vii

1.5K 127 101
                                    

La tensión se sentía en el ambiente, pero la mirada dura y confianda de la chica no se borraba. Nadie más iba a decirle qué hacer, y menos una desconocida.

Sabía que había cosas con las que era mejor no meterse. La muerte, una de ellas. No había podido revivir  a su mejor amigo en ese momento incluso aunque sabía cómo hacerlo. Obedeció a sus amigos cuando le pidieron que no utilice esa magia oscura ni haga enfadar a algo tan poderoso como lo era tan poderoso como la muerte.

Ahora, ella era más poderosa. Conocía la historia de la piedra de la resurrección, pero esto era más que eso. Esto no era una resurrección.

Lo había corregido.

—Debíamos devolver las Gemas —se animó a hablar Banner.

Se encontraban en el reconstruido complejo de los Vengadores. La manada McCall se había ido, exceptuando por su novio y Jordan, que no estaba para nada contento con la forma que tenía esa gente de hablarle a la muchacha.

Su familia, sus amigos y los Lestrange también se habían vuelto, no sin antes obligarla a prometer que iría lo antes posible con ellos. Cassie lo prometió, pero antes debía arreglar un par de asuntos en Nueva York.

—Me pareció un desperdicio —contestó simplemente, sentada en una banqueta—. Vi la oportunidad y la tomé.

—¿La oportunidad de qué? —inquirió Steve, casi sin controlar el enojo.

Cuando Jordan notó que se acercaba a ella, enseguida se puso a su lado. El mensaje estaba implícito, si él se le acercaba un poco más, Jordan iba a intervenir y no sería para nada pacífico.

—Aléjate —ordenó.

—No seas ridículo…

Jordan lo interrumpió cuando dejó que el fuego cubriera su cuerpo, obligándolo a retroceder. Cassie decidió intervenir para que el policía se calme.

—La oportunidad de cumplir con mi misión, Steve. Proteger el mundo, salvar vidas.

—¿Y qué estábamos haciendo nosotros? —espetó Thor.

—Vengándolas —respondió tranquila—. Me cansé de llegar tarde y tener que limpiar el desastre de los demás.

Todos la miraron, incómodos, pues era cierto, ellos llegaban cuando el daño ya estaba hecho a intentar arreglarlo.

Carol tomó la palabra cuando nadie más dijo nada. Era la más enojada de todos, pero a Cassie no podía importarle menos porque ni siquiera le caía bien.

—El universo tiene leyes. Reglas, que no puedes simplemente romper…

—Yo no sigo las reglas, las creo —interrumpió Cassiopeia el monólogo que la mujer se preparaba para dar—. Si no te gusta, vuelve al planeta del que saliste.

—¡No puedes simplemente…!

—¡Sí puedo! Las cosas se van a hacer a mi modo a partir de ahora.

Todos la miraron. Banner, Carol y Steve estaban enojados, eso era obvio. Cassiopeia podía ver la inquietud en la mirada del científico por no saber lo que pasaría ahora que no iban a devolver las Gemas. Thor también estaba inquieto, pero tenía esa mirada de respeto y admiración con la que siempre había mirado a Cassie, sobre todo desde que se descubrió quién era.

Brett y Jordan no entendían mucho, pero confiaban ciegamente en que la híbrida sabía lo que hacía y tenía sus razones para hacerlo. Los Maximoff estaban igual, ellos nunca iban a ponerse en contra de Cassiopeia, siempre iban a estar de su lado y confiarían en ella, así había sido desde el primer momento.

The Avenger PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora