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La mujer frente a ella sostuvo la espada en el aire, esperando el ataque de la menor que no tardó en llegar.
Limpió la sangre que caía de su nariz, levantó sus brazos con cansancio y dirigió la espada hacia Lady Sif, que sin esfuerzo alguno la esquivó y golpeó la parte trasera de su rodilla, tirándola al suelo. Cassiopeia soltó un quejido y apoyó su espada, regalo de Clint, en el suelo para levantarse. Lady Sif sonrió al ver que no pretendía rendirse.
Thor, Fandral, Hogun, Volstagg e incluso Loki desde su celda las observaban muy entretenidos.
El rubio había decidido que Cassiopeia, si bien tenía muy buenas tácticas y junto a su magia y nueva fuerza era casi invencible, necesitaba un entrenamiento diferente. Según el dios, el entrenamiento de S.H.I.E.L.D era demasiado... básico. Todos concordaban en que Cassiopeia necesitaba otro tipo de entrenamiento. Algo que estuviera a su altura. Las últimas semanas había estado practicando trucos con Loki y el mayor quería verla ponerlos en práctica, así que Thor aceptó llevar a sus amigos a los calabozos, donde Cassiopeia los esperaba lista para enfrentarse a ellos.
La morocha se enderezó con pesadez. Hasta ahora, todo su esfuerzo había sido real. No había usado su magia ni su fuerza sobrenatural creyendo que sería trampa, pues Lady Sif no tenía fuerza sobrenatural, pero olvidaba un pequeño detalle. Ni Lady Sif, ni ninguno de los presentes, era un mortal común y corriente.
Por sobre el hombro de su contrincante, observó a Loki. Desde el otro lado de la celda, el morocho le sonrió de medio lado y asintió levemente.
Cassiopeia respiró hondo y se concentró en sus siguientes movimientos. Si bien seguía esquivando los ataques de Lady Sif, comenzó a concentrar su energía en hacer desaparecer su cuerpo, apareciendo detrás de Lady Sif y dejando una ilusión en su lugar. La guerrera colocó su espada en el hombro de la menor, demostrando su victoria, pero su expresión triunfante desapareció cuando la espada traspasó la figura de Cassie. Reaccionó con rapidez, volteó y levantó su espada, pero Cassie fue más rápida y colocó su espada para bloquear el ataque de la mayor. La asgardiana notó que los ojos de Cassie, naturalmente grises por genética, se volvieron de un dorado brillante segundos antes de gruñir por lo bajo y tomar con su mano la hoja de la espada, haciendo fuerza para deshacerse del agarre de la contraria. Finalmente pateó las piernas de Lady Sif, haciéndola caer.
