The Avenger Potter

viii

La sonrisa de la morocha era coqueta y relajada, mientras que el chico enfrente de ella la miraba sin saber cómo alejarse. Había quedado con su hermana en el patio para verse lejos de ojos entrometidos, pero la chica lo estaba haciendo llegar tarde.

Y no quería hacer enojar a su hermana.

Afortunadamente, Cassiopeia llegó a su rescate.

—Harry —lo llamó. Ambos lo miraron, la Ravenclaw con una mueca de molestia—. Vete.

—Sí —dijo él rápidamente—. Yo me iré... por allá.

Cuando Harry desapareció por los pasillos, Cassiopeia volteó a mirar a Cho. La chica se cruzó de brazos y la miró desafiante, pero su mirada vaciló cuando la morocha se acercó.

—Chang.

—Rogers.

—¿Qué tan estúpida te piensas que soy? —espetó, controlando su enojo—. Aléjate de Cedric y Harry.

—¿Por qué habría de hacerte caso?

—Porque te lo digo yo y no repito las cosas dos veces —gruñó, bajando el tono de su voz—. Si te vuelvo a ver cerca de ellos, te llevaré a un paseo por el bosque prohibido del que no vas a volver, ¿te queda claro?

Sin esperar respuesta, Cassiopeia volteó y caminó lejos de ella, hacia el pasillo donde su hermano se había metido. Lo vio balanceándose en sus propios pies, sin saber exactamente qué hacer.

Cassie suspiró. Podía oler su molestia y ansiedad, así que se acercó a él.

—¿Estás bien?

—Sí... Hermione y Ron están peleando. No tenía ganas de aguantarlos.

Cassiopeia asintió.

—Sí. Pansy y Zabini también están insoportables —dijo—. Háblame de tu club de magia.

Harry bajó la mirada y sonrió divertido, mientras ambos comenzaban a caminar hacia el patio. Se sentaron debajo de un árbol alejado de la gente para que nadie los oyera, sobre todo Umbridge.

—El Ejército de Dumbledore —corrigió—. Lo elegimos entre todos.

—Me agrada. Si Umbridge lo descubre culpará a Dumbledore.

Su hermano rodó los ojos, pero no respondió nada.

—Empiecen con algo fácil, como el Expelliarmus. Luego pueden seguir con hechizos de protección. Deben aprender a protegerse antes de aprender a atacar.

Harry asintió y aceptó cada consejo que su hermana le daba, oyéndola en silencio y solo interrumpiendo cuando era necesario. Draco se unió a ellos minutos más tarde y se sentó al lado de su hermana, para comunicarles que Umbridge ya sospechaba que se traían algo entre manos.

Los mayores miraron a la chica esperando una indicación, pero ella no dijo nada. Se le ocurrían muchas soluciones a aquel problema, y la mayoría de ellas terminaban con ella encerrada de por vida en Azkaban y alguien muerto o herido de gravedad.

❀∘❀∘❀

Cassiopeia debería decir que lo sentía, pero para ser honesta no le importaban en lo más mínimo los sentimientos de Cho Chang. Menos en ese momento, cuando Cedric la había dejado sola en medio de un pasillo luego de decirle muy enfadado que la dejara tranquila, mientras la Ravenclaw los espiaba detrás de una columna.

Pansy, Zabini, Theo y Vega se habían acercado a ella y la convencieron de volver a la Sala Común en lugar de ir a buscar a la morocha. Sin embargo, Cho y su amiga Marietta se dejaron ver en ese momento. Comenzaron a alejarse de ellos, pero Cassie no podía alejar su mirada de la mayor.