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Los eventos formales no eran precisamente del agrado de Cassiopeia. Sin embargo, allí estaba, vestida con el mismo vestido negro que usó en la fiesta de Tony antes de que Ultron destruyera todo, y unos botines negros. Su cuello estaba decorado por el guardapelo que Draco le había regalado, tenía el anillo de la casa Black en su mano derecha y su cabello caía en cascada por su espalda, rozando su cintura.
Nunca había estado en un evento como ese, y aunque aquello no era más que una celebración de Navidad, Cassie sabía que los invitados estaban allí por Harry y ella, por lo que debían dar una buena impresión.
No estaban allí porque les agradaban, sino porque querían saber qué podían averiguar sobre sus vidas y usarlo en su contra. Como había hecho Rita Skeeter dos años antes. Siempre despampanante y con una actitud alegre pero falsa, había querido desde un principio ganarse su confianza para difamarlos. De Harry dijo mentiras, pero a ella la destruyó en el Profeta.
La gente que el profesor Slughorn había invitado no habían hecho más que lamerle las botas tanto a ella como a su hermano, y aunque a Cassie le hubiera encantado mandarlos al demonio a todos tuvo que morderse la lengua y contar hasta cinco. Con todo lo que estaba pasando, no le convenía tener a la Comunidad Mágica hablando mal de ella otra vez.
—No estamos interesados, de verdad —negó Harry por tercera vez a la idea de que escribieran un libro sobre la vida de ellos. Luna y Theo, sus respectivos acompañantes, rieron por lo bajo—. Acabo de ver a una amiga, disculpe.
Harry tomó la mano de Luna y la arrastró hacia donde Hermione se estaba alejando. Cassie sonrió, burlona, hasta que se dio cuenta que su hermano la dejó sola con Slughorn. Theo se encogió de hombros con una sonrisa y se alejó también, llevándose una mala mirada de su parte de su amiga.
—Ella es Cassiopeia Rogers-Romanoff —la presentó ante un grupo de tres hombres no muy mayores. Parecían ser de la edad de Jordan—. Cassiopeia, ellos son Inefables. Supuse que tal vez te llevarías bien, tu trabajo con los Vengadores es bastante parecido al de ellos, ¿cierto?
Cassie sonrió y estrechó las manos de todos de manera educada.
—Un gusto conocerlos —les dijo, recibiendo un asentimiento de parte de ellos, y volteó a mirar al profesor—. Respondiendo a su pregunta, realmente no podría saberlo. Nadie sabe de qué trabajan los Inefables, a parte de ellos mismos. Aunque el trabajo de los Vengadores era más parecido al de los Aurores.
—¿Era?
—Nos separamos —explicó—. El gobierno intervino y algunos de nosotros no somos tan amigos de ellos.
—El profesor Slughorn nos comentaba que conoció a su padre.
Cassiopeia miró con una ceja alzada a su profesor, recibiendo una sonrisa orgullosa y un asentimiento.
