. Estás débil. Ahora mismo no eres capaz de proteger el núcleo ni de pelear.
La morocha intentó quejarse, pero Pietro la sostuvo en sus brazos y la sacó de la iglesia para llevarla a uno se los botes. Clint y Natasha estaban allá, y ambos se acercaron a verla. Natasha se agachó y le dejó la Saeta de Fuego a su lado. Acarició sus mejillas.
—¿Estás bien?
Incómoda, Cassiopeia se deshizo de su agarre. Volteó cuando escuchó los gritos de una mujer llamando desesperada a su hijo.
Observó que Clint se levantaba para buscar al niño, pero tenía su pierna herida, así que se levantó ella ignorando los llamados de su madre. Divisó al niño intentando esconderse de los robots a unos cuantos metros de ellos, así que corrió hacia él. Lo tomó en brazos y se dio la vuelta dispuesta a correr hacia el bote, hasta que divisó a Ultron enfrente de ella. Sus manos estaban cubiertas por nebulosa púrpura, logrando que Cassie maldiga a Stark y Banner.
—Estaba esperando nuestro reencuentro —dijo el robot—. Si te unieras a mí...
—Ahórrate el discurso, ya me lo conozco. No eres el primero que me ofrece conquistar el mundo —espetó la adolescente.
Ultron soltó una risa y alzó sus manos, dirigiendo un hechizo no verbal hacia ella. Sin embargo, en lugar de sentir la magia sobre ella, solo sintió viento en su rostro. Al abrir los ojos, vio que tanto ella como el niño estaban en los brazos de Pietro.
Pietro soltó a Cassiopeia, quien dejó que el niño se vaya corriendo con su madre y se dejó caer junto al sokoviano. De rodillas, observó las diferentes heridas que tenía en su cuerpo, como si hubieran sido hechas por navajas. La sangre salía de ellas y Cassie no lograba detenerla. Natasha y Clint los observaron desde sus lugares, dándoles privacidad, y reprochándose no haber hecho algo por los adolescentes.
