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Con una expresión de incredulidad, Cassiopeia miró el edificio enfrente de ella, sin reparar en la chica pelirroja que los miraba desde la puerta. Los demás la miraban a ella y a la asiática a su lado, esperando que alguna haga algún movimiento.

Finalmente, Cassiopeia volteó y miró a la chica castaña con las cejas alzadas.

—¿Una veterinaria? ¿Es alguna broma rebuscada? —preguntó—. ¿Me estás llamando perra o algo así?

Kira Yukimura, la chica kitsune, sonrió avergonzada.

—Para nada. Scott de verdad trabaja aquí y su jefe nos ayuda de vez en cuando —respondió.

El chico rubio a su lado las miró con impaciencia. Tenía a su hermana abrazada, y los demás miembros de su manada las miraban esperando el lugar seguro que Kira les había prometido.

—¿Les importa? —interrumpió—. Estamos empapados.

Cassie lo miró con el ceño fruncido.

—Sí, yo también, todo porque a alguien se le ocurrió dar una vuelta en plena noche.

—¡Nos estaban cazando! —se quejó el chico.

Brett Talbot, quien era por lo menos tres años mayor que la chica, no era un miembro de la manada McCall. Él y su hermana Lori eran Betas de Satomi, una mujer lobo Alfa. Según lo que Derek le había dicho, era una mujer muy sabia, y era quien sabía sobre su profecía. Cuando la conoció, un día que Scott, Stiles, Kira y Malia casi mueren por ir a rendir un tonto examen, le dijo que casi todas las familias de hombres lobos sabían sobre la profecía, puesto que la heredera de los poderes de Hécate no solo sería la protectora del mundo mágico, sino que también iba a proteger a los hombres lobos de los cazadores, para evitar su extinción y que los humanos los descubran.

Cassie odió que Asteria haya puesto el gen lobuno en su núcleo mágico, y también odió que su destino sea de la mano de Scott McCall. Era un chico muy moralista y aburrido, algo así como Steve pero versión adolescente.

—Sí, sí. Deja de llorar. Ya van dos veces que te salvo la vida, que no se te haga costumbre.

Brett rodó los ojos.

Al llegar a Beacon Hills, Cassie se hizo pasar por una prima de Scott y solía ir a verlos a sus partidos de Lacrosse. El primer partido al que fue, Brett había sido emboscado por dos cazadores adolescentes que intentaron matarlo. El chico lo hirió en el partido para su novia lo matara en los vestidores, pero Cassiopeia llegó a tiempo para salvarlo y puede que se le haya ido un poco la mano con la chica. ¡Pero era una asesina! ¿Por qué debía tener compasión por ella?

Aquello fue lo que intentó explicarle a Scott, pero el niño se sintió con derecho de juzgar sus métodos y le dijo que con violencia ellos no resolvían las cosas. Cassie le respondió que sus métodos no estaban funcionando y por eso la habían llamado a ella, lo cual llevó a una discusión donde Derek y Madelaine Hale tuvieron que intervenir aunque la pelirroja estaba de acuerdo con ella.

Kira los condujo hacia la entrada de la veterinaria, donde la pelirroja los hizo entrar. Se acomodaron en la sala donde atendían a los animales y donde Alaska estaba jugando con un cachorro, y se sumieron en un silencio incómodo mientras esperaban a Scott.

Cassiopeia no soportó el ambiente tenso y con un movimiento de muñeca se secó. Lori la miró con entusiasmo, y Alaska alzó una ceja. Alaska, Derek, Madelaine y los gemelos eran los únicos que le caían bien de la manada de Scott pero no se los decía. Los demás hacían todo lo que Scott decía aunque estuviera mal, y Peter era un Loki versión hombre lobo, las veces que se quedaba a solas con él aprovechaba para intentar convencerla de que su lugar no era con la manada. Y claro que no lo era, pero tampoco era con él.

The Avenger PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora