The Avenger Potter

xix

El silencio que siguió luego de aquella escena fue de lo más pesado e incómodo. Ninguno de los Vengadores podía decir con exactitud cuándo la tierna niña de once años que se columpiaba en su silla en las reuniones sólo para poner a su jefe de los nervios se había convertido en aquella fría e intimidante bruja.

Lo habían visto en sus ojos. Estaba dispuesta a todo para salvar a su madre, no le importaba a quién lastimaba en el camino.

Wanda se enderezó y se dirigió al sillón donde Steve estaba acostado, inconsciente. Necesitaba mantener su mente ocupada para dejar de pensar en cómo se había sentido al ser amenazada. Cassiopeia estaba siendo consumida por el gran poder que tenía, se estaba inclinando hacia el lado oscuro y nadie podía hacer nada para cambiarlo. Había sentido la maldad emanar de ella.

Cuando Steve despertó, lo primero que vio fueron los ojos verdes de Wanda, y recién cuando se enderezó en el sillón notó las miradas afligidas de lo demás.

—¿Qué pasó? ¿Dónde está Cassiopeia?

—Con suerte, buscando un buen hospital psiquiátrico —dijo Tony.

Thor tomó su martillo y lo señaló.

—Controla lo que dices, Stark. Lady Cassie tal vez no está pensando con claridad, pero es la heredera de la diosa de la magia. Está por encima de todos nosotros.

—¿Puedes hablar con palabras que todos entendamos? —pidió Banner.

—Hécate era respetada y adorada por los nueve reinos. Eligió a Lady Cassie como su sucesora —le dijo, endureciendo su tono de voz y alzando su barbilla, en señal de respeto—. Heredó los poderes de una de las diosas más poderosas y antiguas. Ahora es prácticamente una diosa.

—Amenazó con matarnos a todos.

—Sus padres son primos.

Pietro suspiró y miró a los Vengadores. Nadie parecía estar dispuesto a hacer algo por Cassiopeia, además de pelear entre ellos por su estabilidad mental.

—No eres rival para ella —le dijo su hermana al notar sus intenciones—. Puede tirarte por la ventana con solo pensarlo.

—Gracias por los ánimos —soltó con sarcasmo.

Wanda se encogió de hombros y Stark tomó la palabra.

—Intenta no unirte a ella para matarnos a todos —Steve suspiró y le pidió con la mirada que dejara de meterse con los gemelos—. ¿Qué? Estaban con Ultron.

—Disculpa, ¿me recuerdas quién lo creó? —gruñó Pietro.

Sin esperar respuesta del adulto, Pietro comenzó a caminar hacia el pasillo por el que Cassie desapareció. Caminó durante un rato, descubriendo que sólo había tres habitaciones.

La primera puerta era el laboratorio donde se había creado la Visión y la segunda puerta era lo que parecía ser una pequeña sala de enfermería.

Cassiopeia no estaba en ninguno de los dos cuartos, por lo que él supuso que estaba en la última habitación, en el otro extremo del pasillo. La puerta estaba entornada y era de color blanco tiza. La pared era de vidrio y estaba tapada por una cortina gruesa blanca, pero estaba levemente entrabierta, permitiéndole a Pietro observar adentro.

La habitación parecía ser completamente blanca, veía una cama y le llegaban ruidos de máquinas gracias a que la puerta estaba entreabierta. También veía la espalda de Cassiopeia quien estaba sentada en un sillón individual a un lado de la cama, tapando a la persona sobre esta. Parecía que estaba hablándole, así que se inclinó para escuchar mejor.